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MISIONEROS EN CAMINO: V Domingo del T.O - Ciclo B (Mc 1,29-39): CURÓ A MUCHOS ENFERMOS DE DIVERSOS MALES
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viernes, 3 de febrero de 2012

V Domingo del T.O - Ciclo B (Mc 1,29-39): CURÓ A MUCHOS ENFERMOS DE DIVERSOS MALES



● Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder seguirlo mejor.
● Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.
● Leo el texto. Después contemplo y subrayo.
● Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escucho... Jesús cuestiona mi relación con el dinero, mi consumo... También me puedo preguntar si todas los otros aspectos de mi vida los intento vivir para Dios.
● Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio... ¿Qué testigos encuentro que son libres ante el dinero, tienen coherencia personal, tienen unidad de vida?
● Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.
● Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...

"ESCLAVOS DEL EVANGELIO"

VER

Hace unos días surgió la noticia de que una conocida multinacional deberá pagar horas extras a miles de trabajadores, tras años de explotación, con unas condiciones casi de esclavitud. El abuso de las condiciones laborales por parte de las grandes marcas es una práctica demasiado corriente, y esa práctica se va extendiendo de un modo más o menos declarado. La actual crisis económica ha propiciado los llamados “contratos basura”, con unas condiciones abusivas y muy precarias, que los trabajadores se ven obligados a aceptar, como “nuevos esclavos”. Y esto genera en las personas un fuerte sentimiento de inseguridad, de depresión, de sinsentido, ya que no se puede afrontar con esperanza el futuro, porque en cualquier momento pueden quedarse en la calle.

JUZGAR

Es la experiencia que la 1ª lectura pone en boca de Job: El hombre… como el esclavo, suspira por la sombra… Al acostarme pienso: ¿Cuándo me levantaré?... me harto de dar vueltas hasta el alba… Mis días… se consumen sin esperanza. ¿Cuántas personas conocemos que harían suyas estas mismas palabras, que comparten esa experiencia? ¿Cuántas personas conocemos que, debido a su situación económica, han perdido el sentido de su vida, no encuentran ya satisfacción ni esperanza duradera, como los esclavos no encuentran satisfacción ni esperanza en su vida?
Pero el sentido de la vida no debe apoyarse sólo en la situación económica, no depende principalmente de un mejor o peor empleo. Aunque la economía es una dimensión que nos afecta a todos, el Papa en su último Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, nos recordaba que vivimos una crisis cuyas raíces son sobre todo culturales y antropológicas. Por eso hace falta restituir al ser humano en su dignidad para que deje de sentirse esclavo de las circunstancias y de los intereses económicos y políticos y encuentre sentido a su vida. Y convertirse y creer en el Evangelio es el medio por el que encontramos el sentido a nuestra vida.

ACTUAR

En algún momento, ¿he sentido que mi vida no tiene sentido, que no hay esperanza? ¿Por qué? ¿Me siento llamado personalmente por el Señor para predicar el Evangelio? ¿Estoy dispuesto a ser “esclavo del Evangelio”, a hacerme todo a todos para ganar a los más posibles?
Para llevar adelante la predicación del Evangelio, necesitamos cuidar y alimentar nuestra espiritualidad. Aun en medio de nuestras ocupaciones y preocupaciones, debemos hacer como Jesús, que por muy ocupado que estuviera no dejaba nunca de orar al Padre: se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Seguir a Cristo, ser “esclavos del Evangelio” nunca debemos vivirlo como una carga, una “esclavitud” en el sentido negativo, sino algo liberador y dador de sentido y esperanza y así debemos testimoniarlo, porque como dice un Himno de la Liturgia de las Horas: Desde que mi voluntad está a la vuestra rendida, conozco yo la medida de la mejor libertad.

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WebJCP | Abril 2007