LUGAR DE ENCUENTRO DE LOS MISIONEROS DE TODO EL MUNDO
MISIONEROS EN CAMINO: Evangelio Misionero del Dia: 24 de Febrero de 2011 - VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO A
NO DEJES DE VISITAR
www.caminomisionero.blogspot.com
El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

miércoles, 23 de febrero de 2011

Evangelio Misionero del Dia: 24 de Febrero de 2011 - VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO A


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 9, 41-50

Jesús dijo a sus discípulos:
Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos al infierno, al fuego inextinguible. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies al infierno. Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Porque cada uno será salado por el fuego.
La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar?
Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros.

Compartiendo la Palabra
Por Dominicos.org

Si fuéramos ángeles o santos no necesitaríamos los consejos del “sabio” del Eclesiástico. Pero somos humanos, con posibilidad de equivocarnos en el discernimiento y en la ejecución. Por eso necesitamos esos sabios consejos.

En el Evangelio se nos habla hoy de detalles. Unos positivos que debemos imitar; otros, negativos que, como cristianos, tenemos que eliminar.

Porque Dios es misericordioso, sed sabios

En el Antiguo Testamento, en el Libro de la Sabiduría, ya se nos dice que Dios es misericordioso. Pero, al mismo tiempo, el “sabio” nos dice que seamos cautos. Que podemos y debemos apoyarnos en la misericordia para obrar el bien con confianza y con alegría, con sabiduría. Pero que no obremos el mal, fiados en la misericordia, como si a Dios, por su bondad, le diera igual nuestro comportamiento. Al hombre se le pide que obre el bien, pudiendo, porque es libre, hacer lo contrario. De esa forma podrá ir por la vida tranquilo, confiado no en sus obras, sino en la misericordia de Dios. Esa es la coherencia, honradez y sabiduría que se nos pide.

Importancia de los gestos. Marcan toda la diferencia

Según el relato evangélico de hoy, los seguidores de Jesús tendríamos que intentar parecernos a él en el ejercicio y práctica de algunos gestos positivos y por el vacío y carencia de otros negativos.

En cuanto a los primeros, se nos habla del servicio, algo que Jesús hizo hasta la saciedad: “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20,28). Hoy se nos pide que lleguemos al detalle de dar un vaso de agua a quien pudiera necesitarlo, y no sólo por motivos altruistas –que ya sería mucho- sino viendo en el otro al mismo Cristo. Se nos pide también ser sal en el entorno donde nos toque vivir. Sazonar, construir, edificar, conservar lo bueno. Y que vivamos en paz unos con otros, para lo cual tendremos que empezar teniendo paz con Dios y con nosotros mismos para, siendo pacíficos, poder pacificar.

Pero se hace más hincapié en el texto evangélico en el aspecto negativo, en concreto, en el escándalo. Y se usan los términos más duros y contundentes contra los que escandalizaren “a uno de estos pequeñuelos que creen”, a cualquier persona sencilla y buena, niños y adultos, cuya inocencia y bondad habría que cuidar y fomentar con el mayor esmero. Llegar a escandalizar a estas personas es un “crimen”: “más les valdría que les echasen al fondo del mar”. La delicadeza en este campo debe llegar, según el Evangelio, a cuidar sobremanera todo aquello –manos, pies, ojos- que pudiera escandalizar, hacer daño, no ya sólo a los demás, sino ni siquiera a nosotros mismos.

Fray Hermelindo Fernández Rodríguez
La Virgen del Camino

0 comentarios:


WebJCP | Abril 2007