LUGAR DE ENCUENTRO DE LOS MISIONEROS DE TODO EL MUNDO
MISIONEROS EN CAMINO: II Domingo del T.O. (Jn 1, 29-34) - Ciclo A: Él quita el pecado del mundo
NO DEJES DE VISITAR
www.caminomisionero.blogspot.com
El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

sábado, 15 de enero de 2011

II Domingo del T.O. (Jn 1, 29-34) - Ciclo A: Él quita el pecado del mundo



Juan Bautista da testimonio de que Jesús es el Hijo de Dios, que viene a quitar el pecado del mundo. Es muy posible, que esta propuesta de quitar el pecado, no entusiasme hoy a muchos. El pecado viene a resultar un concepto gastado, devaluado, al que no le dan mayor importancia.

¿Pero qué es el pecado? Pecado es el mal que podemos hacer, también el bien que dejamos de hacer; es hacer daño a nosotros mismos y a los demás, algo que nos deshumaniza individual o socialmente, lo que destruye la felicidad de nuestra vida y según el pensamiento cristiano ofende a Dios Padre, a Dios Creador; Él nos quiere a todos, somos hijos suyos, por eso ofende a Dios. Así lo recoge el Concilio Vaticano II (IM 14,15) que afirma, que pecar es seguir nuestra inclinación al mal trastocando las relaciones con nosotros mismos, con los demás y con toda la creación…en contra de aquella Ley cuyo cumplimiento consiste en el amor a Dios y al prójimo. (Mt.22,37-40).

Son, muchos, muy variados los sufrimientos, los pecados que podemos causar a los seres humanos, hay pecados básicos en cada cultura. En la nuestra, el lucro, el deseo de ganancia sin medida y el considerar todo en la vida únicamente como mercancía que se compra y se vende puede ser considerado como pecado básico.

Las guerras, antes que nada, son un enorme negocio. Los trabajadores amenazados constantemente por el paro, se los considera frecuentemente mercancía rentable o ruinosa. Los demás valores, por esta presión tan fuerte de los valores económicos, quedan deteriorados, incluso borrados. Pensad en la solidaridad, cada vez más ausente la vida pública, evidentemente, no es rentable.

Se olvida con frecuencia que nosotros pecamos cuando nos servimos de nuestro pequeño o de nuestro gran poder económico, físico, intelectual, sexual, político, no para abrirnos a una convivencia familiar o social pacífica, justa, libre, respetando a los demás, sino para oprimir, dominar y lograr nuestra felicidad a costa de otros. Así rompemos, nos enfrentamos al orden establecido por Dios y le ofendemos.

Abramos los ojos: pecado no es solo el robar, también no cotizar lo debido a la Hacienda pública, pecado es la corrupción social, pecar es quedarme con un dinero que no lo he logrado con mi trabajo, si, lograr desde mi situación de poder e influencia, con gran habilidad, grandes sumas de dinero que de ningún modo corresponden a mi trabajo. Pecar es encarecer injustamente la vida de los demás mirando solo mi interés. Pecar es dar una colocación a un familiar, a un amigo, o un contrato pasando por encima de los méritos de sus oponentes.

Pecar es mentir, quitar la verdad que otros tienen y poner mi mentira para conservar mi poder, dejar de lado, olvidarme del pobre, del marginado, del que sufre, pecar es el quebrar la convivencia familiar, la violencia de género, la paz social.

Pecar es promover injusticias sociales, provocar amenazas y toda clase de violencia contra la vida y contra los derechos de otros, sin olvidar, claro está, a los niños tan pequeños y a los aún sin nacer.

Pecar es fomentar la intolerancia creando un clima de crispación social, y tantos y tantos pecados e injusticias bien actuales, y que todos conocemos y se ven hoy aquí nada más abrir lo ojos u oídos, o allí donde haya hombres y mujeres, en la familia, en el trabajo, en la política, en las iglesias.

Porque el pecado no está solo presente en el corazón de cada uno de nosotros, también está en las instituciones, estructuras y mecanismos que funcionan en nuestra convivencia social, allí donde nosotros actuamos. Las instituciones sociales y los regímenes políticos son un reflejo de las personas que las integran. Nosotros somos los que configuramos las organizaciones, las empresas, los centros de enseñanza, los centros de religiosidad, los partidos políticos conforme a nuestras ideas, a nuestros valores, a nuestros ideales altruistas o a nuestros egoísmos. Nuestras actitudes, nuestras determinaciones injustas, bastardas tienen consecuencias sociales, son nuestros pecados sociales.

Algunos de estos pueden ser nuestros pecados. Cuantas veces simplificamos el pecado reduciéndolo al sexto mandamiento, casi lo único de lo que nos sentimos culpables.

Sabemos que nosotros crecemos con el amor y que el amor nos abre a la vida, nos abre a las personas, nos abre a la luz; el pecar es negar el afecto, la comprensión, la compasión en nuestro vivir, vivir al margen de los demás, es llenar la vida de la oscuridad del egoísmo. Al alejarnos de los hombres, nos alejamos de Dios; al cerrarnos a los hermanos, nos cerramos a Dios como Padre de todos.

Comprender que el pecado es así, es comprender el porqué del mandamiento de Jesús del amor, porque Jesús nos asegura que el fin del ser humano, la culminación de nuestra existencia, es vivir como hermanos e hijos ante Dios Padre de todos, y cuanto se oponga y dificulte este fin, es una afrenta a Dios, es lo que se llama pecado. Eso y nada más que eso es pecar.

Juan anuncia a Jesús como "el que viene a quitar el pecado del mundo”. Quitar el pecado será liberar a la sociedad de todo el mal que nosotros provocamos. Jesús viene a traernos el perdón de Dios. Él es el único capaz de perdonar nuestro pecado. El reconocernos pecadores ante Él y pedirle ayuda para salir de nuestro egoísmo, supone la seguridad del perdón de Dios. Supone liberarnos del peso de la culpa. Dios no sólo perdona, sino que olvida totalmente nuestro pecado. Nos devuelve su amistad. Ilumina nuestra vida. Es la luz que nos da verdadera paz.

Como cristianos estamos también llamados, como lo fue Jesús de Nazaret, a ser actores de salud y de salvación, a quitar los males que promovemos, hemos de estar dispuestos a desarrollar el verdadero progreso social participado por todos, a promover instituciones capaces de crear una sociedad más justa, más pacífica, a quitar los obstáculos que impiden realizarnos como personas, a respetar la naturaleza. Contamos con la fuerza y la ayuda del Espíritu de Dios.

Si queremos experimentar a Jesús como liberación gozosa, que cambia nuestra existencia, pongámonos a su lado para quitar también con Él el pecado de nuestro interior y promover cuanto trae la paz a nuestra sociedad. Esa es tarea de los que queremos seguir a Jesús.

Así nuestro encuentro con Él será un encuentro esperanzador, Jesús viene a devolver la paz, a borrar nuestra culpabilidad, a darnos su Espíritu, y a todos la seguridad de nuestra salvación. Es lo que anuncia Juan.

1 comentarios:

Mabel Martinez dijo...

Hola a todos.
ENTRE DOS PIEDRAS JUNTAS SE PLANTA UNA ESTACA, Y ENTRE VENTA Y COMPRA SE INTRODUCE EL PECADO. Eclesiástico 27:2
El pecado trae el mal a la tierra, y toda la creación sufre con ello, si de una manera entro, ya sabemos cómo quitarlo.
En las escrituras solo hay una palabra, igualada y en oposición a Dios,
Riquezas = Dinero
Mateo;
6:24 Ninguno puede servir a dos SEÑORES; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a DIOS Y A LAS RIQUEZAS.
SAN LUCAS:
18:24 AL VER JESÚS QUE SE HABÍA ENTRISTECIDO MUCHO, DIJO: ¡CUÁN DIFÍCILMENTE ENTRARÁN EN EL REINO DE DIOS LOS QUE TIENEN RIQ
Mateo:
22:20 Entonces les dijo:¿De quién es esta imagen, y la inscripción?
22:21 Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.

PROVERBIOS:
13:8 EL RESCATE DE LA VIDA DEL HOMBRE ESTÁ EN SUS RIQUEZAS;
Hay señales en los números de la Biblia, para vencer el pecado del Mundo.
Sal de la gran Babilonia pueblo mío.

SALMOS:
22:31 Vendrán, y anunciarán su justicia;
A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.
SALMOS:
9:11 Cantad a Jehová, que habita en Sión;
Publicad entre
los pueblos sus obras.


Dios nos ven diga a su Monte Santo de SION.

http://www.taringa.net/posts/info/4303881/se%C3%B1ales-en-los-numeros-de-la-biblia,fin-de-los-tiempos.html


WebJCP | Abril 2007