LUGAR DE ENCUENTRO DE LOS MISIONEROS DE TODO EL MUNDO
MISIONEROS EN CAMINO: Noche Buena (Lc 2, 1- 14) - Ciclo A: LA RIQUEZA SE HACE POBREZA
NO DEJES DE VISITAR
www.caminomisionero.blogspot.com
El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

martes, 21 de diciembre de 2010

Noche Buena (Lc 2, 1- 14) - Ciclo A: LA RIQUEZA SE HACE POBREZA



Por fin, antes de que cante el gallo, anteponiéndose y adelantándose al saludo del sol… en esta misteriosa noche, Dios, sin demasiado ruido, casi de puntillas…aparece, nace y comparte nuestra condición humana.
1.- Nunca, la altura estuvo tan arras del suelo y, jamás el camino del hombre, estuvo tan encumbrado en las alturas: ¡Dios se hace hombre y, el hombre, alcanza al mismo Dios! ¿En dónde? En un simple pesebre.
Bendita sea esta Navidad. Esta noche en la que, en el silencio, Dios nos hace escuchar y comprender la grandeza y el secreto de estos días: su inmenso amor.
Dios sale a nuestro paso, Dios se hace fiador, Dios pone toda su omnipotencia al servicio de la humanidad.
Parece como si, antes de que el gallo cantara, el Señor se arrodillase ante el hombre para decirle: ¡qué más quieres que haga por ti!
-Soy Dios y me hago como tú, hombre
-Estoy en los cielos, y desciendo vertiginosamente a la tierra
-Soy Divino y…toco en todo, menos en el pecado, todas vuestras entrañas. ¿Todavía queréis más?
2.- En esta noche, los ángeles, interrumpen nuestro sueño. En adviento estábamos en vela, ahora, los ángeles nos instan a ponernos en camino para adorar al Dios que ha bajado a la tierra. Un gran acontecimiento nos sigue sorprendiendo a una gran parte del mundo: Dios se hace hombre.
Algunos, como los contemporáneos del Niño Jesús, no se percatarán de su nacimiento
3.- Otros, cerrando sus corazones, serán reflejo de aquellas otras posadas que dijeron ¡no! al paso de la Familia Sagrada
Y, otros más, entretenidos en sus cosas, en su mundo y mirando a otra parte…serán incapaces de descubrir, ver y seguir el destello de una estrella que conduce hasta el Dios Humanado. ¡Gracias, Señor!
--Puede que, como los pastores, también nosotros veamos unos simples pañales, un austero portal.
--Puede que, como los pastores, nuestros ojos no descubran nada extraordinario. Pero, es que en esa aparente invisibilidad del señorío de Dios, está la dignidad de su pobreza y la pobreza en su grandeza. Sólo, con un corazón sobrecogido por el misterio, podremos ver el prodigio que está contenido en un mísero establo. Nunca, tanta riqueza, se hizo tan gran mendigo para solicitar del hombre eso: cariño, amor, ternura, asombro, respeto, adoración y fe.


¿POR QUÉ, SEÑOR

Aprovechas la orfandad de la noche
sin más cortejo, que el amor de una Virgen
al amparo del cayado de un anciano,
para nacer pobre siendo inmensamente rico?
¿POR QUÉ, SEÑOR
Pudiendo ser agasajado por cortejos reales
prefieres la bondad y las sencillez de unos pastores
y el calor de una mula y un buey?
¿POR QUÉ, SEÑOR
Comunicándote como siempre lo has hecho
a través de profetas y reyes
signos, milagros y portentos
te sirves tan sólo de unos ángeles
que van pregonando tu gloria y tu nacimiento
de valle en valle?
¿POR QUÉ, SEÑOR
Siendo Dios, como Tú lo eres,
te humillas tanto a favor de aquellos
que, siendo hombres, a veces nos sentimos “dioses”
Dinos, Señor;
¿Por qué te haces tan pequeño?
¿Por qué quieres llorar y sufrir como el hombre?
¿Acaso no sabes que, por ser hombre,
te espera una cruz, levantada por hombres,
allá en un sangriento horizonte?
¿POR QUÉ, SEÑOR
Rompes las fronteras del cielo
y te adentras, sin ruido ni aspavientos,
en la débil humanidad que espera tu salvación?
¿POR QUÉ, SEÑOR?
Sólo hay una respuesta,
tan grande como Tú mismo
y tan corta la palabra que te define:
¡TODO POR AMOR!
Por amor naces y por amor bajas
Por amor lloras y por amor redimes
Por amor te dejas adorar
y por amor, un día también,
en otro trono, de madera también,
demostrarás lo mucho que nos amas.
¡POR AMOR, SEÑOR, VIENES AL MUNDO!

0 comentarios:


WebJCP | Abril 2007