El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Primera lectura Isaías 35 1- 6a y 10
El Profeta Isaías sigue anunciando que Jesús vendrá. En su tiempo decía vendrá. Hoy nos dice vino y nosotros lo vamos a recordar siempre.
Saldrá una rama del tronco de Jessé un retoño brotará de sus raíces.
Sobre él reposará el espíritu del Señor:
espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de fortaleza,
espíritu de ciencia y de temor del Señor
y lo inspirará el temor del Señor.
Él no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir:
juzgará con justicia a los débiles
y decidirá con rectitud para los pobres del país;
herirá al violento con la vara de su boca
y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.
La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas.
El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducir.
Aquel día, la raíz de Jessé se erigirá como emblema para los pueblos:
las naciones la buscarán y la gloria será su morada.
Lectura Segunda. Santiago 5. 7-10
El Apóstol Santiago, en su Epístola católica, recuerda que el Señor espera de nosotros hechos concretos de conversión y gestos sinceros de confianza en Dios y de amor a los hombres
Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Mirad: el labrador espera el fruto precioso de la tierra aguardándolo con paciencia hasta recibir las lluvias tempranas y tardías.
Tened también vosotros paciencia; fortaleced vuestros corazones porque la Venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros para no ser juzgados; mirad que el Juez está ya a las puertas.
Tomad, hermanos, como modelo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.
Tercera Lectura. Mateo 11. 2-11
La figura de Juan el Bautista, presente en todo el Adviento, habría de terminar en la cárcel y más adelante sacrificado por el tirano Herodes. Pero antes de morir, dejó un aviso sobre el Mesías
Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?"
Jesús les respondió: "Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres. ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!".
Mientras los enviados de Juan se retiraban, Jesús empezó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué fuisteis a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué fuisteis a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera viven en los palacios de los reyes.
¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta. Él es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino.
Os aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.”
La personas se hacen preguntas serías con frecuencia en la vida. En el texto del Evangelio se habla de los discípulos de Juan, que fueron enviados por su Maestro para preguntar a Jesús quien era. “¿Eres el que ha de venir o debemos esperar a otro?”
Esa pregunta la respondió Jesús con los hechos. Hizo algunos signos o milagros. Curó a diversos enfermos. Y luego les dijo: Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído” Era como decir a los enviados: Las obras son lo que cuenta. Y Juan sabe que soy el enviado de Dios y que mi misión en la tierra ha sido anunciada por lo Profetas.
El gesto de Jesús respondía a su estilo realista que fue la constante de su misión en la tierra. No era un hombre cualquiera. Era el enviado de Dios y sabía desde su infancia que debería toda la vida ocuparse en las cosas de su Padre. Y la misión principal era salvar a los que se había perdido por culpa del misterioso pecado de los primeros hombres. No bastan las palabras para dejar claras las ideas. Deben acompañar los hechos. El decir una cosa es fácil. El hacerla resulta más complicado.
Cuando alguien decir claramente que es cristiano, o buen cristiano, no basta que lo diga de palabra. Hay que demostrarlo con las obras: con el perdón, con el sacrificio, con la fidelidad, con la solidaridad.
Jesús suscitaba muchas preguntas en los que le iban conociendo. Era un Maestro. Pero, ¿acaso era un revolucionario, un iluminado, un profeta o acaso un Rabino del templo? De momento Jesús no dijo, como lo haría al final de sus días, que era el Hijo de Dios. Pero al hacer milagros, estaba preparando las mentes y los corazones para anunciar su identidad divina.
El relato evangélico de esta jornada dominical sitúa a Juan el Bautista ya en la cárcel. El Bautista sabía que en cualquier momento podría terminar ejecutado, como así fue. No dudó en preparar a sus discípulos para el momento y de relacionarlos con Jesús para que siguieran sus pasos y el anuncio del Reino de Dios.
Cuanto más sea el compromiso de un hombre con la verdad, con la libertad, con la justicia, mayor es el riesgo de difamación, de persecución, incluso de cárcel y muerte. Los que trabajan en promover una sociedad y una iglesia más solidaria con lo pobres y dan testimonio con sus hechos y no sólo pronuncian con sus palabras, las dificultades se les pueden acumular entre las gentes, sobre todo entre los poderosos.
En el anuncio de: “Id a contar a Juan lo que habéis visto y oído” es la respuesta que deben dar los buenos cristianos si se les pregunta por su fe o por los criterios que rigen su vida de creyentes.
Los Profetas, como Isaías, decían “Vayan y vean…” En los tiempos nuevos hay que decir por parte de los seguidores de Cristo de otra manera: “Habéis visto ya”…Los profetas de hoy anuncian la esperanza basada en el Cristo que ya vino, no en la esperanza vendrá. Por eso el Evangelio es tan superior a las Profecías y a toda la Historia de la salvación anterior a la realización por la venida del Señor. En el antiguo Testamento se espera al Mesías y se tenía el consuelo de que un día llegaría y sería el Salvador. En el Nuevo Testamento tenemos la alegría ya presente de que Jesús vino, murió y resucitó y vive en medio de nosotros.
Es una inmensa alegría la Navidad para los cristianos. Tradicionalmente la música y las celebraciones presentan la grandeza de un Salvador presente. El recuerdo de los Profetas, de Isaías por ejemplo, nos hace vivir el sentido de la esperanza hecha realidad.
+ + + + +
Podemos recordar con sorpresa la escena de un Juan Bautista, preso en la fortaleza del Mar Muerto, cercana a Hebrón, llamada de Maqueronte. Allí languidecía en la cárcel y ya no esperaba mucho de la vida, pues sentía que había cumplido su misión de precursor, de anunciador del Salvador. Sabía que el tirano le condenaría en cualquier momento.
Allí estaba cautivo el Bautista, aunque sus discípulos podían acocarse a visitarlo. Allí sabía que el Jesús que un día no lejano había ido a Bautizarse con él en el Jordán ya estaba predicando en la región del Tiberíades. La embajada que le manda desde la cárcel tiene sentido de despedida y al mismo tiempo de sugerencia a sus seguidores.
La respuesta del Señor enlaza su predicación con los profetas de Israel: "Id a contar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: Los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia". (Isaías 26.19, 29. 18-20, 35.5 y 61)
Las palabras no parecieron suficientes y Jesús curó a enfermos para que el mensaje se apoyara en los hechos. Juan debió sonreír en la cárcel al recibir el mensaje de Jesús. Pocos días su cabeza era cortada por un soldado por orden de Herodes, para satisfacer el ansia de venganza de la que era su concubina, ya que no podía ser su esposa por serlo de su hermano Filipo…
Los profetas terminan siempre en el sacrificio. Terminaron así la mayor parte en el Antiguo Testamento. Y siguen terminado así muchos de los que dan su vida por la palabra de Dios en los tiempos del Nuevo Testamento. Pero no importa. Ellos tienen siempre el consuelo de anunciar que Jesús está cerca.. Es el caso de la Navidad, que es el recuerdo de la venida del Señor.
+ + + + +
Jesús en el Evangelio se presenta como Buena Noticia, que no puede producir más que gozo en quienes la reciben. Pero El se presentaba como pobre mensajero, que no tenía dónde reclinar la cabeza. La pobreza y el amor a los hombres necesitados eran las notas distintivas de aquel hombre que había pasado su juventud como un obrero asalariado cualquiera de Nazareth
Una cosa tan clara y evidente como su misión suscitaba recelos e incógnitas. Y seguramente Juan había hablado de ello con sus seguidores. A luz del ultimo encuentro con Jesús, que se refleja en la las lecturas de esta jornada dominical, es fácil entender el gozo que supondría saber que el Mesías Salvador estaba ya en el mundo.
A lo largo de los siglos, los cristianos lo han recordado y se han dado cuenta que es necesario que el grano de trigo muera para que dé mucho fruto. Juan lo sabía también por inspiración divina. Y sabía que se acercaba su sacrificio. La religión cristiana no es una religión de dolor, de sufrimiento, de mortificación. Pero cuenta con el mal que lucha en el mundo con él bien y sabe que sus seguidores se van a encontrar en su camino con el sufrimiento con alguna frecuencia.
El tiempo del Adviento es tiempo de esperanza. Por lo tanto es propio para anunciar a todos, a los amigos, a los compañeros, que el Señor está cerca. Todos los cristianos deben sentirse mensajeros antes de que llegue la Navidad de un salvador que ya llega. Y sólo se es mensajero cuando se conoce el mensaje. El mensaje de Jesús es un anunció de alegría: el anuncio de la llegada del Señor
1. Experiencia
Hacer una visita a la cárcel de Maqueronte, en el desierto de Judá, y simular una conversación con preso que se llama Juan y le llaman el Bautista. El profesor comienzo pidiendo autorización a los carceleros para hablar con él.
Se lo conceden para mañana. Mientras tanto recomienda a los alumnos que se enteren de quién es el que van a visitar mañana. Les entrega una Biblia por grupos y comienzan todos a buscar datos sobre el Bautista.
2. Reflexión
Mientras los alumnos buscan, datos conviene que el Profesor vaya recogiendo lo que hallan los alumnos en las páginas bíblicas y traza en la pizarra un diseño biográfico sobre la figura de Juan el Bautista.
El educador puede hacer una reflexión a medida que él mismo va escribiendo sintéticamente los principal del Bautista: mensajero, bautista, vidente del Espíritu, defensor y anunciador del Señor Jesús.
3. Acción
Se puede preparar un anuncio a los amigos y conocidos, a los familiares, que tenga que ver con la cercanía de Jesús a nuestras vidas. Por ejemplo que cada Catequizando diga a un miembro de su familia, a un conocido, a una persona adulta que Jesús está cerca de la vida de esa persona y que responda qué le parece la idea. Que diga algo sobre esa cercanía: si es fácil de entender, de creer en ella, si le exige obrar bien en la vida, o si le deja indiferente.
Luego se pone en común en el grupo lo que ha recibido cada uno de respuesta y se clasifican las respuestas: escépticas, irónicas, piadosas, ingenuas, sorprendentes, indiferentes. etc.
Se puede con ello hacer un análisis de la gente que nos rodea. Y luego habrá que sacar las consecuencias personales: qué decimos nosotros de Jesús y qué decimos de Juan Bautista.
4 Colaboración
Se podría perfilar entre todos un plan de vida para cada uno de los tipos que se han encontrado en las respuestas sobre eso de que Jesús está cerca de nuestras vidas… Y se podría precisar para los días que quedan del Adviento un mejor conocimiento de Jesús para entender lo que es la Navidad.
Ese programa de vida de la clase o del grupo se deja expuesto, o se entrega fotocopiado a cada uno, con el compromiso de decir dentro de dos semanas lo que se ha hecho de lo sugerido. Así se puede preparar espiritualmente la Navidad y el último día o en el ultimo encuentro antes de la Navidad se puede ir preparado una plegaria especial o una fiesta de alegría por la venida del Señor.
5. Interiorización
Una plegaria de sinceridad, que se va diciendo entre todos. Antes el catequista o el profesor comienzan diciendo: Señor, te esperamos. Ven a nuestra vida cuando… nos portemos ante los hombres como cristianos. Cuando… cuando… (los alumnos o catequizandos dicen intenciones o sugerencias, sobre cuándo esperamos a Jesús en nuestras vida…)
De Pequeños
- Dibujar el río Jordán, a partir de un mapa de Palestina y de la zona del Jordán: 120 kms. de meandros y de corrientes más o menos rápidas, sabiendo que pasa de 31 m bajo el Mediterráneo en Tiaberíades hasta 431 de profundidad en el lugar en que desemboca en el Mar Muerto.
En el dibujo se coloca “Salim”, lugar según el texto evangélico en el que estaba Juan bautizando
De medianos
- Buscar en el Evangelio textos de esperanza… Preparar con ellos un mural sobre lo que se espera del Señor que viene pronto en Navidad. Que sean cosas personales, más bien que para sugerir a la gente del mundo lo que debe hacer.
Preparar un “nacimiento” en la clase o grupo, en el que cada uno haga una figura. Y en cada figura que se vaya poniendo, escribir un ruego al Señor sobre lo que esperamos que nos inspire en la Navidad.
De Mayores y Preadolescentes
De mayores.
- Aprovechar el texto de Isaías de este Domingo para analizarle y buscar en una Biblia otros textos del profeta alusivos al Mesías. Relacionarlo con otros textos hallados en el Evangelio.
- Hacer una representación sobre la reacción de uno de los doce Profetas si hoy apareciera sobre la tierra. Estudiar cada uno el profeta que elige y luego simular su reacción de sorpresa, de alegría o de enfado si viera alguna de las cosas que aparecen en el periódico
Términos del Diccionario de Catequesis.
Bautismo, Jordán, Juan Bautista, Precursor, Mensaje, Mensajero,
Profeta, Precursos, Apostolado, Discípulos, Voluntariado, Misterio, Salvación,
Libros interesantes
Vida de fe y esperanza cristiana. Eloy Bueno de la Fuente. Madrid Edice. 2007
Pastoral de la esperanza cristiana. Victoriano garcía Manzanedo. Madrid. Perpetuo Socorro. 2001
El misterio del Bautismo de Jesús. Varios. Comercial Editora de Publicaciones 1997
Los esenio, Qumram, Juan Bautista. Hartmut Stegenmann. Madrid. Trotta. 1996
Teología del Nuevo Testamento. La predicación de Jesús. Salamanca. Sígueme. 2001
El Profeta Isaías sigue anunciando que Jesús vendrá. En su tiempo decía vendrá. Hoy nos dice vino y nosotros lo vamos a recordar siempre.
Saldrá una rama del tronco de Jessé un retoño brotará de sus raíces.
Sobre él reposará el espíritu del Señor:
espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de fortaleza,
espíritu de ciencia y de temor del Señor
y lo inspirará el temor del Señor.
Él no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir:
juzgará con justicia a los débiles
y decidirá con rectitud para los pobres del país;
herirá al violento con la vara de su boca
y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.
La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas.
El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducir.
Aquel día, la raíz de Jessé se erigirá como emblema para los pueblos:
las naciones la buscarán y la gloria será su morada.
Lectura Segunda. Santiago 5. 7-10
El Apóstol Santiago, en su Epístola católica, recuerda que el Señor espera de nosotros hechos concretos de conversión y gestos sinceros de confianza en Dios y de amor a los hombres
Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Mirad: el labrador espera el fruto precioso de la tierra aguardándolo con paciencia hasta recibir las lluvias tempranas y tardías.
Tened también vosotros paciencia; fortaleced vuestros corazones porque la Venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros para no ser juzgados; mirad que el Juez está ya a las puertas.
Tomad, hermanos, como modelo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.
Tercera Lectura. Mateo 11. 2-11
La figura de Juan el Bautista, presente en todo el Adviento, habría de terminar en la cárcel y más adelante sacrificado por el tirano Herodes. Pero antes de morir, dejó un aviso sobre el Mesías
Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?"
Jesús les respondió: "Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres. ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!".
Mientras los enviados de Juan se retiraban, Jesús empezó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué fuisteis a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué fuisteis a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera viven en los palacios de los reyes.
¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta. Él es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino.
Os aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.”
------------
Comentario
Comentario
La personas se hacen preguntas serías con frecuencia en la vida. En el texto del Evangelio se habla de los discípulos de Juan, que fueron enviados por su Maestro para preguntar a Jesús quien era. “¿Eres el que ha de venir o debemos esperar a otro?”
Esa pregunta la respondió Jesús con los hechos. Hizo algunos signos o milagros. Curó a diversos enfermos. Y luego les dijo: Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído” Era como decir a los enviados: Las obras son lo que cuenta. Y Juan sabe que soy el enviado de Dios y que mi misión en la tierra ha sido anunciada por lo Profetas.
El gesto de Jesús respondía a su estilo realista que fue la constante de su misión en la tierra. No era un hombre cualquiera. Era el enviado de Dios y sabía desde su infancia que debería toda la vida ocuparse en las cosas de su Padre. Y la misión principal era salvar a los que se había perdido por culpa del misterioso pecado de los primeros hombres. No bastan las palabras para dejar claras las ideas. Deben acompañar los hechos. El decir una cosa es fácil. El hacerla resulta más complicado.
Cuando alguien decir claramente que es cristiano, o buen cristiano, no basta que lo diga de palabra. Hay que demostrarlo con las obras: con el perdón, con el sacrificio, con la fidelidad, con la solidaridad.
Jesús suscitaba muchas preguntas en los que le iban conociendo. Era un Maestro. Pero, ¿acaso era un revolucionario, un iluminado, un profeta o acaso un Rabino del templo? De momento Jesús no dijo, como lo haría al final de sus días, que era el Hijo de Dios. Pero al hacer milagros, estaba preparando las mentes y los corazones para anunciar su identidad divina.
El relato evangélico de esta jornada dominical sitúa a Juan el Bautista ya en la cárcel. El Bautista sabía que en cualquier momento podría terminar ejecutado, como así fue. No dudó en preparar a sus discípulos para el momento y de relacionarlos con Jesús para que siguieran sus pasos y el anuncio del Reino de Dios.
Cuanto más sea el compromiso de un hombre con la verdad, con la libertad, con la justicia, mayor es el riesgo de difamación, de persecución, incluso de cárcel y muerte. Los que trabajan en promover una sociedad y una iglesia más solidaria con lo pobres y dan testimonio con sus hechos y no sólo pronuncian con sus palabras, las dificultades se les pueden acumular entre las gentes, sobre todo entre los poderosos.
En el anuncio de: “Id a contar a Juan lo que habéis visto y oído” es la respuesta que deben dar los buenos cristianos si se les pregunta por su fe o por los criterios que rigen su vida de creyentes.
Los Profetas, como Isaías, decían “Vayan y vean…” En los tiempos nuevos hay que decir por parte de los seguidores de Cristo de otra manera: “Habéis visto ya”…Los profetas de hoy anuncian la esperanza basada en el Cristo que ya vino, no en la esperanza vendrá. Por eso el Evangelio es tan superior a las Profecías y a toda la Historia de la salvación anterior a la realización por la venida del Señor. En el antiguo Testamento se espera al Mesías y se tenía el consuelo de que un día llegaría y sería el Salvador. En el Nuevo Testamento tenemos la alegría ya presente de que Jesús vino, murió y resucitó y vive en medio de nosotros.
Es una inmensa alegría la Navidad para los cristianos. Tradicionalmente la música y las celebraciones presentan la grandeza de un Salvador presente. El recuerdo de los Profetas, de Isaías por ejemplo, nos hace vivir el sentido de la esperanza hecha realidad.
+ + + + +
Podemos recordar con sorpresa la escena de un Juan Bautista, preso en la fortaleza del Mar Muerto, cercana a Hebrón, llamada de Maqueronte. Allí languidecía en la cárcel y ya no esperaba mucho de la vida, pues sentía que había cumplido su misión de precursor, de anunciador del Salvador. Sabía que el tirano le condenaría en cualquier momento.
Allí estaba cautivo el Bautista, aunque sus discípulos podían acocarse a visitarlo. Allí sabía que el Jesús que un día no lejano había ido a Bautizarse con él en el Jordán ya estaba predicando en la región del Tiberíades. La embajada que le manda desde la cárcel tiene sentido de despedida y al mismo tiempo de sugerencia a sus seguidores.
La respuesta del Señor enlaza su predicación con los profetas de Israel: "Id a contar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: Los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia". (Isaías 26.19, 29. 18-20, 35.5 y 61)
Las palabras no parecieron suficientes y Jesús curó a enfermos para que el mensaje se apoyara en los hechos. Juan debió sonreír en la cárcel al recibir el mensaje de Jesús. Pocos días su cabeza era cortada por un soldado por orden de Herodes, para satisfacer el ansia de venganza de la que era su concubina, ya que no podía ser su esposa por serlo de su hermano Filipo…
Los profetas terminan siempre en el sacrificio. Terminaron así la mayor parte en el Antiguo Testamento. Y siguen terminado así muchos de los que dan su vida por la palabra de Dios en los tiempos del Nuevo Testamento. Pero no importa. Ellos tienen siempre el consuelo de anunciar que Jesús está cerca.. Es el caso de la Navidad, que es el recuerdo de la venida del Señor.
+ + + + +
Jesús en el Evangelio se presenta como Buena Noticia, que no puede producir más que gozo en quienes la reciben. Pero El se presentaba como pobre mensajero, que no tenía dónde reclinar la cabeza. La pobreza y el amor a los hombres necesitados eran las notas distintivas de aquel hombre que había pasado su juventud como un obrero asalariado cualquiera de Nazareth
Una cosa tan clara y evidente como su misión suscitaba recelos e incógnitas. Y seguramente Juan había hablado de ello con sus seguidores. A luz del ultimo encuentro con Jesús, que se refleja en la las lecturas de esta jornada dominical, es fácil entender el gozo que supondría saber que el Mesías Salvador estaba ya en el mundo.
A lo largo de los siglos, los cristianos lo han recordado y se han dado cuenta que es necesario que el grano de trigo muera para que dé mucho fruto. Juan lo sabía también por inspiración divina. Y sabía que se acercaba su sacrificio. La religión cristiana no es una religión de dolor, de sufrimiento, de mortificación. Pero cuenta con el mal que lucha en el mundo con él bien y sabe que sus seguidores se van a encontrar en su camino con el sufrimiento con alguna frecuencia.
El tiempo del Adviento es tiempo de esperanza. Por lo tanto es propio para anunciar a todos, a los amigos, a los compañeros, que el Señor está cerca. Todos los cristianos deben sentirse mensajeros antes de que llegue la Navidad de un salvador que ya llega. Y sólo se es mensajero cuando se conoce el mensaje. El mensaje de Jesús es un anunció de alegría: el anuncio de la llegada del Señor
---------------------------
3. Modelo de Catequesis
3. Modelo de Catequesis
1. Experiencia
Hacer una visita a la cárcel de Maqueronte, en el desierto de Judá, y simular una conversación con preso que se llama Juan y le llaman el Bautista. El profesor comienzo pidiendo autorización a los carceleros para hablar con él.
Se lo conceden para mañana. Mientras tanto recomienda a los alumnos que se enteren de quién es el que van a visitar mañana. Les entrega una Biblia por grupos y comienzan todos a buscar datos sobre el Bautista.
2. Reflexión
Mientras los alumnos buscan, datos conviene que el Profesor vaya recogiendo lo que hallan los alumnos en las páginas bíblicas y traza en la pizarra un diseño biográfico sobre la figura de Juan el Bautista.
El educador puede hacer una reflexión a medida que él mismo va escribiendo sintéticamente los principal del Bautista: mensajero, bautista, vidente del Espíritu, defensor y anunciador del Señor Jesús.
3. Acción
Se puede preparar un anuncio a los amigos y conocidos, a los familiares, que tenga que ver con la cercanía de Jesús a nuestras vidas. Por ejemplo que cada Catequizando diga a un miembro de su familia, a un conocido, a una persona adulta que Jesús está cerca de la vida de esa persona y que responda qué le parece la idea. Que diga algo sobre esa cercanía: si es fácil de entender, de creer en ella, si le exige obrar bien en la vida, o si le deja indiferente.
Luego se pone en común en el grupo lo que ha recibido cada uno de respuesta y se clasifican las respuestas: escépticas, irónicas, piadosas, ingenuas, sorprendentes, indiferentes. etc.
Se puede con ello hacer un análisis de la gente que nos rodea. Y luego habrá que sacar las consecuencias personales: qué decimos nosotros de Jesús y qué decimos de Juan Bautista.
4 Colaboración
Se podría perfilar entre todos un plan de vida para cada uno de los tipos que se han encontrado en las respuestas sobre eso de que Jesús está cerca de nuestras vidas… Y se podría precisar para los días que quedan del Adviento un mejor conocimiento de Jesús para entender lo que es la Navidad.
Ese programa de vida de la clase o del grupo se deja expuesto, o se entrega fotocopiado a cada uno, con el compromiso de decir dentro de dos semanas lo que se ha hecho de lo sugerido. Así se puede preparar espiritualmente la Navidad y el último día o en el ultimo encuentro antes de la Navidad se puede ir preparado una plegaria especial o una fiesta de alegría por la venida del Señor.
5. Interiorización
Una plegaria de sinceridad, que se va diciendo entre todos. Antes el catequista o el profesor comienzan diciendo: Señor, te esperamos. Ven a nuestra vida cuando… nos portemos ante los hombres como cristianos. Cuando… cuando… (los alumnos o catequizandos dicen intenciones o sugerencias, sobre cuándo esperamos a Jesús en nuestras vida…)
---------------------
4. Ejercicios para la catequesis
4. Ejercicios para la catequesis
De Pequeños
- Dibujar el río Jordán, a partir de un mapa de Palestina y de la zona del Jordán: 120 kms. de meandros y de corrientes más o menos rápidas, sabiendo que pasa de 31 m bajo el Mediterráneo en Tiaberíades hasta 431 de profundidad en el lugar en que desemboca en el Mar Muerto.
En el dibujo se coloca “Salim”, lugar según el texto evangélico en el que estaba Juan bautizando
De medianos
- Buscar en el Evangelio textos de esperanza… Preparar con ellos un mural sobre lo que se espera del Señor que viene pronto en Navidad. Que sean cosas personales, más bien que para sugerir a la gente del mundo lo que debe hacer.
Preparar un “nacimiento” en la clase o grupo, en el que cada uno haga una figura. Y en cada figura que se vaya poniendo, escribir un ruego al Señor sobre lo que esperamos que nos inspire en la Navidad.
De Mayores y Preadolescentes
De mayores.
- Aprovechar el texto de Isaías de este Domingo para analizarle y buscar en una Biblia otros textos del profeta alusivos al Mesías. Relacionarlo con otros textos hallados en el Evangelio.
- Hacer una representación sobre la reacción de uno de los doce Profetas si hoy apareciera sobre la tierra. Estudiar cada uno el profeta que elige y luego simular su reacción de sorpresa, de alegría o de enfado si viera alguna de las cosas que aparecen en el periódico
---------------
DATOS COMPLEMENTARIOS
DATOS COMPLEMENTARIOS
Términos del Diccionario de Catequesis.
Bautismo, Jordán, Juan Bautista, Precursor, Mensaje, Mensajero,
Profeta, Precursos, Apostolado, Discípulos, Voluntariado, Misterio, Salvación,
Libros interesantes
Vida de fe y esperanza cristiana. Eloy Bueno de la Fuente. Madrid Edice. 2007
Pastoral de la esperanza cristiana. Victoriano garcía Manzanedo. Madrid. Perpetuo Socorro. 2001
El misterio del Bautismo de Jesús. Varios. Comercial Editora de Publicaciones 1997
Los esenio, Qumram, Juan Bautista. Hartmut Stegenmann. Madrid. Trotta. 1996
Teología del Nuevo Testamento. La predicación de Jesús. Salamanca. Sígueme. 2001
Adelante
Sigue Conociendo
INICIO
0 comentarios:
Publicar un comentario