LUGAR DE ENCUENTRO DE LOS MISIONEROS DE TODO EL MUNDO
MISIONEROS EN CAMINO: Comentario seglar al Evangelio del domingo 24 de Octubre
NO DEJES DE VISITAR
www.caminomisionero.blogspot.com
El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

sábado, 23 de octubre de 2010

Comentario seglar al Evangelio del domingo 24 de Octubre

Publicado por Ciudad Redonda



NOTAS BÍBLICAS
(por equipo coordinador, con asesoramiento de un biblista)

Mismo capítulo que el domingo pasado. Jesús continúa su enseñanza sobre la oración: antes insistió en la constancia, ahora en la humildad. Lo ilustra contrastando la oración de un fariseo y la de un publicano.
Los primeros lectores de este evangelio tenían una buena imagen de los fariseos, personas muy comprometidas con su fe, y una mala de los publicanos, al menos entre los pudientes, que se veían afectados por su actividad de recaudadores de aduanas.
En cambio, los lectores actuales de Lucas tenemos una visión negativa de los fariseos, no así de los publicanos.
Con este cambio de perspectiva, la parábola de Jesús pierde fuerza.
Ellos se mantienen a distancia entre sí de modo que el fariseo no perdiese la pureza ritual que el publicano podría haber perdido en su contacto con los enseres de su trabajo. La liturgia ha escogido una traducción (el publicano se quedó atrás) que puede dar lugar a una mala interpretación.
Ambos se encuentran en el templo en una de las dos oración públicas del día.
Sus oraciones se diferencian por la postura corporal (erguido el fariseo, con la vista baja el publicano); por los gestos (el publicano se golpea el pecho, algo inusual en la plegaria del varón judío) y por las palabras, excepto en una coincidencia: El fariseo incluye al publicano en un listado de pecadores (junto a ladrones, injustos y adúlteros), y
el publicano reconoce que lo es. Mientras el fariseo da gracias por ser cómo es, el publicano pide compasión.
El fariseo se justifica a sí mismo ("se tenía por justo", dice Lucas) con su currículum: ayuna y da el diez por ciento de sus bienes, superando en ambas cosas lo exigido por el Antiguo Testamento. El publicano no puede justificarse ante Dios, pero -según Jesús- Dios le justifica, mientras que no lo hace con el fariseo.
La lección se resume en la frase final, que repite lo dicho por María en el Magnificat (Lucas 1, 52)

DESDE LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
(matrimonio con dos hijos, trabajan ambos, pertenecen a movimiento conyugal)
En este pasaje del evangelio de San Lucas, de nuevo Jesús nos contrapone dos actitudes que son fácilmente reconocibles hoy en día.
Frente a la arrogancia, la soberbia, la prepotencia, el desprecio al otro…que es el modelo que “vende” nuestra sociedad como ejemplo de hombre que triunfa basándose en el éxito fácil, en el tener, en el aparentar, en el trepar… Jesucristo nos presenta a un hombre que ante Dios no puede engañarse, se manifiesta tal y como es…como un humilde pecador…pero Dios Padre que nos ha hecho a su imagen y semejanza y que nos quiere tal y como somos, nos ama aún más en nuestra pequeñez, animándonos a multiplicar nuestros dones y a limar nuestros defectos.
Es aquí donde hemos de alentar a nuestros hijos, a quererse y reconocerse como hijos amados de Dios, siendo “válidos” por lo que son, sin pretensiones, sin apariencias... simplemente ellos, depositarios del mayor tesoro que se pueda imaginar: EL AMOR DE DIOS.

DESDE LA EVANGELIZACIÓN MISIONERA
(mujer, soltera, pertenece a comunidad cristiana, y a movimiento seglar)
Cuando vivimos desde el carisma de la Evangelización y la Misión, podemos caer en el error de comportarnos como "el fariseo" de la Parábola. Es fácil, reconocer en el otro el error, ver lo que necesita para ser mejor, lo que debe cambiar... Pero... ¿ y nosotros?, los que se supone que anunciamos la Palabra, ¿somos dignos de hacerlo?. ¿En nuestra vida se demuestra que Jesús es nuestro centro? ¿O simplemente, nos dedicamos a ver la paja en el ojo ajeno, y no permitimos que nuestra vida se impregne de Auténtico Evangelio?
El publicano, no se atrevía a mirar directamente a Dios porque se avergonzaba de su comportamiento. Para vivir para el otro, para el pobre, para el que no conoce a Dios... Debemos abajarnos, y reconocer nuestros fallos, al igual que el publicano, para así curarnos por dentro y servir mejor para la construcción del Reino.

PARA REZAR
(hombre, casado, trabaja, con tres hijos, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Padre, que me enseñas el poder del “último”,
el enaltecimiento de la humildad,
Tú que me propones un reinado a base de servicio generoso,
de entrega profunda y desinteresada...
Tú que me muestras el valor del silencio, de la oración...
Tú que me quieres y me conoces como soy...
Ayúdame a creer en tu misericordia mucho más que en mi bondad.
Ayúdame a confiar en tu perdón por encima de mis seguridades...
Ayúdame a desterrar mis vanidades, mis comodidades...
A no vivir una fe a mi medida, a no seguir una Palabra traducida...
Ayúdame a abandonarme a tu voluntad por encima de mis afanes de control...
Señor, que sea cristiano de "golpe en el pecho y mirada humilde",
pero desde la convicción y la experiencia de tu Amor Misericordioso,
desde tu presencia en mi vida,
desde la vivencia de saberme querido en mis debilidades,
amparado en mis desfallecimientos, en mis desesperanzas...
Y que siempre encuentre el camino de tu Perdón, de tu Palabra,
de tu auxilio...
Y desde Ti, o Tú conmigo como instrumento,
ser testimonio de humildad, de sencillez y de cercanía para mi prójimo.


(mujer, soltera, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Dios Padre Bueno, ten Misericordia de nosotros
y no nos dejes caer en la tentación
de juzgar ni condenar a los demás.
Dios Padre Bueno, no permitas nunca
que la prepotencia o superioridad
nos aleje del amor del prójimo ni de Ti.
Sólo Tú, Dios Padre nuestro,
conoces en profundidad y en Verdad
el corazón de cada persona.
Dios Padre Bueno y Misericordioso,
haznos dóciles y humildes a Tu Mirada
para descubrir nuestra propia fragilidad
necesitada de Tu Amor infinito que nos salva.
Tu Amor de Padre Bondadoso y Todo Misericordia
nos enseña a ser comprensivos con los demás.
Ayúdanos, Dios Padre nuestro,
a acercarnos cada vez más a Ti
a través de la Oración y tu Palabra de Vida,
para llegar al conocimiento del amor sincero
que no busca nunca el interés personal,
sino que busca siempre el bien común,
la dignidad de cada persona y el beneficio de todos.
Tú que eres Padre Bueno, no permitas
que nos dejemos llevar por las apariencias e impresiones,
y haz que solamente Tu Amor sea nuestro guía. Amén.

PARA VIVIR ESTA SEMANA
(matrimonio, tres hijos, él trabaja, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
El otro día, en una boda, vi como el novio se santiguaba mal, estaba nervioso, no sabía el "protocolo" de ponerse de pie, de rodillas... Se veía que no había asistido a una eucaristía desde hace mucho tiempo. Me sentía muy crítico, cuestionaba el por qué esta gente tiene que utilizar a la Iglesia para que su boda sea más bonita y nada más. En las procesiones de Semana Santa me ocurría igual, hasta que me dí cuenta del fervor con que algunas personas le rezan a la imagen. Este novio, a lo largo de la celebración llegó a emocionarse con una canción y vi cómo le rezaba a la virgen, cogido de la mano de su mujer. Sentí cómo el Señor me interpelaba: "pero qué te crees, seguro que si en tu camino no hubiera puesto a tanta gente que te ha ayudado a crecer en la fe, a una familia cristiana, unos medios..." Me sentí mal por creerme en el derecho de opinar sobre su opción, y sentí la responsabilidad de responder a mi "compromiso" en función de los muchos talentos que el Señor me ha concedido, y que se me juzgará en función de lo que se me ha dado.
No somos nadie para cuestionar la fe de cada persona, es una relación íntima entre el Señor y ella. Lo que sí debemos es sentir el temor de Dios cuando nos comparamos con la fe de otros, por que nosotros no somos más que unos mediocres administradores de lo que el Señor nos concede cada día.

PARA CANTAR
(mujer, casada, una hija, trabaja, cantaautora, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana)
Es necesario que aprendamos a orar como el publicano y dejemos de ser tan "fariseos", porque muchas veces nos comportamos como si tuviéramos un máster en religión y práctica sacramental y siendo sinceros son ritos vacíos. Seguimos sin ver a Jesús en el pobre y en el que no cree en Dios... y Dios justifica a los humildes y no a los resabidos.

Algo así, escucharemos en esta divertida canción, con ritmo entre griego y judío. El Fariseo y el publicano.

0 comentarios:


WebJCP | Abril 2007