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MISIONEROS EN CAMINO: Asunción de María (Lc 1, 39-45) - Domingo 15 de Agosto: Liturgia, Reflexiones, Exégesis y Oración
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jueves, 12 de agosto de 2010

Asunción de María (Lc 1, 39-45) - Domingo 15 de Agosto: Liturgia, Reflexiones, Exégesis y Oración


Isabel, la primera teóloga
Publicado por Dabar

¡Qué preciosidad de Evangelio! Realmente es un texto, todos los de este día el del Apocalipsis y la primera carta a los Corintios, que levantan el ánimo y esponjan el alma, que dan anchura, que aumentan la capacidad pulmonar.

Cuando me planteo qué decir a propósito de estos textos me surge, hoy especialmente la figura de Isabel. Puede que tenga que ver que acaba de morir mi tía Isabel, la hermana mayor de mi padre. Para ellos seguro que ya es presente esto que dice San Pablo en futuro para todos los que creen: por Cristo todos volverán a la vida.

Seguramente será verdad eso que dicen los exegetas de que María, cuando la dejó el Ángel y se dirigió apresuradamente a la montaña a la casa de su prima, era por disponibilidad y deseo de ayudar a Isabel. Pero yo siempre he pensado o sentido, quizá las dos cosas, que María estaba abrumada por lo que le sucedía y un poco asustada, en el fondo y en la forma era una jovencita que se había quedado embarazada sin estar casada. Me imagino que en aquellos tiempos pasaría, por lo menos como en los nuestros, que todavía en los pueblos es motivo de rumores y de miradas y de juicios no precisamente favorables cuando una chica se queda embrazada.

Quiero pensar que María también necesitaba el apoyo y la ayuda de Isabel, mujer con más experiencia y también embarazada, alguien que la iba a entender hondamente. Isabel es un lugar seguro y tranquilo en el que poder desmenuzar lo acontecido, elaborar un poco la experiencia.

Realmente Isabel, entiende profundamente a María y la ayuda a tematizar la experiencia que está viviendo, a pensarla y a formularla. Esto es la función de los teólogos, ayudar a esclarecer la fe pensándola una vez dado el acontecimiento. Isabel propicia a María este momento segundo que es la teología y es ella la que creo que nos da la clave de bóveda del texto: Dichosa tú que has creído. La clave es la fe de María. Ella es la primera creyente y la segunda es Isabel que la reconoce como la madre de mi Señor.

De María hablamos casi siempre como madre y hacemos bien pero quizá nos fijamos menos en este aspecto de María como creyente. Es la fe, la misma que experimentamos y profesamos nosotros la que pone en píe la identidad de María como madre y como discípula de Jesús.

Estas dos mujeres mano a mano nos dan a luz a todos y con sus hijos forman como un icono, un cuadro donde se juntan, se abrochan, toda la historia y la tradición del pueblo de Israel con toda la historia y la tradición naciente de la Iglesia, el nuevo pueblo de Dios. Isabel es la primera teóloga, y es la madre del último profeta, María es la primera creyente y es la que entona el canto del Magníficat, sabe porque se fía, que su hijo va a dar cumplimiento a todas las promesas de Israel su pueblo, es la alianza definitiva.

Lucas dice que María estuvo con Isabel tres meses. Los primeros tres meses del embarazo son los más delicados y riesgosos de cara a un posible aborto, pienso que también fue el tiempo que María necesitó para pensar y tranquilizarse. Se encontró de nuevo capaz de volver a su cotidianeidad y de afrontar su vida normal que ya no será nunca muy normal, que cuenta ya con la novedad radical de ser madre soltera y creer que el hijo que lleva en sus entrañas está bendecido por Dios y es bendición para todos.

LOURDES AZORÍN


DIOS HABLA

APOCALIPSIS 11, 19a;12,1.3-6a.10ab
Se abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de su alianza. Después apareció una figura portentosa en el cielo: Una mujer vestida del sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas. Apareció otra señal en el cielo: Un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo un tercio de las estrellas, arrojándolas a la tierra. El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a tragarse el niño en cuanto naciera. Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios. La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios. Se oyó una gran voz en el cielo: «Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo».

I CORINTIOS 15,20-27a
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.

LUCAS 1,39-56
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres-, en favor de Abrahán y su descendencia por siempre». María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.



EXEGESIS

PRIMERA LECTURA
La lectura del Apocalipsis, evidentemente, ha de ser simbólica, pues el autor está empleando todo el tiempo metáforas, símbolos, alegorías... Para no ser arbitrarios, sin embargo, hay que atenerse lo más posible al sentido original y, a partir de él, y mediante las convenciones que se pueden utilizar en la lectura de la Escritura y de esta Escritura en particular, ir avanzando, pero conscientes de los límites y sin reclamar el marchamo de Palabra de Dios cuando no hay razón para ello. No caben las manipulaciones aunque se hagan con toda la buena voluntad posible.

Desde este presupuesto hay que decir que la mujer protagonista de estos versículos, en la mentalidad del autor, no es María la Madre de Jesús, a pesar de ciertos detalles (embarazo, parto...) sino el Pueblo de Dios, la Iglesia, como desde antiguo han interpretado los Padres y la mayoría de los exegetas.

Es la iglesia, pues, amenazada por los poderes enemigos de Dios y de su Mesías, pero acaba venciendo y librándose de tales amenazas.

La relación entre esta lectura y la fiesta, si queremos atenernos a la Escritura y no caer en delirios con poco fundamento exegético y que pueden valer para cualquier cosa, (lo cual, desgraciadamente, ocurre a menudo) es muy difícil. Sería, más o menos, que, dado que la Asunción celebra la victoria total de María y aquí encontramos la victoria de otra mujer simbólica se puede alegorizar esta segunda figura, como ha ocurrido desde la exégesis alejandrina hasta ahora. Este método no es, en la actualidad, de demasiada utilidad - en realidad nunca lo ha sido en mi opinión - y, sobre todo, es indispensable caer en la cuenta de lo que está utilizando para no "vender" ante la gente como mensaje revelado lo que sólo lo es muy de lejos.

FEDERICO PASTOR
federico@dabar.net




SEGUNDA LECTURA
En el contexto de la resurrección de Cristo y sus efectos salvadores en los seres humanos, que es el característico del capítulo 15 de Primera Corintios, Pablo traza las líneas maestras de la definitiva soberanía y señorío de Cristo que ha comenzado con su exaltación y culminará en el futuro.

Naturalmente esa descripción tiene un dinamismo propio y Pablo acentúa el final glorioso total del Resucitado solidario con la humanidad.

Este dominio del Señor no es desde fuera o por imposición, sino dando vida con principios internos e interiorizados. El punto final es la identificación de toda la realidad, de todo el cosmos, incluido el ser humano, con el Hijo y, obviamente, del Hijo con el Padre, coronando así todo el proceso salvador iniciado en la creación.

La Asunción de María puede considerarse un adelanto de este final, siempre desde la perspectiva simbólica propia de este dogma, que no puede olvidarse so pena de caer en mitos o magias.

FEDERICO PASTOR
federico@dabar.net



EVANGELIO

1. Aclaraciones al texto
V.41-42 Isabel se llenó del Espíritu Santo y dijo a voz en grito. Isabel habla impulsada por Dios, guiada por Dios; las palabras le salen incontenibles.
V.43 Madre de mi Señor: madre del Mesías.
V.44 Saltar de alegría. En el Antiguo Testamento la alegría va ligada a la presencia de Dios en medio de su pueblo (Sal.114,4) y al nacimiento del hijo del rey (Is.9,1-6). La alegría era un tema y un distintivo mesiánicos.
V.45 Este versículo tiene dos posibles traducciones. Dichosa tú, que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá. En esta traducción María es declarada dichosa a causa del cumplimiento futuro de lo que se le había anunciado. La fuerza recae en el cumplimiento futuro. Dichosa tú, que has creído que se cumpliría lo que el Señor te había dicho. En esta traducción María es declarada dichosa a causa de su fe. La fuerza recae en la fe de María, que ha otorgado a la Palabra de Dios la categoría de Palabra total y absolutamente digna de fe y de crédito. Esta segunda traducción es más coherente en el conjunto del tercer evangelio. Isabel alaba a María por su total adhesión a una Palabra que no tenía a su favor la evidencia empírica.
V.46 Engrandece mi alma al Señor. Engrandecer va más allá que el simple agrandar. Engrandecer es declarar grande, celebrar, elogiar, alabar, cantar de alegría a alguien, aquí, a Dios. Señor no se refiere aquí al Mesías.
V.53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. En las cortes orientales los monarcas correspondían con creces a quienes se presentaban con presentes, mientras dejaban aparte a quienes no traían presentes.

2. Texto
Vs.39-40. Disponibilidad.
En el versículo inmediatamente anterior al texto de hoy Lucas recoge las siguientes palabras de María: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra (v.38). Desde esta total apertura y disponibilidad para con Dios, María fue a casa de su pariente Isabel, toda vez que se había enterado por el ángel Gabriel que Isabel, no obstante su edad avanzada, estaba encinta de seis meses. María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Disponibilidad para con Dios y disponibilidad para con Isabel.

Vs.41-55. Pentecostés anticipado.
Al saludar María a Isabel, ésta siente moverse al niño que lleva dentro. Poseída por el Espíritu de Dios, Isabel interpreta los movimientos naturales de su hijo como expresión de la alegría mesiánica. Impulsada por el Espíritu de Dios, Isabel hace saber a María que lleva dentro de ella al Mesías. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Impulsada por el Espíritu de Dios, Isabel declara dichosa a María porque ha creído sin reticencias en la Palabra de Dios. Dichosa tú que has creído que la Palabra de Dios se cumple.
Sigue a continuación la respuesta de María a Isabel y, sobre todo, a Dios (vs.46-55). Es un canto mesiánico de alegría. Un canto épico, que brota de la fuente de donde brota la épica: del asombro y de la admiración. María está asombrada de que, siendo ella tan poco importante, se haya fijado en ella nada menos que Dios, el Poderoso, el Santo. Admiración por un Dios siempre misericordioso y que no hace acepción de personas, al contrario de lo que sucedía con los monarcas en sus cortes. Un Dios de todos.

V.56. Ejercicio callado de la disponibilidad.
Tras un cuerpo de texto hecho de palabras inspiradas por el Espíritu de Dios, el versículo final nos devuelve al marco narrativo de los dos versículos iniciales. María permaneció con Isabel unos tres meses, y se volvió a su casa. El ejercicio de la disponibilidad en la convivencia del día a día.

3. Comprensión actualizante
Disponibles para Dios; disponibles para el Hombre. No poner trabas a Dios; no poner trabas a los hombres. Articular esto es el arte de ser cristiano, arte en el que María fue humanamente inigualable.

La grandeza de María comienza con su adhesión inquebrantable a la sorprendente Palabra de Dios y continúa con su vivencia contemplativa del misterio de su hijo. Grandeza de fe y de humildad. Grandeza que fue tejiendo día a día desde un exquisito segundo plano.

Por todo ello, hoy nos sentimos orgullosos de María, dando así continuidad a la cadena creyente que tuvo sus primeros eslabones en quienes convivieron con ella.

ALBERTO BENITO
alberto@dabar.net



NOTAS PARA LA HOMILIA

Hoy celebramos la resurrección de la Madre de Jesús. Si su Hijo murió en la cruz, ¿por qué dicen algunos teólogos que su Madre pasó a la eternidad sin pasar antes por la muerte? Si su Hijo es el “primogénito de entre los muertos”, también ella resucitó gloriosamente de entre los muertos.

Pero, ¿corporalmente? La exégesis explica las apariciones de Jesús resucitado como una catequesis para mostrar la gloria de la persona de Jesús después de su muerte ( desde una cultura en la que se identificaba a la persona con su cuerpo, una concepción superada por la antropología). También la persona de María, la Madre, resucitó toda ella. Esto no impide que su cuerpo, como el de Jesús, quedase en el sepulcro. Los evangelios que hablan de la resurrección de Jesús, no son crónicas de su vida, aunque partan de ella, sino confesiones de la fe de la iglesia apostólica.

Entonces la corporeidad de María sería como la nuestra: una dimensión inherente a todo ser humano; toda persona humana se desarrolla y vive con el cuerpo y desde él siente, piensa, sufre y goza, pero la persona en si es algo distinto su cuerpo y más que su cuerpo. Cada yo humano siempre será corpóreo, también después de su muerte y de su sepultura. Lo mismo pasó con Jesús de Nazaret, con su Madre y con todos los difuntos.

Éste es otro motivo para dar gracias a Dios, autor y dador de la vida a cada uno de los humanos (una vida que por ser don de Dios Creador no es temporal, sino para siempre ya que Él no se arrepiente de ser generoso). Gracias a esta liberalidad divina todos los humanos ya glorificados, junto a Jesús y a su Madre, siguen teniendo la capacidad comunicativa que durante su vida mortal ejercían con su cuerpo, pero que ahora al lado de Dios, sin su cuerpo, siguen reteniendo desde su identidad más profunda, desde su persona.

Desde tiempos antiguos la piedad y el amor a la Madre de Jesús ha ideado hermosas leyendas que podemos seguir contemplando para alimento de nuestra fe. Los pintores han representado a san Pedro revestido de capa pluvial dando los últimos sacramentos a la Madre de Jesús. En Elche se celebra la ascensión de María al cielo con tanto arte que “el misterio de Elche” es patrimonio de la humanidad. En la fachada de la catedral de Palma de Mallorca a cincuenta metros de altura se representa en un gran medallón esculpido en piedra, a todos los apóstoles visitando juntos la tumba de María; un ángel levanta la losa y aparece dentro u n jardín florido en lugar de su cuerpo.

Este modo de presentar la fe de la Iglesia nos acerca el misterio de Dios y de nuestra salvación. Nos abre un camino para comunicarnos correctamente desde esta fe con todos nuestros difuntos en comunión no sólo de amor sino de fe en la vida eterna. Dejémonos ayudar de esta doctrina para vivir la comunión de los santos, enriqueciéndonos con su presencia cercana y experimentando su intercesión.

“Desde aquel momento el discípulo la recibió como algo propio”. Juan 19, 27.

Así traduce este versículo el P. Ignacio de la Potterie sj. Como comentarista del evangelio de san Juan es una reconocida autoridad. No se trataría de la responsabilidad del discípulo ante la muerte de Jesús en la cruz y el futuro de su madre que Jesús le encomienda, sino de la fe de la Iglesia, representada por el discípulo que Jesús amaba y en el que estamos representados todos nosotros. Todos los discípulos de Jesús tenemos a su Madre como madre nuestra, como la persona más querida después del Hijo. Todas las festividades y las maneras de representar la fe de la Iglesia en la madre de Jesús son una manera de alimentar nuestra fe en el Hijo del que ella, como madre suya, recibe toda su dignidad.

LORENZO TOUS
lorenzo@dabar.net




PARA CONSIDERAR Y REFLEXIONAR EN GRUPOS

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava
(Lc 1, 47)

Preguntas y cuestiones
- Relectura desmitologizada de la Asunción.
- Significado de la declaración dogmática de 1954. Sus posibles ventajas e inconvenientes
- ¿Somos capaces de percibir la grandeza en la humildad?



PARA LA ORACION

Señor Jesús, hoy contemplamos tu gloria con tu Madre glorificada a tu lado.
Nuestros ojos y nuestro corazón se dirigen a vosotros implorando vuestra ayuda mientras todavía peregrinamos en este valle de lágrimas.
Nuestro mundo está muy necesitado de mirar al cielo porque los afanes de la tierra tienen a muchos retenidos en una vida sin horizontes de esperanza.
Te pedimos que limpies nuestra mirada y nuestro corazón para podernos llenar de esperanza, viendo la meta a la que los dos habéis llegado junto al Padre.
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Te presentamos, Señor, pan y vino junto a tantas necesidades de todos nuestros hermanos.
Que la presencia de tu Espíritu sea un fermento que transforme nuestra vida para que nosotros seamos testigos de Jesús en el mundo.
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Gracias, Padre, porque has colmado de tus dones a la Madre de Jesús.
Te fijaste en su docilidad a tu Espíritu para realizar un proyecto de salvación universal.
En Nazaret comenzó esta etapa final de gracia para todos los hombres.
Tu quisiste que María fuese la madre de Jesús, que nos salvó con su vida, su muerte y su resurrección.
Como ella estuvo unida a Jesús en su vida y muerte, hoy la contemplamos asociada a
Él en su resurrección.
A ella acudimos como a nuestra madre y con la confianza de hijos.
Su ejemplo de docilidad a la gracia y de fidelidad a su Hijo nos muestra a todos el camino para llegar al Padre.
A lo largo de la historia ella ha sido para todos los hombres madre solícita, ejemplo y camino, intercesora de gracias.
Te alabamos, Padre, por todas las maravillas que has obrado en ella y te cantamos nuestra gratitud con todos los que reconocemos su humildad y su grandeza.
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Después de habernos sentido tan cerca del cielo, donde ha sido glorificada nuestra Madre, volvemos a nuestros deberes en la tierra con el corazón lleno de esperanza.
La seguridad de que tenemos en el cielo a nuestra Madre junto a su Hijo glorificado, da un nuevo sentido a nuestro caminar.
Sabemos que allí, en el cielo está nuestro tesoro y nuestra meta y que de allí nos llega la ayuda y la salvación.
Por todo ello te damos gracias, Padre, y nos sentimos animados a dar testimonio con nuestra vida, de estos valores espirituales en medio de nuestro mundo.




LA MISA DE HOY

MONICIÓN DE ENTRADA
Nos hemos reunido como la familia de Dios para celebrar la Asunción de la Madre de Jesús, que es lo mismo que celebrar su glorificación después de su muerte. Como Jesús resucitó de entre los muertos, también nuestra Madre fue glorificada junto a su Hijo. Hoy todos sus hijos estamos de fiesta y nos amparamos bajo su protección.

SALUDO
El amor de Dios y la protección de María estén con todos vosotros.

ACTO PENITENCIAL
Todos sentimos el peso de nuestras debilidades y nos acercamos al regazo de nuestra Madre del cielo para que nos comprenda y nos perdone.
- Señor, tu nos diste a tu madre como Madre nuestra, que ella nos disculpe ante ti. Señor, ten piedad.
- Señor, muchos hermanos nos necesitan, pero a veces pasamos de largo. Cristo, ten piedad.
- Señor, no sabemos aprovecharnos de los ejemplos y la intercesión de nuestra madre del cielo. Señor, ten piedad.
Dios todopoderoso, que se complugo en la humildad de María, por su intercesión comprenda nuestras debilidades y nos perdone.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
Vamos a escuchar escenas y símbolos que nos ayudan a contemplar la grandeza de nuestra Madre. Son imágenes de una literatura un poco extraña a nuestra mentalidad que necesitan una explicación, pero sugieren los misterios de nuestra salvación.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 44)
De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Hijas de reyes salen a tu encuentro, de pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna; prendado está el rey de tu belleza: póstrate ante él, que él es tu señor.
De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real.
De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
San Pablo da testimonio de la resurrección de Jesús, que es el fundamento de nuestra fe y el origen de la salvación universal de todos los hombres. Por especial motivo asoció Jesús a su Madre en la gloria de esta salvación, ya que ella fue la primera que anunció esta salvación después de la resurrección de Jesús y por eso es la Madre de la Iglesia y de todos los hombres.

MONICIÓN A LA LECTURA EVANGÉLICA
En la visita a Isabel, su prima, María expresó el gozo de su maternidad y entonó el canto de acción de gracias. Todas las madres lo repiten y todos los hijos nos gloriamos de entonarlo también.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Presentamos confiadamente las necesidades del mundo a la Madre de todos los hombres, para que ella consiga de su Hijo los bienes temporales y eternos que necesitamos. Respondamos: Ayúdanos, Señor.
- Señor, tu naciste de esta madre privilegiada que sigue a tu lado para la salvación de todos los hombres. Concede a todas las madres el premio que tanto merecen por su amor y sus desvelos. Oremos.
- Señor, gracias a María, tu madre, tu conociste lo que es una familia. Sabes que todas las familias tienen problemas, pero especialmente las de los pobres. Oremos.
- Señor, en la familia comienza la educación de toda persona , también de la fe de los hijos. Oremos.
- Señor, los sufrimientos del mundo son grandes y profundos. Que tu Madre vuelva hacia nosotros sus ojos misericordiosos. Oremos.
- Señor, tu evangelio es poco conocido porque los intereses y las miserias de los humanos rebajan su luz y sus exigencias. Tu Madre lo practicó con toda fidelidad. Oremos
- Señor, la Iglesia es santa y es pecadora, necesitamos tu salvación. Oremos.
- Señor, tu Madre goza a tu lado de la salvación plena, pero nosotros todavía peregrinamos por este mundo entre dolores y esperanzas. Oremos.
-Señor, tu Madre es la más bienaventurada de todas las mujeres. En el mundo y en la Iglesia la mujer no es respetada en toda su dignidad. Oremos.
Oración: Escucha, Señor, las plegarias y necesidades de todos tus hermanos, los humanos. Por intercesión de tu Madre concédenos una ayuda eficaz para remedio de nuestros males. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.



CANTOS PARA LA CELEBRACION

Entrada: Este es el día en que actuó el Señor; Hija de Sión (de Deiss); Somos un pueblo que camina.
Gloria: de Palazón; el reciente del disco “15 Cantos para la Cena del Señor”.
Aleluya: 2CLN-E 4.
Ofertorio: Tomad, Virgen pura (Popular).
Santo: de Aragüés.
Comunión: Cerca de ti, Señor; Estrella y flor (disco “Dios es amor”); Ciudadanos del cielo (de Deiss); Magnificat (Taizé)
Final: La Salve; Mientras recorres la vida.



Director: José Ángel Fuertes Sancho •Paricio Frontiñán, s/n• Tlf 976458529 Fax 976439635 • 50004 ZARAGOZA
Tlf. del Evangelio: 976.44.45.46 - Página web: www.dabar.net - Correo-e: dabar@dabar.net

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WebJCP | Abril 2007