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domingo, 24 de febrero de 2013

Palabra para la Misión: El rostro del Transfigurado no quiere rostros desfigurados

II Domingo de Cuaresma
Año C – 24-2-2013 / Publicado por EUNTES

Génesis 15,5-12.17-18 / Salmo 26 / Filipenses 3,17-4,1
Lucas 9,28-36

Reflexiones

¡Contemplar el rostro! Una clave de lectura del Evangelio de la Transfiguración y de otros textos bíblicos y litúrgicos de este domingo nos la brinda la antífona de entrada: “Busquen mi rostro. Tu rostro buscaré, Señor; no me escondas tu rostro”. Una respuesta a tan insistente súplica llega desde un monte, donde Jesús se transfiguró ante tres discípulos escogidos: “el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos” (v. 29). Los evangelistas insisten sobre el resplandor luminoso que manifiesta al exterior la identidad de Jesús; en efecto, la luz es signo del mundo de Dios, del gozo, de la fiesta. Aquí la luz no viene de afuera, sino que mana desde dentro de la persona de Jesús. Con razón, Lucas subraya que Jesús “subió a lo alto de la montaña, para orar, y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió” (v. 28-29). De la relación con su Padre, Jesús sale dinámicamente transformado: la plena identificación con el Padre resplandece en su rostro.



El camino de transformación interior es el mismo para Jesús que para el discípulo y el apóstol: la oración, vivida como escucha-diálogo de fe y de humilde abandono en Dios, tiene la capacidad de transformar la vida del cristiano y del misionero. En efecto, la contemplación, la oración es la experiencia fundante de la misión. Esta fue también la experiencia de Pedro, muy convencido de no haber seguido “fábulas ingeniosas”, habiendo sido “testigo ocular… estando con Él en el monte santo” (2 P 1,16.18). Entre la confusión y el susto (v. 33.34), Pedro hubiera querido evitar ese misterioso éxodo -esa extraña muerte que se iba a consumar en Jerusalén- de que hablaban Moisés y Elías con Jesús (v. 31); hubiera querido detener en el tiempo esa hermosa visión del Reino (v. 33) como una perenne fiesta de las Tiendas (Zac 14,16-18). Más tarde, superada ya la crisis de los días de la pasión, en Pedro y en sus compañeros prevaleció la experiencia de intimidad con el Maestro y la escucha del Hijo predilecto del Padre (v. 35). De esta manera, los apóstoles reafirmaron su vocación y el compromiso por una valiente misión de anuncio, hasta el martirio. “Escúchenle”, dijo la voz desde la nube (v. 36). El Papa Benedicto XVI invita a escuchar al Maestro, fijar su rostro y no desfigurar el rostro de la Iglesia con divisiones en el cuerpo eclesial. (*)


Pedro ha tenido que salir de sus esquemas mentales -meramente humanos- para entrar en la manera de pensar de Dios (Mt 16,23). Lo mismo ocurrió con Abrahán (I lectura), del cual el segundo domingo de Cuaresma nos suele presentar unos aspectos de la vida (la llamada, el hijo Isaac, la alianza). A Él

-anciano, sin tierra y sin hijos- Dios promete una tierra y una descendencia, pero le pide a cambio la absoluta adhesión del corazón, la fidelidad a la alianza (v. 18). Abrahán aprende que el hecho de creer no es una acción periférica, marginal, sino el desplazamiento del eje de gravedad de la vida sobre Dios. Por la fe, como explica S. Pablo (II lectura), tenemos la fuerza de permanecer firmes en el Señor (v. 4,1) aun en medio de las pruebas, no “como enemigos de la cruz de Cristo” (v. 18), sino como amigos que lo esperan como Salvador (v. 20).

El rostro transfigurado y fascinante de Jesús es un preludio de su realidad post-pascual y definitiva; la misma que se nos ha prometido a nosotros. En esta vocación a la vida y a la gloria se funda principalmente la dignidad de cada persona humana, que por ningún motivo ha de sufrir desfiguraciones. Lamentablemente, también hoy, en todos los países, el rostro de Jesús es a menudo desfigurado en muchos rostros humanos, como afirman los Obispos latinoamericanos en el documento de Puebla (México, 1979): “La situación de extrema pobreza generalizada adquiere en la vida real rostros muy concretos en los que deberíamos reconocer los rasgos sufrientes de Cristo, el Señor, que nos cuestiona e interpela” (n. 31). A continuación, ofrecen una lista de rostros desfigurados: rostros de niños enfermos, abandonados, explotados; rostros de jóvenes desorientados y frustrados; rostros de indígenas y de afroamericanos marginados; rostros de campesinos relegados y explotados; rostros de obreros mal retribuidos, desempleados, despedidos; rostros de ancianos marginados de la sociedad familiar y civil (cf Puebla 32-43). La lista podría ampliarse con las situaciones que cada cual conoce en su ambiente. Se trata de llamadas apremiantes a la conciencia de los responsables de las naciones y a los misioneros del Evangelio de Jesús. Misión es devolver y garantizar la dignidad y la sonrisa a los rostros afeados y desfigurados.


Palabra del Papa

(*) Invita a “reflexionar sobre la importancia del testimonio de fe y vida cristiana de cada uno de nosotros y de nuestras comunidades para mostrar el rostro de la Iglesia y de cómo en ocasiones este rostro es desfigurado. Pienso, en particular, en las culpas contra la unidad de la Iglesia, en las divisiones en el cuerpo eclesial. Vivir la cuaresma en una más intensa y evidente comunión eclesial, superando individualismos y rivalidades, es un signo humilde y precioso para los que están lejos de la fe o son indiferentes”.
Benedicto XVI

Homilía en el Miércoles de Ceniza, 13-2-2013

Siguiendo los pasos de los Misioneros

- 24/2: B. Ascensión Nicol Goñi (1868-1940), religiosa española, cofundadora de las Misioneras Dominicas del Santo Rosario, con un carisma misionero y educacional.
- 25/2: S. Valburga (710-779), inglesa, hermana de los SS. Vilibaldo y Vinebaldo. Formaba parte del grupo de monjas y monjes que ayudaron a S. Bonifacio a evangelizar a Alemania.
- 25/2: B. Sebastián Aparicio (+1600), pasó de España a México, de casado a viudo, de rico a fraile lego franciscano; murió casi centenario en Puebla (México).
- 25/2: SS. Luis Versiglia, obispo, y P. Calisto Caravario, salesianos, martirizados en 1930 en la provincia de Guandong (China).
- 26/2/1885: Fecha importante para la historia del colonialismo en África y para las misiones: se concluye la Conferencia de Berlín (1884-1885), donde las potencias europeas se repartieron el continente africano.
-27/2: B. Caridad (M. G. Carolina) Brader (1860-1943), religiosa suiza, misionera en Ecuador y en Colombia, fundadora; supo conciliar vida contemplativa y vida misionera.
- 28/2: S. Augusto Chapdelaine, sacerdote de la Sociedad de las Misiones Extranjeras de París, mártir (+1856) en Xilinxian, provincia de Guangxi (China).
- Desde el 28/2, horas 20: Sede vacante, por la renuncia del Papa Benedicto XVI.
- 1/3: Creación de la CLAR (1959), Confederación Latinoamericana de Religiosos, con sede en Bogotá (Colombia): una institución altamente benemérita por el impulso, la coordinación y la inculturación de la vida consagrada.

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WebJCP | Abril 2007