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MISIONEROS EN CAMINO: II Domingo de Cuaresma (Mt 17,1-9) - Ciclo A: Liturgia, Reflexiones, Exégesis y Oración
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jueves, 17 de marzo de 2011

II Domingo de Cuaresma (Mt 17,1-9) - Ciclo A: Liturgia, Reflexiones, Exégesis y Oración


Publicado por DABAR

TIEMPO DE TRANSFIGURACIÓN

Muchas personas se sienten hoy totalmente inseguras. Parece que todo lo que oímos son malas noticias: crisis, desempleo, hipotecas, guerras, hambre, explotación, asesinatos, abusos, violencia institucional, terrorismo y destrucción del medio ambiente, por no mencionar los terremotos, tsunamis y huracanes. Frente a todo esto, los sentimientos de inseguridad y desesperanza son inevitables. Y, sin negar nada de todo esto, afirmamos que también hay buenas noticias, que el amor transfigura y nos transfigura.

Jesús no lo tuvo más fácil que nosotros. Él experimentó la transfiguración en uno de esos momentos de encrucijada de la vida, cuando se le rompieron las representaciones del reino que mantenía en la exitosa Galilea, y decidió subir a Jerusalén para la oscura confrontación con los dirigentes judíos que lo llevaría a la muerte. Después de la transfiguración, Jesús se queda solo y vuelve al camino para continuar la otra subida mucho más difícil, la de la realidad, en el camino que sube a Jerusalén. Sin embargo, lo experimentado por Jesús y los discípulos iluminará todo lo que vivirán después.

La transfiguración hace referencia a la luz que brilla siempre dentro de los seres humanos y que se manifiesta con especial intensidad en momentos puntuales. En algunas ocasiones privilegiadas vivimos esta experiencia de integración, donde parece que no hay distancia alguna entre nosotros y Dios, sentimos que todo fluye en armonía suave y luminosa, todas las rupturas personales son sanadas y los desafíos de la dura realidad quedan unificados. Estos instantes llenan de sentido nuestra vida y se convierten en puntos de referencia para siempre.

A veces, esa luz que siempre nos habita se muestra con gran intensidad, y somos nosotras las transfiguradas como Jesús. En otras ocasiones somos testigos cercanos de otras personas transfiguradas y también nos alcanza algo de esa luz que brilla a nuestro lado. Tendemos a pensar que estas experiencias son para personas desvinculadas del mundo real, el mundo de la lucha por la justicia e incluso por la supervivencia. Pero eso no es así. Si no somos personas radicalmente arraigadas en la experiencia de Dios, no tenemos nada que decir a nuestros contemporáneos y nos sentiremos impotentes ante los desafíos de nuestro tiempo. Es tiempo de transfiguración.

En el origen de la transfiguración se halla el amor incondicional de Dios Padre. La luz que desprendemos procede de ese Amor. La buena noticia, hoy, es que Dios nos ama infinitamente, sin reservas ni exclusiones. En Dios no existe un amor calculado en tantos por cientos según las conveniencias y las personas. Dios nos ama a cada una y cada uno al cien por cien, con pasión infinita. Este amor no sólo permite ver lo que hay en la persona de bueno y valioso, sino que ayuda a actualizar las posibilidades que existen y que, sin ese amor, nunca llegarán a hacerse realidad. En sentirnos “hijas queridas” o “hijos queridos” por el Padre, tal como somos, se fundamenta todo amor.

De haber experimentado, de alguna manera, al Dios que nos ama puede nacer no sólo lo impensable, sino lo imposible, como don de Dios. Desde esta experiencia de sentirse tan amada que transfigura, somos invitadas a amar. El amor pone atención a cada persona concreta y al momento presente, pero sitúa los instantes puntuales de comunión o de ayuda en la historia de una relación. Por eso, no se queda sólo en ese tiempo en el que todo va bien, sabe atravesar los periodos de desencuentro, de deterioro o de conflicto. La fidelidad es inherente al amor que busca construir relaciones verdaderas y provoca seguridad, paz, esperanza, bienestar…

MARICARMEN MARTÍN
carmen@dabar.net


DIOS HABLA

GENESIS 12, 1-4a
En aquellos días, el Señor dijo a Abrán: «Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo». Abrán marchó, como le había dicho el Señor

II TIMOTEO, 1,8b 10
Querido hermano: Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio.

MATEO 17,1 9
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo». Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis». Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos».



EXEGESIS

PRIMERA LECTURA

• Contexto histórico 'Sal de tu tierra... hacia la tierra que te mostraré'. Este éxodo o salida tiene una ¿posible? base histórica en el movimiento de las tribus semitas nómadas o semi nómadas desde tierras del Tigris y Eúfrates hasta Egipto a través de Palestina. En Egipto, llegaron incluso a gobernar el territorio desde ¿1730? hasta el 1570 a. C.
Según la Biblia, Abraham sale de Ur y, tras una breve estancia en Canaán, se dirige con su mujer a Egipto. Y de nuevo vuelve a Palestina sin que sepamos el motivo. A estas tribus que quedaron en Israel se les unieron, generaciones después, algunos compatriotas, llegados al suelo patrio desde Egipto, a las órdenes de Josué.
• Contexto literario Para el último redactor de Gn, la llamada de Abraham es un texto bisagra que sirve para cerrar la etapa primitiva e iniciar la patriarcal.
a) Cierra la etapa primitiva: la de] hombre bajo el imperio del mal. La criatura, salida de las manos del creador, no ha sabido responder al don divino de la creación, evaluada como 'muy buena' (1,31). Alejándose de Dios y de los otros seres, ha implantado en la tierra el miedo y el terror: los primeros padres se avergüenzan de la divinidad y se acusan entre sí, sin piedad alguna (Gn 2 3); Caín comete el primer fraticidio (cap. 4); los contemporáneos de Noé se corrompen provocando el miedo, el terror y la venganza (6,1 ss; 9,1 7); la humanidad pretende subirse a las mismas barbas del Creador, con la torre de Babel y su afán desmedido de gloria... Y el autor se pregunta: ¿cesará alguna vez la maldad y el egoísmo humano?
b) Comienza una nueva etapa de salvación: la patriarcal. El Señor castiga la maldad humana con el destierro de Adán Eva y Caín, con el diluvio, con la dispersión de la humanidad .... pero el castigo jamás
es la última palabra de Dios, siempre da paso a la misericordia y al perdón. Por eso a esta etapa de maldición el autor le contrapone la de bendición (aparece 5 veces en los vs. 2 3) que alcanzará a patriarcas, a su descendencia y al resto de la humanidad. El Dios bondadoso y misericordioso quiere salvar a todos a través de un pueblo, Israel, y de un hombre, Abraham. El juicio bendición o maldición- dependerá de la actitud humana frente a la presencia divina salvadora.
• Texto Mandato divino: 'sal' (v.1), con promesa de bendición (vs. 2 3), y la respuesta humana: 'marchó', 'salió' (vs. 4.6 9). La elección de Abraham es descrita mediante un relato de éxodo o salida, con todas las dificultades que entraña. El patriarca tiene que romper con los lazos más entrañables. Tierra nativa, casa paterna (v.1).
Se le hace una promesa ('la tierra que te mostraré') y una bendición (nosotros hablaríamos hoy de 'éxito'): capaz de colmar las exigencias de cualquier ser de entonces: numerosa descendencia a través de un hijo (v.2; cfr. 13,16; 15,15; 17,5; 18,18; 22,17; 26,4.24; 28,14...) y un 'nombre famoso', contrapuesto a la fama desordenada, buscada en Babel, que sólo conducía a la dispersión (11,4ss). Inherente a la promesa el futuro incierto, la marcha a lo desconocido, la ruptura con lo conocido. 'Test' difícil ya que siempre se está en el aire, con esta pregunta a flor de piel ¿y si no fuera verdad? ¿Y si todo fuera mera ilusión? Esta prueba exige una espera confiada.
Abraham no puede quedar indeciso ya que el mandato exige pronta respuesta (v. 4a; cfr. vs 6 9). Y en este momento crucial el patriarca confía: el verbo 'marchar' implica obediencia, un fiarse de Dios a pesar de todo. Por eso, es modelo y héroe de la fe (Heb 11,8ss).
• Reflexiones El éxodo de Abraham es prototipo de todo éxodo humano, a nivel individual y colectivo. Cada año, miles de personas deben romper con lo inmediato y más querido: tierra, familia... rumbo a lo desconocido. A todos les alienta la esperanza de una vida más digna y humana, la confianza en poder alimentar a los seres queridos... ¿Y si fracasa el intento? Toda existencia es una dura encrucijada: la penosa situación de esos hombres de color que patean nuestros bares con esas cajas de sorpresas, la de los temporeros agrícolas de la vendimia, la de los...
El éxodo de Abraham es también prototipo de la vida del pueblo de Israel y de la Iglesia como pueblo de Dios. La existencia cristiana siempre es una difícil encrucijada ya que implica ruptura con lo que nos agrada, salida de lo inmediato y palpable... rumbo a lo desconocido. ¿Y si todo fuera mentira? El fiarse de Dios siempre implica un riesgo, pero el que no ama el riesgo no puede llamarse cristiano.


SEGUNDA LECTURA

El tema principal es la exhortación a “Timoteo”, es decir, a cualquier ministro del Evangelio, a que cumpla fielmente su misión, superando las dificultades. A este propósito el autor menciona brevemente algunos de los puntos central del mensaje cristiano con una terminología en la que resuena tanto el vocabulario y las ideas paulina sobre la justificación por la fe y no por las obras, así como otras tradiciones dela iglesia primitiva y hasta algún eco de formulaciones de fe anteriores al escrito, quizás de algún himno bautismal.

El tema de las dificultades experimentadas por los predicadores es algo que aparece en muchos otros lugares del NT. Han de contar con ellas y prepararse para superarla. Medios para ello son el recuerdo del compromiso adquirido (1,6), y sobre todo, el tener presente la fuerza de Dios conferida gratuitamente, la esperanza en el futuro y el ejemplo y la exhortación de los otros predicadores que también las padecen.

Como siempre el centro de la presencia de Dios, de su don gratuito, de su gracia, está centrada en la aparición y manifestación del Señor Jesús, si bien se ven entroncadas en un plan de Dios que comienza con la misma creación. Se mencionan varios elementos de la historia de la salvación relacionados con la persona del predicador, pero válidos para cualquier cristiano.

FEDERICO PASTOR
federico@dabar.net

EVANGELIO

1. Aclaraciones al texto
V.1 Una indicación temporal (seis días después), suprimida en la traducción litúrgica, relaciona el texto de hoy con las afirmaciones inmediatamente precedentes y, en particular, con la última: Algunos de los aquí presentes no morirán sin ver antes al Hijo del Hombre en su gloria (16,28).
V.3 Moisés y Elías. Los dos únicos que habían tenido el privilegio de ver de alguna manera la Gloria de Dios y de hablar con Él.
V.4 Señor. Título de cortesía con connotación divina. ¡Qué hermoso es estar aquí! Traducción literal original griego: Es bueno estarnos aquí, contraponiendo el aquí glorioso con el camino doloroso a Jerusalén del que Jesús había hablado seis días antes. Glosa de las palabras de Pedro: Sería mejor quedarnos en la gloria de este monte que emprender el camino doloroso a Jerusalén.
V.5 Nube envolviendo en misterio a Dios y significando su presencia.
V.6 Cayeron de bruces, llenos de espanto. Reacción habitual de temor ante una experiencia directa de la divinidad.
V.7 No temáis. Expresión divina llevando al hombre del temor a la confianza.
V.9 Hijo del Hombre. Expresión usada por Jesús para referirse a sí mismo en el presente de su vida y en el futuro más allá de su muerte.

2.Texto
La identificación nominal de los tres discípulos no es una simple curiosidad histórica del evangelista, sino la prueba fehaciente de la verdad de lo afirmado por Jesús seis días antes: cualquiera podía acudir a Pedro, a Santiago y a Juan y preguntarles.
Ellos tres vieron y oyeron fenómenos extraordinarios extrínsecos a ellos; vivieron una experiencia divina, inesperada, que les sobrecogió y los llenó de miedo, del que sólo se sobrepusieron por un doble mandato de Jesús: ¡Levantaos! ¡No temáis!
Los tres seguían aferrados al sentido de las cosas desde perspectiva humana, seguían incapaces de ver las cosas desde perspectiva divina, seguían pensando como piensan los hombres y no como piensa Dios. Estaban más conformes con la gloria en la que entonces estaban inmersos que con las dificultades del camino a Jerusalén de las que Jesús les había hablado seis días antes.
Ahora bien, lo que piensa Dios les quedó meridianamente claro en aquella experiencia: ¡Escuchad a mi Hijo!
Era la invitación a la vuelta a la realidad de la cotidianeidad. La realidad que acababan de vivir en el monte era cierta y verdadera, pero no era la realidad del camino a Jerusalén, no era la realidad de la cotidianeidad. Ésta es la que Jesús les mandó vivir. Acababan de vivir una experiencia maravillosa, pero no era una experiencia entonces inteligible por quien no la había vivido.
El texto de hoy tiene un claro destinatario: el seguidor de Jesús de todos los tiempos, el cristiano de todos los tiempos.

3. Comprensión actualizante
El texto nos transmite la invitación de Dios a escuchar a Jesús. La mejor actualización que de ella podemos hacer es leer detenidamente Mt.16, 21-28 y caminar en consonancia con lo que ahí se dice.
La invitación de Dios al cristiano es a mantenerse en la escucha de Jesús, no dejándose llevar por los numerosos cantos de sirenas salvadoras.
La realidad de la cotidianeidad del cristiano es dura y esperanzada.

ALBERTO BENITO
alberto@dabar.net


NOTAS PARA LA HOMILIA

LA VIDA ES UN CAMINO
Con la brevedad y el esquematismo de lo que es serio en la vida, con la rotundidad de lo que realmente cuenta y vale, se refleja en la figura de Abraham, a modo de historia, lo que es la condición del ser humano y su vida.
De un modo directo, la primera lectura nos dice nuestra vida en una serie de verbos que, en su concisión, son el trazo pictórico que relata y dibuja lo que es el vivir de todos y cada uno de nosotros: Salir, marchar, buscar.
En la antigüedad esto formaba el humus de cualquier humano, lo vivía en la propia experiencia y en la cercana, a la salida de la propia madre le seguían otra serie de salidas, hacer recados de niño para ganarse el alimento, buscar una base de sustento en otras tierras, marchar hacia horizontes lejanos al oído de mejores condiciones, solicitar una novia con la que formar familia renovando el patrimonio del propio clan e incorporando savia nueva, buscar nuevos pastos con los que mantener a los propios en nuevas tierras. Hoy no es menos verdad el movimiento geográfico de tantos millones de migrantes económicos o políticos. Ni deja de ser menos significativo el movimiento de tantos millones de turistas buscando un algo exótico y desconocido que sea reflejo de una patria añorada, sentida y no encontrada, pero buscada.
En el fondo del movimiento de Abraham están todos nuestros movimientos de búsqueda inquieta de algo que colme y realice nuestras aspiraciones de plenitud, de felicidad, de tierra prometida, de proyectos personales y comunitarios. ¿Existirá tal tierra? ¿Habrá un lugar que sea, realmente, la patria definitiva?

LA ESPERANZA ES UNA NECESIDAD
Como Abraham, todos los seres humanos salimos, pero no todos con la misma esperanza. En épocas como la nuestra parece que hubiera una confabulación tácita de todas las estructuras que ejercen influencia social y humana para negar que semejante camino lleve a alguna parte.
Ni la ciencia ni el arte ni la literatura ofrecen testimonios de esperanza que afirmen un sentido a la existencia. Todo se convierte, según ellos, en un caminar azaroso, imprevisible, desorientado. Puro deambular sin búsqueda, sin horizonte. Solo dar vuelta a una existencia que no lleva a parte alguna que merezca la pena, porque todo eso es proyección de quien no se resigna a ser lo que realmente somos. No hay esperanza.
La falta de esperanza diferencia un caminar cualquiera del caminar de Abraham, del Éxodo de Israel, de la vida de los creyentes y, sobre todo, del camino de Jesús hacia Jerusalén, en donde encontrará la Cruz, pero también la vida nueva.
Si todo camino, como toda existencia, comporta una buena dosis de esfuerzo, dolor, tarea y superación, sin esperanza adquiere carácter de castigo, condena e insensatez. Con esperanza, en cambio, adquiere sentido de intermedio, de paso obligado para alcanzar la meta, de quehacer justificado. Porque todo objetivo requiere una exigencia. Pero... ¿Hay meta?

HAY QUE ALIMENTARLA
La esperanza, tan importante, es frágil y necesita ser alimentada con signos que hagan presente, ya ahora, un atisbo del futuro, un adelanto mínimo de lo esperado, una indicación de que el sentido existe, de que todo tiene una orientación de plenitud, de que el bien se levantará claramente sobre el mal, la desgracia y el abismo.
Jesús convoca a unos personajes de la historia para ofrecer un signo adelantado del futuro. Sus discípulos quedan desbordados, pero inmediatamente reciben la invitación a convertirse en signos permanentes, ya ahora, de un futuro que no vemos pero está al final en oferta de felicidad, realización y plenitud, que Dios nos ofrece gratuitamente. En el camino de la vida y de la historia, la humanidad necesita nuestro testimonio y nuestra afirmación de esperanza para cambiar el paso cansino en alegre marcha.

JOSE ALEGRE ARAGÜES
pepe@dabar.net




PARA CONSIDERAR Y REFLEXIONAR EN GRUPOS

Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan
y se los llevó aparte a una montaña alta.
(Mt 17,1)

Preguntas y cuestiones
En nuestra vida cristiana, ¿cuidamos suficientemente los momentos de alejarnos del ajetreo para estar con Jesús?
¿Donde encontramos la iluminación que nos hace seguir con el corazón agradecido el camino detrás de Jesús?


PARA LA ORACION

Siempre hemos necesitado ver, en la historia personal de otros seres humanos como nosotros, que tu mensaje es importante para la vida. Abraham, Elías, Moisés, Pedro, seres confusos y buscadores, no son modelos de perfección sino de caminantes que, un día contaron contigo y su vida se transformó en estrellas orientadoras para otros. Haz que nosotros, con nuestros defectos y limitaciones, seamos un testimonio de Ti y de tu esperanza que cambia el mundo y nos cambia la vida, porque nuestros hermanos de hoy necesitan ver que es cierto lo que celebramos y anunciamos.
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Como el pan que simboliza todo lo que alimenta las condiciones para vivir, como el vino que contagia la alegría y el esfuerzo para superar los inconvenientes de la vida, así queremos ofrecerte, Señor, nuestra pequeña gota de agua en el océano de necesidades del mundo. Acepta nuestra pequeñez y nuestro ofrecimiento. Suple nuestras limitaciones y haz que brille tu esperanza en la vida.
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Menos mal que contamos contigo. Menos mal que te tenemos cerca. Menos mal que sentimos tu Palabra invitándonos siempre a levantar el ánimo y el corazón, herido con la enfermedad frecuente del cansancio y la fiebre contagiosa de la tristeza. Contigo la vida tiene una dimensión nueva y, gracias a que no nos dejas solos, podemos confiar y esperar.
Al fondo de nuestro horizonte nos haces descubrir las posibilidades de plenitud que existen porque Tú estás en el fondo de toda la realidad transmitiendo un sentido que se nos escapa a nosotros pero que Tú has impregnado a todo.
A nuestro lado has querido que Jesús nos pronunciara tu Palabra que genera confianza y señala a la esperanza de un futuro que se abre cuando hacemos realidad el amor solidario y preocupado por los demás, especialmente por quienes peor lo pasan.
También te agradecemos la esperanza que se hace presente en quienes, en tu nombre, ayudan a transformar la vida de otros y el mundo de todos. Son estrellas que anuncian tu luz, transfiguraciones que transparentan tu presencia. Con ellos queremos expresarte nuestra gratitud cantando con decisión tu amor y cercanía
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Impregna nuestro interior de tu fuerza y llena nuestro vacío con tu esperanza. Haz que seamos caminantes que, cada semana, en esta celebración, recuperan el aliento y renuevan las ganas de seguir ofreciendo signos de futuro, actitudes de alegría y relaciones de reconciliación. Que el amor sea nuestro distintivo y la confianza el rasgo de nuestra vida.



LA MISA DE HOY

MONICIÓN DE ENTRADA
La cuaresma es un tiempo que quiere ser una metáfora de la vida. Su duración recoge el número cuarenta que, en la Biblia, es expresión del tiempo de nuestra existencia. Nos va preparando para que esta experiencia de la vida que todos tenemos, se tiña con la experiencia del encuentro con Jesús y nos haga sentir, en otros cuarenta días posteriores a su Resurrección, que la vida tiene otro sentido, otras posibilidades, otro matiz, cuando se vive con esperanza.
Es tiempo, pues, de pensar un poco, de vivir otro poco y de transmitir a quienes no tienen nuestra suerte la esperanza que aquí recibimos como ingrediente importante para vivir.

ACTO PENITENCIAL
Ante ti, Dios compañero de la vida y fuente de nuestra esperanza, reflejamos el ánimo que nos lleva por la vida.
-Tú que nos diste la vida como bendición y contemplas nuestra realidad. Señor, ten piedad
-Tú que pasaste la vida caminando hacia una ciudad nueva y así nos conseguiste la esperanza. Cristo, ten piedad.
-Tú que puedes contagiarnos del espíritu buscador y confiado de Abraham, para superar las dificultades del camino. Señor, ten piedad.
Dios, de corazón grande como el de los padres, nos entiende y acoge y nos anima a seguir siempre desde el perdón y la inquietud por alcanzar nuestra meta.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
Sacada de las tradiciones del Génesis y redactada con toda la experiencia de una larga vida sentida como marcha constante y tenaz hacia las metas, el autor de esta genial lectura nos ha sintetizado en pocas palabras lo que es nuestra propia vida, si hay esperanza. De lo contrario, sería una larga caminata por un desierto vacío y absurdo hacia ningún sitio. Abraham confió siempre en Dios y su caminar fue un buscar convencido y tenaz.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 32)
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
La palabra del Señor es sincera y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.
Que tu misericordia, Señor...
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.
Que tu misericordia, Señor...
Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Que tu misericordia, Señor...

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
Dirigida a todos nosotros, como discípulos de Jesús, que siempre necesitamos formación de nuestra fe y ánimo para seguir en las tareas propias del creyente, el autor de esta carta nos anima a hacer presente nuestra fe en el mundo, no pensando en obrar bien para que Dios nos premie, sino en mostrar que Dios, con Jesús, nos ha hecho portadores de esperanza. Si no la transmitimos, los que no creen, tienen muy cruda la existencia, porque pensarán que esto es absurdo y muy amargo.

MONICIÓN A LA LECTURA EVANGÉLICA
En el evangelio, si lo vinculamos con la experiencia de la vida que tuvo Abraham, se nos presenta un pasaje muy plástico e imaginativo, que une el pasado de la vida con el presente de cansancio y rutina. Para elevar el ánimo vital es necesario entender a Jesús como el compañero de viaje que nos hará vivir el futuro como adelantado. Pero eso mismo nos invita a que se lo presentemos a los demás con nuestro comportamiento. Cada vez que hacemos el bien a alguien, se le enciende la luz y ve otro futuro. La esperanza se le ha hecho presente.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Acuden a nuestra boca las necesidades de nuestro mundo y las expresamos en forma de súplica para que todos las escuchemos y las atendamos
-Por los creyentes desanimados, por los que dudan, por los que sienten la presión de una cultura que no confía. Roguemos al Señor
-Por los jóvenes y los niños que, por ser futuro, necesitan esperanza y pocos se la aportan, para que tengan la oportunidad de descubrirte. Roguemos al Señor.
-Por los que sufren en cualquiera de las formas en que el dolor se hace presente, para que seas su esperanza, su aliento y su futuro. Roguemos al Señor
-Por la sociedad actual que contagia problemas, extiende dificultades, pone obstáculos y desmoraliza a los más necesitados. Roguemos al Señor
-Por nuestra comunidad y quienes la formamos, para que seamos portadores de esperanza, animadores de la vida y dispensadores de perdón y amor. Roguemos al Señor.
Oración: Escucha, Padre, estas y otras oraciones que reflejan nuestra condición anímica, ayúdanos a caminar por la vida con la mirada puesta en el futuro y la confianza en Ti que eres bueno y nos acompañas siempre. Por Jesucristo Nuestro Señor

DESPEDIDA
Avanzando en la cuaresma como avanzamos en la vida, hemos de poner a disposición de todos el mensaje de esperanza que hemos cultivado en esta celebración. De su presencia en la vida depende un sentido triste y absurdo o una comprensión animada y con sentido que nos orienta hacia un final feliz hecho posible por Dios.


CANTOS PARA LA CELEBRACION

Entrada: Hoy vuelvo de lejos, de C. Erdozáin; Nos has llamado al desierto, de C. Alcalde.
Acto Penitencial: Señor, ten piedad, de Aragüés.
Salmo: LdS.
Aclamación antes del Evangelio: Gloria a ti, Señor, del cassette "16 Cantos para la Misa".
Ofertorio: Se puede guardar silencio o cantar el Attende Dómine.
Santo: 1 CLN 1 2.
Aclamación al Memorial: 1 CLN J 1.
Comunión: Cerca de ti, Señor (1 CLN 702); Delante de ti, Señor, mi Dios, del casete "Cantos para participar y vivir la Misa".



Director: José Ángel Fuertes Sancho •Paricio Frontiñán, s/n• Tlf 976458529 Fax 976439635 • 50004 ZARAGOZA
Tlf. del Evangelio: 976.44.45.46 - Página web: www.dabar.net - Correo-e: dabar@dabar.net

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WebJCP | Abril 2007