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MISIONEROS EN CAMINO: VI Domingo del T.O. (Mt 5, 17-37) - Ciclo A: Liturgia, Reflexiones, Exégesis y Oración
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sábado, 12 de febrero de 2011

VI Domingo del T.O. (Mt 5, 17-37) - Ciclo A: Liturgia, Reflexiones, Exégesis y Oración


Publicado por DABAR

LIBRES PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS

Machaconamente la respuesta al Salmo de hoy, el 118, nos hace exclamar “Dichosos los que caminan en la voluntad del Señor”. La dificultad que muchas veces se nos plantea es tener claridad sobre cuál es la voluntad de Dios y aún se nos plantea otra dificultad mayor, a saber, armonizar nuestra voluntad con esa “supuesta” voluntad de Dios. Pareciera que hablar sobre la obediencia a la voluntad de Dios sonara a opresión y dominación. Suena como si Dios nos impusiera “su” voluntad y no nos permitiera ser libres y decidir por nosotras mismas.

Esto se debe, por una parte, a una falsa imagen de Dios como alguien tirano y egoísta y, por otra parte, a que la voluntad de Dios o la de cualquier otra persona nos parece totalmente arbitraria. En el fondo pensamos que la voluntad es la elección puramente arbitraria de lo que hay que hacer. Imponérsela a los demás sería un comportamiento decididamente opresor. Sin embargo, esto no es en modo alguno lo que Jesús tenía en mente.

Si volvemos los ojos a Jesús nos damos cuenta que para El, la libertad no es un fin en sí mismo sino un medio para algo mayor, en su caso, para el cumplimiento de la voluntad de Dios. Jesús se propuso hacer esa voluntad aún cuando se sintió muy tentado de no hacerlo, como en Getsemaní. Al final no hubo contradicción entre su voluntad y la del Padre. Eso es la libertad.

Y no nos alejaremos de la verdad cuando pensamos que lo que Jesús quería decir con la expresión “voluntad de Dios” también se puede decir como “bien común”. El bien común es todo aquello que es lo mejor para toda la familia humana o para toda la comunidad de seres vivos. Dios no es un Dios caprichoso ni egoísta, quiere lo bueno para los seres humanos, con ese fin los creó, quiere el bien común.

Sin embargo, la mayoría de las veces, damos por descontado que el bien común contradice mi bien personal, es decir, que lo que es bueno para toda la sociedad, generalmente, no es bueno para mí, y lo que es bueno para mí choca con las necesidades de los otros o con el bien común. En consecuencia, en muchos casos, tendría que sacrificar mi propio bien por el bien de los otros.

Esto, sencillamente, no es cierto. No hay contradicción. Lo mejor para todos es también lo mejor para mí. Lo que podría tener que sacrificar no es mi bien, sino mi egoísmo, el colocarme yo en el centro, que no es bueno para mí en modo alguno. Cuando soy capaz de descentrarme experimento que mi bien es idéntico al bien común y entonces empiezo a ser libre para vivir y trabajar por ese bien común o, en otras palabras, para hacer la voluntad de Dios.

Es evidente que el concepto de bien común ha sido muchas veces explotado y se ha abusado de él para aplastar a las personas o ignorar sus derechos. Esto es lo que hacen siempre los sujetos y gobiernos opresores, pero constituye un abuso de la idea de bien común. En el fondo, presentan sus intereses particulares como si fueran buenos para todos, manipulando o aniquilando los derechos de las mayorías indefensas. Ni que decir tiene que eso no es el bien común.

Creo con seriedad que Jesús habló sobre el bien común como la voluntad de Dios. Dios quiere lo que es mejor para todas y todos, incluido el universo entero. Lo cual no significa que cada persona no sea valiosa y única ante Dios. Al querer el bien común Dios quiere mi bien. Y no hay conflicto entre lo que Jesús quiere y lo que quiere Dios. Esta es la verdadera libertad. En definitiva, la libertad radical para hacer la voluntad de Dios, por eso, podemos decir con el salmista “Dichosos los que caminan en la voluntad del Señor”.

MARICARMEN MARTÍN
carmen@dabar.net


DIOS HABLA

ECLESIASTICO 15,16 21
Si quieres, guardarás los mandatos del Señor, porque es prudencia cumplir su voluntad; ante ti están puestos fuego y agua: echa mano a lo que quieras; delante del hombre están muerte y vida: le darán lo que él escoja. Es inmensa la sabiduría del Señor, es grande su poder y lo ve todo; los ojos de Dios ven las acciones, él conoce todas las obras del hombre; no mandó pecar al hombre, ni deja impunes a los mentirosos.

I CORINTIOS 2,6-10
Hermanos: Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman». Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu. El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

MATEO 5,17 37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. Os lo aseguro: si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entrareis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: “no matarás”, y el que mate será procesado. Pero yo os digo: todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “renegado”, merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto. Habéis oído el mandamiento “no cometerás adulterio”. Pues yo os digo: el que mira a una muja casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hacer caer, sácatelo y tíralo. Mas te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno. Está mandado: “el que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio”. Pues yo os digo: el que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio. Habéis oído que se dijo a los antiguos: “no jurarás en falso” y “cumplirás tus votos al Señor”. Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir “sí” o “no”. Lo que pasa de ahí viene del maligno».



EXEGESIS

PRIMERA LECTURA

Introducción. El origen del mal y del pecado, a nivel individual y colectivo, ha preocupado siempre al hombre. Tanto los antiguos relatos mitológicos de Egipto y Mesopotamia como la literatura de nuestro siglo han tratado de dar una respuesta adecuada. Grave problema humano y siempre actual.
Han sido los sabios o filósofos antiguos los más preocupados por buscar y dar la solución más certera posible. Sabios son el autor de Gn. 2 3 o el del texto que comentamos, pero su enfoque es muy diverso: mientras que Gn. se fija en el origen del mal colectivo, el autor de Eclo. en el individual.
Para entender el texto es necesario leerlo en su integridad y no recortado, como la perícopa litúrgica.

Texto. —Una postura constante en nuestro comportamiento es echar a los demás las culpas de todo el mal cometido y lavarnos las manos, como inocentes. Adán se lo echa a «esa mujer que tú me diste»; Eva, a la serpiente. El discípulo de Ben Sirah también intenta liberarse de toda responsabilidad cuando afirma: «Mi pecado viene de Dios..., El me ha extraviado...» (vs. ll 12); el maestro le replica, de forma tajante: no digas eso (vs. 11 s.), ya que el Señor «no mandó pecar al hombre» (v. 20). Todo pecado es fruto del libre albedrío humano, de su libérrima voluntad (v. 14). Dios es inocente y no saca provecho alguno engañando, mas aún, odia toda maldad, ya sea de palabra o de obra
Toda obra creada salió de las manos divinas «muy buena» (Gn. 1) sólo el humano, haciendo mal uso de su libertad, es responsable del mal existente en este mundo (v. 14). En su elogio de la naturaleza humana, Pico della Mirandola nos recuerda cómo el hombre es el único ser creado capaz de decir sí al bien y a la vida, y en consecuencia llevar una vida auténticamente humana, pero también el único capaz de renegar del bien, degradándose como los animales más salvajes (cfr. v. 17), por su libertad, el hombre puede degradarse o realizarse plenamente. A veces, la elección será entre dos bienes, pero en otras muchas ocasiones se verá en la necesidad de elegir entre el bien, que es vida, y el mal, que es muerte. Libertad no exenta de responsabilidad; Dios siempre está atento a la elección del mortal (vs. 18 ss.).

Reflexiones. —El hombre actual se parece mucho al discípulo de Ben Sirah, echando siempre la culpa a Dios o a los demás. Los países ricos achacan el mal a los pobres, los blancos a los negros, los patronos a los obreros... y al revés. ¿No va siendo hora de que cada uno carguemos con nuestra culpa?
En realidad, toda la vida humana es una elección entre el bien vida y el mal muerte (cfr. Dt. 30, 15 ss.). Nos decantamos por la muerte si nos comportamos «como seres humanos separados, aislados, egoístas, incapaces de superar esa separación mediante la unión amorosa». Mediante su libertad el hombre se realiza, pero ha de «gozar de una libertad no arbitraria, sino que ofrezca la posibilidad de ser uno mismo, y no un ser lleno de ambiciones, sino una estructura perfectamente equilibrada que en todo momento se enfrenta a la alternativa de desarrollarse o caer, vivir o morir» (E. Fromm, ¿Tener o ser?..., pp. 122.163).


SEGUNDA LECTURA

En la misma línea de las lecturas anteriores, pero con unas formulaciones diferentes, Pablo habla de la sabiduría divina.

La personificación de tal sabiduría es Cristo. Pero seria un error pensar en Cristo Sabiduría más en términos intelectuales, simplemente como algo/alguien del todo superior a lo humano, Revelador supremo, Ilustrador sumo etc., convirtiendo así el cristianismo en un gnosticismo, como de hecho ocurrió. “Sabiduría” es una manera de hablar del plan salvador de Dios, lo cual se hace manifiesto con toda claridad, cuando Pablo dice en el v. 7 que Dios la había predestinado en la misma creación. Plan divino que sobrepasa con mucho la imaginación humana y hubiese sido inalcanzable si no hubiese sido por la revelación que el mismo Cristo ha llevado a cabo y que, en último término se identifica con él mismo.

Y por el Espíritu. Espíritu que el mismo Dios actuando y revelando, abriéndose a nosotros. San Pablo comienza a hablar del Espíritu, pero todavía no hace las posteriores disquisiciones sobre las personas divinas Lo importante aquí es percibir la contraposición entre “lo de Dios” y lo de los seres humanos que pretenden separarse de él, con una actitud de la humanidad fiada de sí misma, autosuficiente y, por tanto, cerrada.

No se trata en absoluto de menospreciar la sabiduría humana, sino de darle su adecuado puesto.

A fuerza de estar acostumbrado podemos no apreciar debidamente el plan de Dios u olvidar su carácter de misterio insondable y, estrictamente hablando, sublime.

Por otra parte la proclamación de Cristo crucificado, con todo lo que ello9 implica, sigue siendo difícil y se puede caer fácilmente en la tentación de suavizarla, Hoy día, en nutro ambiente de búsqueda de mayor comodidad, eliminación del dolor, etc. Las dificultades son mayores que antaño.

Hay que renovarla aunque sin caer en el frecuente y ancestral masoquismo.

FEDERICO PASTOR
federico@dabar.net

EVANGELIO

1. Aclaraciones al texto
V.17 Abolir la Ley o los Profetas. Anularlos, dejarlos sin vigencia. Dar plenitud a la Ley o a los Profetas. Llevarlos hasta el límite de su perfección. Abolir y dar plenitud no son antitéticos. Dar plenitud funciona por acumulación y mejoramiento, no por oposición. Dar plenitud a la norma es no limitarse a la sola dimensión jurídica sino extraer su dimensión moral; no limitarse a la letra de la norma sino ahondar en el espíritu de la misma. La relación de Jesús con el pasado normativo no es de enfrentamiento o de negación, pero tampoco es de aceptación mecánica o de repetición literal. Ley y Profetas. Par que se usaba para designar el conjunto normativo al que todo judío debía ajustar su vida.
V.18 Os aseguro. Fórmula aseverativa para introducir con énfasis y autoridad una declaración importante; fórmula característica y exclusiva de Jesús en los evangelios. Variantes sinónimas de ella: Os digo (v.20, os aseguro en la traducción litúrgica), Yo os digo (vs.22,28,32 y 34).
V.20 Si no sois mejores que los escribas y fariseos. Traducción más coherente con el original griego: Si vuestro cumplimiento de la voluntad de Dios no da una medida mayor que la de los escribas y fariseos. Subyace la idea de desbordar, de llenar hasta el borde, de dar plenitud.
Vs.21-22;27-28;31-32;33-34 Habéis oído que se dijo… y yo os digo. La traducción litúrgica se ha decantado por la conjunción pero (matiz adversativo); parece más coherente la conjunción y (matiz acumulativo). Una paráfrasis de la fórmula empleada por Jesús podría ser la siguiente: A lo que habéis oído yo añado.
V.22 El que esté peleado. La traducción debe ser más contundente: el que se irrite, el que monte en cólera.
V.28 En su interior. El original griego habla de corazón, sede de las decisiones y de la vida afectiva.
V.31 Acta de repudio. Documento acreditativo de que la mujer quedaba jurídicamente libre del marido; instrumento jurídico de defensa mínima de la mujer.

2. Texto
Jesús sigue hablando a los mismos alumnos de los dos domingos anteriores, sentados en el suelo alrededor de él. Lo hace en el mismo tono franco y directo.
Sus palabras giran en torno a dos núcleos: Postura de Jesús respecto de la Ley y los Profetas (vs.17-20). Cuatro ejemplos (vs.21-37).
Postura de Jesús: vs.17-20.
El versículo inicial marca la postura de Jesús respecto de la Ley y los Profetas: No he venido a abolir la Ley y los Profetas, sino a darles plenitud. Jesús se postula dentro de un pasado normativo, del que se proclama heredero, para reformular luego la hondura y la riqueza del mismo. Esta postura es la medida mayor a la que Jesús invita a sus alumnos en el cumplimiento de la Ley y de los Profetas: Si vuestro cumplimiento de la voluntad de Dios no da una medida mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
Cuatro ejemplos: vs.21-37.
Todos ellos reproducen un mismo esquema: Se ha dicho...Yo os digo. Esquema letra-espíritu de la letra: avanza no por abolición de lo dicho con anterioridad sino por ahondamiento; no por supresión sino por enriquecimiento. El avance está formulado en un lenguaje incisivo y en ocasiones hiperbólico, cuyo sentido no se encuentra en la literalidad de las palabras o de las imágenes
1. No matarás (vs.21-26). Por supuesto. Pero no sólo se mata con las armas: hay palabras y comportamientos que también matan. El odio también mata. No basta con tener las manos limpias de sangre: hay que arrancar del corazón el odio, raíz íntima del homicidio.
2. No cometerás adulterio (vs.27-30) Por supuesto. Pero no basta con no acostarse con la mujer de otro: hay interioridades también adúlteras. No basta con respetar externamente a la mujer de otro: hay que arrancar del corazón el adulterio. Y esto, cueste lo que cueste. Las imágenes y el lenguaje de Jesús son, a este respecto, auténticos latigazos de pedagogía incisiva.
3. El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio (vs.31-32). El objetivo de esta ley era ofrecer a la mujer repudiada un mínimo de garantía y de aceptación social, que fácilmente le eran negadas por ser mujer y por haber sido repudiada. Por supuesto, Jesús está de acuerdo con este objetivo jurídico. Pero no basta con él: hay que evitar perjudicar a la mujer; hay que evitar obligarla a tener que buscarse otro hombre; hay, en definitiva, que ahondar en el respeto y en el reconocimiento de la mujer y aceptarla como esposa. Indudablemente, este tercer ejemplo hay que enmarcarlo en el contexto social, económico y cultural de la época.
4. No jurarás en falso, cumplirás tus votos al Señor (vs.33-37). Por supuesto. Pero no basta: se ha de ser capaz de cumplir por sí mismo lo que se dice o promete, sin necesidad de jurar por alguien o por algo; hay que ser personas de palabra.

3. Comprensión actualizante.
Dinámica cristiana: de... a. Pasando del de al a es como el cristiano es la sal y la luz del mundo.
De no matar a no tener odio.
De no cometer adulterio a la castidad de corazón.
De la reglamentación de la práctica del repudio a la indisolubilidad del matrimonio.
Del respeto a los juramentos a la absoluta sinceridad de la palabra.

ALBERTO BENITO
alberto@dabar.net


NOTAS PARA LA HOMILIA

CONSEJOS DE “SABIOS”
Una lectura, reflejo del ambiente del siglo III antes de Cristo, llena de sabiduría, porque es una reflexión acumulada a partir de la experiencia de la vida, trata de inculcar a los jóvenes una orientación importante para vivir bien. Sé libre…, pero elige lo mejor.

¿Y qué es lo mejor? ¿Dónde encontrarlo? Desde esa pregunta que nos inquieta, ante las muchas posibilidades que nos ofrece el mundo, los autores de esta época, los sabios, remitían a lo que ellos llaman mandatos. Un conjunto de recetas sobre cómo comportarse para tener éxito.

Lo que nosotros denominamos mandamientos son fruto de un proceso muy largo de reflexión que concluye expresando lo más conveniente para que la vida vaya medianamente bien.

En ellos, se refleja la situación humana con sus problemas y sus búsquedas, sus dudas e indecisiones, sus necesidades y la fuerza de los caprichos innecesarios, pero tenaces en su seducción y atractivo. El anciano, sabio y experimentado va soltando: al menos, no te drogues, no te dejes engañar, cuida con quien vas,…No te pierdas.

Por los sucesivos momentos de la historia, ese conjunto de enseñanzas prácticas ha tenido etapas más y menos felices. Ahora podríamos decir que no es uno de sus momentos más brillantes, porque ha venido precedido de otros en que se exageró tánto su papel que se desacreditó. Todo parecía estar sometido a mandato y amenaza.

LEY Y ORDEN
Ese fue el movimiento que representaban los amigos de la ley en tiempos de Jesús, los fariseos. Para ellos es imprescindible el orden, el respeto, el sentido de la obligación,… para evitar el desmadre y la descomposición social y personal. Insistían tanto que cualquier crítica o desliz lo interpretaban como un ataque frontal a la totalidad de las normas, de la Ley. Ellos simbolizan la Ley al pie de la letra para conseguir lo mínimo que se puede sacar de ella: Sobrevivir.

Atacan y desautorizan a Jesús, como ilegal y abolicionista, porque proclama una actitud de libertad y una relación distinta con la Ley.

JESÚS Y LA LEY
Jesús se defiende diciendo dos cosas que considera fundamentales:

La primera: “No he venido a abolir la Ley y los profetas”. La expresión: La Ley y los Profetas hace referencia a una tradición que siempre había estado presente en el pueblo. Los profetas representaban a los que buscaban el sentido profundo, el significado vital de las normas, para cumplir con él aunque se pasara por alto la literalidad. La Ley está para indicar que lo importante es relacionarse con la vida de la manera más conveniente para sacar de ella el mayor provecho. Un ejemplo: Lo importante no es dar una limosna concreta, sino estar pendiente de ayudar al necesitado.

La segunda: “sino a darle plenitud”. La preocupación no está en el cumplimiento ni en el miedo sino en la aspiración a buscar y conseguir lo mejor. A llevar su sentido hasta sus últimas consecuencias, no por obligación externa ni indicación no sentida, sino por deseo, necesidad y aspiración de llegar bien lejos en obtener posibilidades.

Jesús, con su lenguaje provocador, nos pone en forma de antítesis, a donde conduce cada manera de entender los mandatos morales. Una forma dice: “No matarás” La otra forma entiende: Ayuda al prójimo siempre y en todo. ¿Cuál de las dos es mejor? Una es literal, la otra es de fondo.

Los profetas se habían caracterizado por buscar siempre el fondo y el sentido profundo de lo que ellos llamaban Alianza. La unión de Dios con los seres humanos que hace que toda ofensa a cualquier ser humano se entienda como ofensa a Dios y toda preocupación por un ser humano Dios la entienda como un acto de culto a Él. ¿Quién está más unido a Dios, el que cumple una norma o el que ayuda al prójimo? Las normas están para indicarnos cómo ayudar al prójimo.

JOSE ALEGRE ARAGÜES
pepe@dabar.net





PARA CONSIDERAR Y REFLEXIONAR EN GRUPOS

Pero yo os digo
(Mt ,5)

Preguntas y cuestiones
Seguimos oyendo en nuestra sociedad, y tristemente también en comunidades cristianas aquello de ‘ojo por ojo, diente por diente’. ¿Hasta qué punto hemos captado y en consecuencia vivimos la novedad que Jesús nos trae?
¿Por qué nos cuesta tanto vivir y convertirnos a la buena nueva que Jesús nos muestra y enseña?


PARA LA ORACION

Señor que vives junto a nosotros y, en tu grandeza misteriosa y desbordante, nos das pequeñas señales de tu cercanía. Mira nuestro mundo que pasa por momentos de dificultad para entenderte, abre nuestros ojos para descubrir tus signos y transforma nuestro corazón abriéndolo a la fraternidad y la compasión para que, desde dentro, sintamos la necesidad de poner en práctica tu ley de amor y preocupación solidaria.
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Recibe, Dios Padre de todos, la ofrenda de nuestra vida significada en el Pan y el Vino. En ellos están todos nuestros esfuerzos por la vida, nuestras necesidades urgentes, nuestras aspiraciones de un futuro mejor. Haz que, al ofrecerlas, sintamos el alivio de tanta tarea y experimentemos tu libertad.
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Nuestra celebración es, sobre todo, una acción de gracias por todo lo que vivimos contigo. Desde la experiencia de un mundo salpicado de belleza, arte, formas y colores que hablan del artista que se entrega y se refleja en su obra, de la invitación que en tu obra nos invita a abrir los ojos a una realidad que es una puerta a la trascendencia que en ella se vislumbra, de la súplica inherente a toda la realidad para que compartamos la admiración y, también, la producción de una naturaleza que se abre en oferta de alimentos y de vida.
Te agradecemos, sobre todo, la presencia en nuestra historia de Jesús, tu Palabra y la nuestra, tu llamada y nuestra oración, tu mensaje de cercanía y la expresión de nuestra necesidad y limitación. Él es nuestra esperanza, nuestro futuro, nuestro horizonte. Porque en Él vemos expresada nuestra impotencia junto a tu acción salvadora que hará posible ir mucho más allá de lo que podemos y vivir mucho más allá de nuestros límites.
También te agradecemos lo que muchas personas hacen por los demás y se convierten, así, en signos de esperanza y testimonio de tu victoria y la nuestra sobre el mal, el dolor y el pesimismo. Por todo te damos gracias.
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Con la reflexión sobre el sentido profundo de la ley, la libertad de entender que no es la letra sino el significado de solidaridad lo que la ley nos recuerda, te pedimos, Señor, que nos hagas atentos a las necesidades de todos y dispuestos a participar en la búsqueda de soluciones a los problemas de nuestro mundo.



LA MISA DE HOY

MONICIÓN DE ENTRADA
Todos necesitamos sentir que Dios nos acompaña, porque la vida tiene sus momentos de dureza y cansancio, porque la sociedad, a veces, parece perder las referencias del sentido en que camina y los horizontes hacia los que dirigirse, porque nos cansamos de esperar avances significativos, porque somos humanos, nos viene bien reunirnos a proclamar la fe y ver la vida desde ella.

SALUDO
Sed todos bienvenidos a esta celebración de agradecimiento a Dios, de reflexión sobre nuestra vida, de petición de ayuda y de experiencia de perdón. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

ACTO PENITENCIAL
Nadie es capaz de cumplir todos los requisitos y normas de la vida. Todos somos infractores de normas, pero, peor aún, todos somos, alguna vez, indiferentes e insolidarios con alguien. Dios ayúdanos a reconocernos tal y como somos.
-Tú que nos invitas a hacer todo lo posible para que la vida sea un poco mejor. Señor, ten piedad.
-Tú que nos animas a no conformarnos con el mundo como está y nos convocas a construir otro más humano. Cristo, ten piedad
-Tú que das sentido religioso a nuestras relaciones humanas e impregnas todo de tu espíritu de vida y amor. Señor, ten piedad
Dios es grande de corazón, comprensivo con nosotros y animador de la vida. Él nos acoge y nos acepta, así nos hace presente su perdón.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
Una persona quiere ofrecer toda la experiencia de su larga vida, muy reflexionada y pensada, sin proyecciones personales ni pretensiones de dominio, a un joven para que decida, con cabeza, sobre su vida. Esos consejos que acumulan tanta vida forman eso que llamamos ley y normas morales. ¿Sirven para algo?

SALMO RESPONSORIAL (Sal 118)
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor,
Dichoso el que, con vida intachable, camina en la voluntad del Señor; dichoso el que, guardando sus preceptos, lo busca de todo corazón.
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Tú promulgas tus decretos para que se observen exactamente. Ojalá esté firme mi camino, para cumplir tus consignas
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Haz bien a tu siervo: viviré y cumpliré tus palabras; ábreme los ojos, y contemplaré las maravillas de tu voluntad.
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes, y lo seguiré puntualmente; enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón.
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
Cuando la comunidad ofrece todo lo que ha elaborado a lo largo de su dilatada historia está aportando un cúmulo de humanidad y de comprensión sobre el ser humano que es un patrimonio inmenso y profundo. Pero eso requiere mucho cuidado. No todo lo que se nos ocurre forma parte de ese patrimonio. Solo lo que el Espíritu nos ha ido suscitando y revelando.

MONICIÓN A LA LECTURA EVANGÉLICA
Jesús es criticado por los más moralistas de su tiempo. En nombre del orden y de su tradición le acusan de cargarse la ley, la moral, los valores, la tradición y los mandamientos. Él rechaza esa acusación y nos envía un mensaje. La Ley y la moral son una buena ayuda para recordarnos y hacernos descubrir que lo importante es ayudarnos en la vida y mirar hacia delante. Tener metas y horizontes claros. Hacer un mundo mejor.

ORACIÓN DE LOS FIELES
A Ti, Dios cercano, afectuoso y bueno, pendiente de nosotros y siempre dispuesto a ayudarnos, te presentamos una pequeña lista de nuestros problemas y necesidades.
- Por los que celebramos la vida contigo, no siempre conscientes de nuestra suerte, para que te agradezcamos tus desvelos y tu compañía. Roguemos al Señor.
- Por los que fueron educados en una religiosidad estricta de normas y obligaciones para que descubran que eres un Dios Padre, bueno y comprensivo. Roguemos al Señor
- Por los que hablamos de Ti, para que tengamos mucho cuidado en no identificarte con la ley y el orden. Roguemos al Señor.
- Por los necesitados de la tierra, por los que sufren la soledad, por los que carecen de lo necesario, por los que no te conocen. Roguemos al Señor.
- Por quienes no tienen ideales de futuro, por quienes no esperan nada de la vida, por los que han abandonado su sentido solidario, por los que ya no creen sino en el dinero, por los sumidos en la frustración y el cinismo. Roguemos al Señor.
Oración: Escucha, Dios atento y pendiente, mira que sin Ti la vida es desengaño y soledad, no nos dejes como náufragos en nuestro viaje por la vida y ayúdanos a servir de referencias a otros. Por Jesucristo Nuestro Señor.

MONICIÓN FINAL
No hemos cumplido con una ley, hemos disfrutado en una celebración en la que cultivamos las actitudes de confianza y esperanza que hacen posible el amor y la alegría en nuestra vida. Que seamos portadores de paz y de esperanza a tantos compañeros de nuestro mundo que no la tienen.




CANTOS PARA LA CELEBRACION

Entrada Cristo nos da la libertad (1 CLN 727); Caminare en presencia(1 CLN 520); Cristo es el camino, la verdad y la vida (del disco «Dios es Amor» (CB 51 B).
Salmo Responsorial: Tu palabra me da vida (I CLN 523).
Aleluya: Canta aleluya al Señor (CB 36).
Ofrendas: Quiero estar, Señor, en tu presencia (del disco «Cantos para participar y vivir la Misa»); Cuando un niño con hambre (CB 56).
Santo: Se puede ensayar en este domingo y en los domingos de Cuaresma una nueva melodía, p.e.: I CLN I l; I CLN I 6.
Comunión: Un mandamiento nuevo (CB 210); El Señor nos ha reunido junto a El (del grupo Kairoi, disco «Vive»); Comiendo del mismo pan (I CLN O 27).
Final: Música instrumental.



Director: José Ángel Fuertes Sancho •Paricio Frontiñán, s/n• Tlf 976458529 Fax 976439635 • 50004 ZARAGOZA
Tlf. del Evangelio: 976.44.45.46 - Página web: www.dabar.net - Correo-e: dabar@dabar.net

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WebJCP | Abril 2007