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MISIONEROS EN CAMINO: Epifanía del Señor (Mt 2, 1-12) - Ciclo A: Liturgia, Reflexiones, Exégesis y Oración
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miércoles, 5 de enero de 2011

Epifanía del Señor (Mt 2, 1-12) - Ciclo A: Liturgia, Reflexiones, Exégesis y Oración


Publicado por DABAR

JESUS ES LA LUZ ENCARNADA

La Palabra que existía desde siempre junto al Padre, la que pronunció para sacar la vida del caos y del abismo, la sabiduría que conjuga todo lo creado, se hizo una vida humana, apareció como la luz de las mujeres y hombres brillando en medio de las tinieblas de los tiempos (Jn 1,5). En esa luz vimos a Dios y percibimos lo que es una vida humana en plenitud; contemplamos toda la realidad iluminada y cómo una parte de esa realidad recobró la vida. Otra parte se enquistó en la tiniebla, se volvió tiniebla y se armó contra la luz con razones, tribunales, policías y decretos.

Jesús es la luz encarnada. La luz se ha convertido en una persona que la humanidad puede ver, tocar, oír, acariciar… Todo su ser está iluminado desde dentro, y cada uno de sus gestos trasluce la vida de Dios que ha bajado hasta nosotras. La luz no ardió dentro de Jesús de tal manera que quemase su carne cotidiana de hombre común; tampoco se devaluó en medio de las expectativas oscuras de quienes la esperaban por caminos tortuosos; ni se apagó con los vientos de las incomprensiones que nunca lo contemplaron con amor; ni pudo ser extinguida por los clavos y la lanza de la cruz; ni permaneció confundida con la tiniebla del sepulcro lacrado con los sellos del imperio… La luz deja siempre traslucir la verdad (Jn 1,9).

Jesús es la luz sin sombras ni exclusiones (Jn 1,9). Nadie ha quedado nunca al margen de la luz, pues su reflejo se posa sobre todo rostro sin diferencia de razas, lenguas, sexo o plegarias. Jesús no vino a colgar pequeñas velas en nuestras encrucijadas, sino a encender toda existencia humana para que todas y todos brillemos desde dentro con luz propia. Cada persona llevamos en nuestro interior el combustible inextinguible de la luz, nos abastece el misterio mismo que sustenta constantemente nuestra existencia.

La luz venida de Dios es vulnerable y brilla sin deslumbrar a nadie. Se acerca en un hombre del pueblo que lleva en su cuerpo las huellas del trabajo manual. No se impone; simplemente, es una propuesta dirigida a la libertad de todo ser humano, bien comprensible, especialmente, para los más sencillos. Algunos acogieron la visión y la vida que Jesús traía pero otros permanecieron en las tinieblas porque se sintieron amenazados en sus privilegios.

En el caso de Jesús, la tiniebla se reviste de legalidad sagrada, entabla un proceso nocturno contra él y lo condena a muerte. La tiniebla también recurre a la legalidad civil para crucificar al ciudadano incómodo. La tiniebla se presenta disfrazada con sus mejores trajes y razones: para salvar al pueblo, para ser fieles a la tradición, para defender la ortodoxia de las enseñanzas del Dios de Israel… La luz de la tiniebla es seductora, mentirosa y asesina. La luz de Jesús es la posibilidad de la vida, de la vida en plenitud (Jn 1,16).

Ser luz es también la vocación de la discípula o discípulo de la luz encarnada: “Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5,14). Sin embargo, todos llevamos dentro repliegues de tiniebla, espacios donde todavía no hemos dejado entrar la luz. No basta con mirar nuestra realidad con las pequeñas luces que llevamos en las manos. Las luces que proyectamos sobre las personas crean sombra en el lado contrario al que iluminan. La oferta de Dios es diferente: ser luz desde dentro de nosotras mismas, iluminar nuestras sombras sin crear ninguna nueva.

En la luz de Jesús cada día podemos dar un paso sin estrenar en el terreno nuevo de lo “inimaginable” porque no es una luz cerrada sobre sí, sino abierta al don sin medida de Dios. Es una luz que nos alumbra más allá de lo que ya sabemos sobre Dios o sobre nosotras mismas. La luz nos transforma e ilumina el bello rostro que se nos regaló en la creación. Esta luz no es algo externo que resbala sobre la superficie como la luz del sol sobre nuestras calles, sino que es una luz interior que surge desde el centro de cada criatura y nos hace luminosas desde dentro, bellas, transparentes, habitadas por esa luz, hijas de la luz (Jn 1,12)… Esa luz es como un pozo inagotable. Siempre que la recordamos vuelve a manar vida y belleza en nosotras y nosotros. Es la belleza de la Navidad.

MARICARMEN MARTÍN
carmen@dabar.net




DIOS HABLA

ISAIAS 60,1 6
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad a los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti. Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora. Levanta la vista en torno, mira: todos esos se han reunido, vienen a ti; sus hijos llegan de lejos a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar, y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro, proclamando las alabanzas del Señor.

EFESIOS 3,2 3a.5 6
Hermanos: Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y participes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio.

MATEO 2,1 12
Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo». Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó donde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”». Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: «Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo». Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.



EXEGESIS

PRIMERA LECTURA

Contexto. -'¡Levántate!' (v.1): grito para despertar al dormido e infundir coraje al desesperado. El segundo imperativo: '¡brilla!' (revístete de esplendor) invita a mostrar rostro risueño porque la tristeza, la desesperación ha cesado.
- Con la vuelta del destierro, la situación del pueblo no había mejorado. Is 11 había anunciado un nuevo éxodo y un nuevo morar de Dios en Jerusalén, asegurando que su dominio se extendería no sólo a la Ciudad Santa sino a todos los pueblos del orbe. Con el anuncio de esta gozosa epifanía, los repatriados soportaron enormes dificultades, pero los años pasaban y la promesa no se cumplía (ls 52): se cometían las mismas injusticias (v. 18), la pobreza era general (v. 17), la ciudad santa carecía aún de murallas (v. 10) y los pueblos extranjeros no sólo no acudían a la ciudad sino que la despreciaban (vs. 14s). Los israelitas empezaban ya a dudar de la fidelidad divina y de las palabras proféticas.
- Frente a tanta desesperación, Is III proclama este mensaje salvífico a la ciudad de Jerusalén. Respuesta esperanzadora al lamento de un pueblo que grita: '...está lejos de nosotros el derecho... esperamos la luz y vienen las tinieblas, claridad y caminamos a oscuras...' (59,9; cfr. 56,9-57,13). El poeta anuncia bendiciones que se cumplirán porque es el mismo Dios el que habla (v.22).
. Texto. -vs. 1-3: Manifestación o epifanía salvadora de Dios. El poeta está tan seguro de ese futuro que los tiempos verbales los usa en pasado, como si ya se hubiese realizado (pasado profético).
Contraste entre luz y tinieblas (presencia y ausencia divina). La luz tan ansiada amanece sobre la Ciudad Santa, en claro contraste con las tinieblas que se abaten sobre los pueblos. 'Amanecer' no se refiere a la salida del astro-sol sino a la manifestación o epifanía del Señor (58,8), en la que el sol y la luna de la primera creación ceden su puesto a la luz divina que irradia un brillo cegador (60,19). Donde está Dios está la luz y la vida, y si Jerusalén quiere vivir deberá permanecer unida a El. Y ante esta epifanía de] Señor, también los otros pueblos se ponen en movimiento saliendo así de la densa oscuridad que les cubría.
-vs 4-7: Otra bina de imperativos recalca el carácter de urgencia e inmediatez del mensaje. Una nueva época se instaura en la ciudad donde no sólo vuelven los desterrados sino también los otros pueblos, que atraídos por esta luz se dirigen a Jerusalén. Es la antítesis de la dispersión del año 56: el edicto de repatriación de Ciro sólo hizo retornar a unos, la epifanía de Dios, a todos, incluidos los pueblos más lejanos que traen dones preciados de Oriente.
Y cuando todo esto acontezca ya no será necesario animar a Jerusalén; lo verá con sus ojos y su rostro se alegrará.
. Reflexiones. - La epifanía, descrita en este texto de Is III, no es tan concreta como la de Is II ya que acaecerá cuando Dios quiera; hay que estar siempre en esperanza esperanzadora. La palabra de Dios ha empezado a cumplirse ya con la Epifanía de Jesús: El es la luz del mundo, y luz verdadera (Jn 1,4.8) y el que le sigue no camina en tinieblas (Jn 8,12). Pero esperamos una nueva creación, una nueva epifanía (Ap 21).
- La nueva Jerusalén, la Iglesia, está llamada a ser morada epifánica del Señor. Ella no es la luz sino instrumento de esta luz. Nuestra humanidad se abate en largas y densas tinieblas .... y la Iglesia ¿es vehículo de la luz? ¿Confluyen hacia ella todos los pueblos del siglo XX con sus variadas riquezas de opiniones, de opciones ... ? Tal vez sea necesario gritarle de nuevo: '¡Levántate y brilla!', ¡despierta y vístete de esplendor! ¡Cambia tu rostro hosco, amenazante... por la alegría, la esperanza, la apertura...



SEGUNDA LECTURA

Contexto de este párrafo es una reflexión sobre el servicio del anuncio del misterio de Cristo. Misterio procedente de la previa y gratuita disposición e intención divina. No por arbitrariedades, sino por razones parcialmente antropológicas, estos planes de Dios no han llegado a ser conocidos plenamente hasta los tiempos de la intervención definitiva de Jesucristo, realizador de las promesas y anticipos. Intervención prácticamente equivalente es la del Espíritu, con la típica ambigüedad en lo tocante a este término en estas primeras teologías cristianas.

El contenido (v.6) es la universalidad de la presencia del Señor sin privatización ni monopolios, o sea, para todos. Todos los hombres son coherederos, miembros del mismo cuerpo y participan de la Promesa por el Evangelio.

El texto rompe decididamente una lanza en favor de esta universalidad en la participación humana, de todos los hombres, en los beneficios de la venida de Cristo. Lo cual plantea cuestiones bien conocidas y sentidas, especialmente en nuestros días :salvación de los no cristianos, el cómo de ella, el destino de los no creyentes o de los que han dejado de serlo, las culpas de quienes han causado las pérdidas de la fe... También son problemas reales la pregunta sobre el derecho y obligación de predicar el evangelio a todos, aun a aquellos que viven más o menos felices con su situación. Tanto unas preguntas como otras no deberían resolverse con demasiada sencillez, porque ello equivale a decir banalidades o inexactitudes. Como tampoco podemos dejarnos llevar de ciertos ambientes y renunciar a la universalidad. Aunque porque "no conviene forzar a otros ni imponer nuestras convicciones". Otras veces, para obviar esas reales dificultades tendemos a restringir el alcance del evangelio, más o menos conscientemente, a "los de siempre", es decir, a nosotros.

El apóstol cristiano o el cristiano apóstol, que viene a ser lo mismo, está convencido de que el don de Dios es para todos. Porque es don de Dios. El Señor ya está presente en la realidad desde el comienzo y lo ha desvelado/revelado por medio de su Hijo. De ahí que sea bueno lograr una mayor concienciación de esta salvación existente en el mundo y en los hombres. Es simplemente aceptar que Dios es Dios y, por tanto, universal en su acción.

No se puede renunciar al universalismo, porque sería tanto como renunciar a la fe. Pero desde luego no sabemos bien cómo hacerlo. Al menos si podemos decir esto: proponer lo que nosotros vivimos, respetando a los demás. Porque también ellos están dentro de este plan y son partícipes de él, aunque no lo sepan. No se trata de salvarlos, porque ya están salvados, sino de decir y proclamar lo que creemos.

FEDERICO PASTOR
federico@dabar.net


EVANGELIO

1. Aclaraciones al texto
V.1 Rey Herodes, el Grande: padre de Herodes Antipas, que gobernó en Galilea siendo Jesús adulto. Magos de Oriente. Estudiosos de los astros, a caballo entre la astronomía y la astrología. Su procedencia al este de Israel remite a Mesopotomia (actual Irak). La expectación de un Salvador del mundo, de un Mesías en terminología judía, estaba tan arraigada entre los estudiosos de los astros, que desde oriente se desplazaban a occidente en búsqueda del mismo.
V.2 Venimos a adorarlo. Actitud sólo debida a Dios.
V.4 Sumos pontífices y letrados. Miembros del Sanedrín o Gran Consejo judío.
V.5 El profeta. Se trata de Miqueas, s.VIII a.C.

2. Texto
Parece estar escrito de acuerdo a una técnica literaria de composición, basada en la correspondencia simétrica de datos que confluyen en un centro, en el que se formula el dato relevante de todo el conjunto.
Este dato relevante es el versículo 6: cita del profeta Miqueas, hablando de Belén como lugar de procedencia del pastor del pueblo de Dios. En consecuencia, el mensaje central del texto es como sigue: el niño de Belén pastoreará al pueblo de Dios.

El resto de datos, girando en torno a este versículo, contribuye a precisar los límites geográficos de un pueblo de Dios, que en la cita profética recibe el nombre de Israel.

Sabios no israelitas buscan, descubren y hacen suyo al niño de Belén, mientras que Herodes y Jerusalén se desconciertan ante ese niño.

Este conjunto de datos en torno al dato central dibuja un mapa nuevo de pueblo de Dios, sin límites geográficos. De esta forma, el texto es de principio a fin una sucesión de paradojas, que ponen de manifiesto que la pertenencia al Pueblo de Dios no es algo que nadie debe dar por descontado.

3. Comprensión actualizante
Los magos no pertenecían al Pueblo de Dios; Herodes y los habitantes de Jerusalén, sí. La pregunta surge espontánea: ¿Quién era realmente Pueblo de Dios? ¿Los magos? ¿Herodes y los habitantes de Jerusalén? La pregunta trasciende el tiempo histórico del relato y llega hasta hoy. Indudablemente, no existe Pueblo de Dios por descontado, ni entonces ni ahora. Hoy como entonces, ni son todos los que están ni están todos los que son.

Jesús no es patrimonio exclusivo de un lugar o de una época.
Judío de nacimiento, Jesús es para judíos y para no judíos.
Jesús es luz para todos; llena de alegría a todos; realiza las esperanzas de todos; aporta ilusión a todos; da sentido a la vida de todos. Por eso, hoy es Epifanía: manifestación de Dios a todos sin restricción.

ALBERTO BENITO
alberto@dabar.net


NOTAS PARA LA HOMILIA

Universalidad de la salvación y fidelidad a la vocación son los contenidos del evangelio de esta festividad.
La bondad de Dios llega a todos sus hijos desde que en esta tierra habitan humanos. “Dios no hace acepción de personas”. Hechos 10, 34.
El Creador de la vida acompaña a todas las personas y les garantiza lo necesario para avanzar hacia su plena felicidad. En este camino la voluntad de cada uno es imprescindible y libre. Si bien estas afirmaciones pueden parecer atrevidas o discutibles.
Los bautizados en la fe de Jesús creemos jugar con ventaja en ese proceso universal.
1) En todo proceso salvador, la gracia de Dios tiene la primera palabra, porque “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. 1 Timoteo 2,3.
2) Quien tenga la suerte de conocer el mensaje de Jesús, el Hijo, por medio del que “ en esta etapa final Dios nos ha hablado”(Hebreos 1,2), juega con ventaja respecto de los que no pudieron acceder a la plena revelación de Dios Padre que el Hijo nos ha dado a conocer, sin sentirnos por ello superiores a ningún otro colectivo religioso.
3) Dada esta común condición de peregrinos, a todos nos toca ayudarnos a avanzar; algunos caminan con más dificultad pero no podemos prescindir de ellos porque todos somos hermanos. Otros ya llegaron a la meta y dejaron mojones indicativos de la ruta; tampoco podemos olvidarnos de sus referencias.
4) Abraham, el padre de los creyentes, encabeza esta multitud de peregrinos de la fe. Romanos 4, 16.
5) Olvidadas ya todas las peripecias del largo camino, la contemplación de Dios, rinde a sus pies a los peregrinos. Todo lo anterior se ve ahora como una preparación de este gran encuentro. Las dificultades probaron la fidelidad y aumentaron el deseo. En los riesgos se experimentó la ayuda indirecta de Dios y creció la confianza en Él. Los errores ayudaron a corregirlos y evitarlos en el futuro, al mismo tiempo que aumentaron la vigilancia. La tardanza en alcanzar la meta, dio a conocer muchas experiencias nuevas, otras personas, otras ideas y nuevos horizontes. Todo el proceso se ve ahora como la introducción a un estado nuevo.
6) La adoración nos enriquece dándonos nuestra medida de criaturas dependientes y subordinadas, hechas para obedecer gustosamente, de modo que no se altere el orden del conjunto. La adoración no humilla sino enaltece y llena con un poco de la plenitud de Dios que se contempla.
Necesita tiempo para integrarse, silencio para no ser perturbada y vía libre para cantar después alegremente por los caminos de la vida. Como los magos que, después de adorar al Niño, se fueron por otro camino.
Maestra de adoradores es la Madre que miraba, callaba y, admirada, guardaba en su corazón aquellos recuerdos. Maestro de adoradores es también Tomás al caer de rodillas, diciendo “Señor mío y Dios mío”. Maestros debemos serlo todos un poco.
7) No todos los niños pueden tener su ansiado juguete, mientras otros tienen tantos que no saben que hacer con ellos. Se ha montado el escandaloso negocio del absurdo consumismo.
A los mayores también les agrada un recuerdo y un obsequio; no falta quien preferiría un poco más de afecto y un poco menos de soledad.
Todos podemos regalar amistad, cercanía, tiempo, un poco de ilusión, etc.
8) La belleza y el amor de Dios se revelan también en la ingeniosa trama que discurre en la vida para constituir el misterio que llamamos “vocación”.
Una luz se esconde en lo profundo del proceso, como la estrella de los magos; luz que preside las noches o que se oculta de día; luz que hace avanzar contra corriente, hacia el sur, donde está el “Belén del Encuentro”.
Allí la pequeñez vence a los grandes como Herodes; allí se reafirma la fidelidad de Dios y se premia la de los hombres. En Belén se unieron los cielos y la tierra, oriente y occidente en amor eterno ante singulares testigos: María de Nazaret, unos pastores y los sabios.

LORENZO TOUS



PARA CONSIDERAR Y REFLEXIONAR EN GRUPOS

Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo (Mt, 2,6)

Preguntas y cuestiones

Como Job que al escuchar tu respuesta se prometió callar ante Ti, hoy, Señor, en silencio profundo adoramos tu misterio. Pero llevamos el alma apenada ante la sociedad que nos ha tocado vivir.
¿ Por qué tardaste tanto en enviarnos a Jesús y por qué sigue siendo tan desconocido de muchos de los suyos?
¿Dónde encontraremos un lenguaje que convenza de que Jesús vive y está con nosotros y con todos los hombres?
Envía, Señor, profetas y sabios a tu Iglesia.
Sigue purificándonos de nuestros lastres y pecados que impiden que nuestro testimonio sea coherente, alegre y contagioso.


PARA LA ORACION

Padre nuestro, tu conoces las necesidades de nuestro mundo por eso nos enviaste a tu Hijo para salvarnos.
Ante el cambio profundo de nuestra sociedad, nos cuesta encontrar la palabra y el testimonio que presente eficazmente el mensaje de Jesús.
Derrama tu Espíritu de amor sobre todos los hombres y envíales la luz de tu Espíritu para que descubran tu amor y tu salvación.
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Ponemos sobre el altar, Señor, nuestros deseos de vivir como hijos de Dios y seguidores de Jesús.
Te ofrecemos también nuestras ignorancias, incoherencias y debilidades para que tu Espíritu las transforme en fidelidad y fortaleza.
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Te damos gracias, Padre, por tu infinito amor a todos los hombres.
Desde que creaste el mundo siempre te has hecho presente al lado de todas tus criaturas. Te alabamos por tu bondad que a todos socorre.
Sobre todo te alabamos por habernos enviado a tu Hijo como nuestro Salvador.
Él superó toda limitación a la hora de hacer llegar tu amor a los hombres, especialmente a los más pobres y alejados. Él es la luz del mundo que nos ha mostrado tu amor y el Resucitado de entre los muertos que nos ha hecho hijos de Dios.
Su Espíritu sigue derramándose sobre el mundo sin fronteras para extender tu reino de paz, de vida y de amor.
Porque nos sentimos afortunados y muy agradecidos, queremos cantar hoy tus alabanzas con todos nuestros hermanos en la tierra y con todos los que ya alcanzaron la patria del cielo.
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Después de escuchar la Palabra y recibir el pan de vida eterna, queremos. Señor, volver a nuestra vida con otra actitud y con energía renovada.
Que tu Espíritu nos conduzca y nos acompañe siempre.





LA MISA DE HOY

MONICIÓN DE ENTRADA
Hoy celebramos la universalidad de la salvación de Jesús que alcanza hasta los confines de la tierra. “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”.
Para cada uno tiene preparado un proyecto que le lleve a su plenitud y al encuentro con Él.
En estos personajes simbólicos , venidos de lejos misteriosamente, para adorar al Niño Jesús, estamos representados todos los hombres.
Este encuentro expresa también la fidelidad de Dios y la de los hombres que siguen su llamada.

SALUDO
Que la luz de Dios y su gloria estén con todos vosotros.

ACTO PENITENCIAL
De todas nuestras infidelidades y errores pidamos perdón al Señor.
- Señor, a veces caminamos como ciegos, buscando tu luz. Señor, ten piedad.
- Señor, tu eres el camino que nos conduce al Padre. Cristo, ten piedad.
- Señor, a veces no hemos escuchado tu voz y nos hemos alejado de ti. Señor, ten piedad.

Dios misericordioso olvide nuestros pecados y nos dé vida eterna.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
Escuchemos este poema del profeta Isaías en el que canta con espléndidas imágenes y entusiasmo nacional el triunfo de la luz en Jerusalén y la peregrinación de los pueblos.
Mientras la oscuridad es universal, se anuncia una aurora que cambiará la historia.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 71)
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.
Se postrarán ante ti, Señor todos los pueblos de la tierra.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra.
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Que los reyes de Saba y Arabia le ofrezcan sus dones; que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan.
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres.
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
San Pablo nos hablará de la igualdad de los hombres ante Dios. Para todos envió a su Hijo, para que por medio de él todos formemos la familia de Dios. Este texto proclama la universalidad de la salvación.

MONICIÓN A LA LECTURA EVANGÉLICA
El evangelio de hoy presenta el encuentro de los pueblos lejanos con el Salvador del mundo. Contrasta su interés con la ignorancia del pueblo judío y la hipocresía de sus autoridades. Acomodándose a la mentalidad de aquellos astrólogos, Dios les hace llegar su llamada a seguir a Jesús.

ORACIÓN DE LOS FIELES
En este día de fiesta universal presentemos al Señor las necesidades del mundo entero. Respondamos: Ayúdanos, Señor.
- Señor, tu dijiste: “Yo soy la luz del mundo”, pero hay muchos que caminan en las tinieblas. Ayúdanos, Señor.
- Señor, tu que dijiste: “Venid a mí los que estáis cansados”, mira cuántos están perdiendo la ilusión y la esperanza. Ayúdanos, Señor.
- Señor, en el mundo se pierden los valores de tu evangelio, es urgente dar testimonio de ti. Ayúdanos, Señor.
- Señor, la crisis económica está causando muchos sufrimientos. Queremos ser solidarios. Ayúdanos, Señor.
- Señor, entre nosotros hay profetas y místicos, algunos perseguidos, que nos muestran el camino de la conversión. Ayúdanos, Señor.
- Señor, todos nosotros hemos recibido tu llamada. Queremos conocerte y seguirte con fidelidad. Ayúdanos, Señor.
- Señor, todos tenemos parientes, amigos y bienhechores que ya contemplan tu gloria. Queremos tener más fe en la vida eterna. Ayúdanos, Señor.

Oración: Acoge, Señor, con bondad nuestras peticiones. Tu conoces las grandes necesidades del mundo y los deseos de nuestro corazón. Que tu misericordia, Señor, llene la tierra. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.



CANTOS PARA LA CELEBRACION

Entrada: Tres reyes magos llegan de oriente (disco “Preparad los caminos” de Erdozáin); Cuando llega la luz (disco “Cuando llega la luz” de Barja).
Gloria: De Palazón.
Salmo: Lds; Tu reino es vida.
Aleluya: Aleluya navideño (disco “Cantos para participar y vivir la Misa”).
Credo: 1CLN-F 1.
Ofertorio: Caminando desde oriente (disco “Nuevos cantos de adviento y navidad”); El tamborilero.
Comunión: Noche de Dios; Los reyes magos (de Mateu); Postrémonos humildes (1CLN-51); Cristianos venid (1CLN-55).
Final: Anunciaremos tu reino, Señor; Villancicos populares.



Director: José Ángel Fuertes Sancho •Paricio Frontiñán, s/n• Tlf 976458529 Fax 976439635 • 50004 ZARAGOZA
Tlf. del Evangelio: 976.44.45.46 - Página web: www.dabar.net - Correo-e: dabar@dabar.net

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WebJCP | Abril 2007