Publicado por Ciudad Redonda
NOTAS BÍBLICAS
(por equipo coordinador, con asesoramiento de un biblista)
Este texto se compone de dos partes:
La primera relata el comienzo de la actividad de Jesús.
La segunda narra las primeras llamadas a discípulos. Este trozo puede ser omitido en la lectura de la misa.
El primer relato parte de la detención de Juan Bautista, que más tarde matará el rey de Galilea, Herodes Antipas.
El evangelista hace un juego con los lugares geográficos: Jesús deja el desierto de Judea, donde fue arrestado Juan, y se traslada a Galilea, donde Juan ha sido llevado a prisión; además deja su pueblo Nazaret en la montaña y se traslada a residir a Cafarnaúm, pueblo de unos mil habitantes a orillas del lago. Luego le da una interpretación desde una profecía de Isaías, jugando con las imágenes de luz y tinieblas: la oscuridad del dominio de los gentiles o paganos (Asiria en tiempos del profeta, Roma en tiempos de Jesús) sobre las tierras de las tribus de Zabulón y Neftalí -donde está Cafarnaúm-, va a terminar con la llegada de una luz, que es Jesús.
Es significativo que las primeras palabras de Jesús repitan exactamente las de Juan Bautista: Jesús brilla sobre la sombra de muerte que se ha cernido sobre el profeta Juan.
En la segunda parte, Jesús llama a dos pares de hermanos, que trabajan para Roma -dueña del lago de Galilea-, para convertirlos en "pescadores de hombres", imagen usada por los profetas para referirse a la acción de Dios con los que obran en contra de sus designios.
El evangelista repite por tres veces que los Zebedeos dejaron la figura patriarcal. Más tarde Jesús va a redefinir las relaciones familiares, justamente desbancando la figura del padre.
Sin embargo hay que evitar las interpretaciones absolutas: en capítulos posteriores veremos a Pedro en casa de su suegra o a los Zebedeos con su madre, lo que relativiza esa separación de sus familias.
Si la luz de Cristo brilla sobre nosotros, nuestras vidas no pueden permanecer iguales: tenemos que cambiar el centro sobre el que giran nuestras alegrías y esperanzas, agobios y tristezas. ¿Qué cosas nos llenan nuestro corazón y cuáles nos preocupan? ¿Qué esperanzas nos mueven y qué ocupa nuestros esfuerzos?
Jesús nos llama a cada uno de nosotros por nuestro nombre y nos convoca a una nueva evangelización, en nuestro caso anunciar el Reino desde la familia y el trabajo.
DESDE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA
(matrimonio con dos hijos, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Si la luz de Cristo brilla sobre nosotros, nuestras vidas no pueden permanecer iguales: tenemos que cambiar el centro sobre el que giran nuestras alegrías y esperanzas, agobios y tristezas. ¿Qué cosas nos llenan nuestro corazón y cuáles nos preocupan? ¿Qué esperanzas nos mueven y qué ocupa nuestros esfuerzos?Jesús nos llama a cada uno de nosotros por nuestro nombre y nos convoca a una nueva evangelización, en nuestro caso anunciar el Reino desde la familia y el trabajo.
PARA REZAR
(hombre, casado, trabaja, con tres hijos, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Que mis ojos no se acostumbren a la noche,
que no me acomode a caminar en silencio y a oscuras,
que esté atento a tu Luz,
y que si he de quedarme ciego que sea de contemplar y vivir en tu claridad.
Señor, que no me arraigue a lo mundano, a lo superficial,
que sea capaz de soltar mis redes para seguir tu pasos,
para buscar tus huellas,
para movilizarme hacia todo aquello que tiene que ver Contigo.
Padre, dame fuerzas para levantarme cuando escuche tu voz.
Dame sensibilidad para reconocer que Tú me llamas por mi nombre,
cada vez que alguien me quiere, me cuida, me besa, me respeta, me espera...
para sentir que estoy en tu camino y Tú estás en mí cada vez que soy capaz de regalar una sonrisa,
una palabra de aliento, ternura, cariño, cada vez que me comprometo,
cada vez que mis talentos sirven a los demás...
Dios mío, que yo sea el pez que Tú pesques con tu Palabra,
que por tu Palabra yo sea el pescador que encarna tu mensaje,
y sabe tejer redes de solidaridad, de amor, de fe, de testimonio...
y que pone la mirada en el cielo y la pasión en el mar del mundo
para que a esa red se llene en tu Nombre y por Tu Nombre.
(mujer, soltera, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Dios Padre Bueno y Misericordioso, te damos Gracias
porque Tú nos invitas hoy a la conversión,
y nos llamas a la Misión y a trabajar por un mundo mejor.
Te damos Gracias porque confías en nosotros
y nos llamas a seguirte, a cambiar de vida
y a proclamar tu Evangelio de Vida en nuestra sociedad.
Ayúdanos, Tú Señor, a ser fieles seguidores tuyos
y a ser incansables constructores de tu Reino de Salvación.
Ayúdanos, Señor, a luchar contra todas las enfermedades
provocadas por el egoísmo, el mal y las injusticias,
para que así sea respetada la dignidad de cada persona.
Ayúdanos, Dios nuestro, a curar todo tipo de dolencia
de cada uno de nuestros hermanos que sufren
y que necesitan nuestra ayuda y comprensión.
Te damos Gracias, Señor Jesús y Dios nuestro,
porque tu Presencia transforma nuestras vidas,
y porque nuestro corazón desea seguirte
para ser apóstol y testigo tuyo en medio del mundo.
¡Tú nos seduces, Señor, y marcas nuestros destinos!
Haz Tú, Señor, que sepamos ser consecuentes y coherentes
con nuestra vocación cristiana, cada día y en todo momento,
en medio de las situaciones cotidianas de nuestra vida.
Dios, Padre nuestro, ten Misericordia de nosotros
y no permitas que los momentos de dificultades nos alejen de Ti
ni de la Misión a la que Tú nos envías hoy, y cada día. Amén.
(por equipo coordinador, con asesoramiento de un biblista)
Este texto se compone de dos partes:
La primera relata el comienzo de la actividad de Jesús.
La segunda narra las primeras llamadas a discípulos. Este trozo puede ser omitido en la lectura de la misa.
El primer relato parte de la detención de Juan Bautista, que más tarde matará el rey de Galilea, Herodes Antipas.
El evangelista hace un juego con los lugares geográficos: Jesús deja el desierto de Judea, donde fue arrestado Juan, y se traslada a Galilea, donde Juan ha sido llevado a prisión; además deja su pueblo Nazaret en la montaña y se traslada a residir a Cafarnaúm, pueblo de unos mil habitantes a orillas del lago. Luego le da una interpretación desde una profecía de Isaías, jugando con las imágenes de luz y tinieblas: la oscuridad del dominio de los gentiles o paganos (Asiria en tiempos del profeta, Roma en tiempos de Jesús) sobre las tierras de las tribus de Zabulón y Neftalí -donde está Cafarnaúm-, va a terminar con la llegada de una luz, que es Jesús.
Es significativo que las primeras palabras de Jesús repitan exactamente las de Juan Bautista: Jesús brilla sobre la sombra de muerte que se ha cernido sobre el profeta Juan.
En la segunda parte, Jesús llama a dos pares de hermanos, que trabajan para Roma -dueña del lago de Galilea-, para convertirlos en "pescadores de hombres", imagen usada por los profetas para referirse a la acción de Dios con los que obran en contra de sus designios.
El evangelista repite por tres veces que los Zebedeos dejaron la figura patriarcal. Más tarde Jesús va a redefinir las relaciones familiares, justamente desbancando la figura del padre.
Sin embargo hay que evitar las interpretaciones absolutas: en capítulos posteriores veremos a Pedro en casa de su suegra o a los Zebedeos con su madre, lo que relativiza esa separación de sus familias.
Si la luz de Cristo brilla sobre nosotros, nuestras vidas no pueden permanecer iguales: tenemos que cambiar el centro sobre el que giran nuestras alegrías y esperanzas, agobios y tristezas. ¿Qué cosas nos llenan nuestro corazón y cuáles nos preocupan? ¿Qué esperanzas nos mueven y qué ocupa nuestros esfuerzos?
Jesús nos llama a cada uno de nosotros por nuestro nombre y nos convoca a una nueva evangelización, en nuestro caso anunciar el Reino desde la familia y el trabajo.
DESDE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA
(matrimonio con dos hijos, trabajan ambos, pertenecen a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Si la luz de Cristo brilla sobre nosotros, nuestras vidas no pueden permanecer iguales: tenemos que cambiar el centro sobre el que giran nuestras alegrías y esperanzas, agobios y tristezas. ¿Qué cosas nos llenan nuestro corazón y cuáles nos preocupan? ¿Qué esperanzas nos mueven y qué ocupa nuestros esfuerzos?Jesús nos llama a cada uno de nosotros por nuestro nombre y nos convoca a una nueva evangelización, en nuestro caso anunciar el Reino desde la familia y el trabajo.
PARA REZAR
(hombre, casado, trabaja, con tres hijos, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Que mis ojos no se acostumbren a la noche,
que no me acomode a caminar en silencio y a oscuras,
que esté atento a tu Luz,
y que si he de quedarme ciego que sea de contemplar y vivir en tu claridad.
Señor, que no me arraigue a lo mundano, a lo superficial,
que sea capaz de soltar mis redes para seguir tu pasos,
para buscar tus huellas,
para movilizarme hacia todo aquello que tiene que ver Contigo.
Padre, dame fuerzas para levantarme cuando escuche tu voz.
Dame sensibilidad para reconocer que Tú me llamas por mi nombre,
cada vez que alguien me quiere, me cuida, me besa, me respeta, me espera...
para sentir que estoy en tu camino y Tú estás en mí cada vez que soy capaz de regalar una sonrisa,
una palabra de aliento, ternura, cariño, cada vez que me comprometo,
cada vez que mis talentos sirven a los demás...
Dios mío, que yo sea el pez que Tú pesques con tu Palabra,
que por tu Palabra yo sea el pescador que encarna tu mensaje,
y sabe tejer redes de solidaridad, de amor, de fe, de testimonio...
y que pone la mirada en el cielo y la pasión en el mar del mundo
para que a esa red se llene en tu Nombre y por Tu Nombre.
(mujer, soltera, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)
Dios Padre Bueno y Misericordioso, te damos Gracias
porque Tú nos invitas hoy a la conversión,
y nos llamas a la Misión y a trabajar por un mundo mejor.
Te damos Gracias porque confías en nosotros
y nos llamas a seguirte, a cambiar de vida
y a proclamar tu Evangelio de Vida en nuestra sociedad.
Ayúdanos, Tú Señor, a ser fieles seguidores tuyos
y a ser incansables constructores de tu Reino de Salvación.
Ayúdanos, Señor, a luchar contra todas las enfermedades
provocadas por el egoísmo, el mal y las injusticias,
para que así sea respetada la dignidad de cada persona.
Ayúdanos, Dios nuestro, a curar todo tipo de dolencia
de cada uno de nuestros hermanos que sufren
y que necesitan nuestra ayuda y comprensión.
Te damos Gracias, Señor Jesús y Dios nuestro,
porque tu Presencia transforma nuestras vidas,
y porque nuestro corazón desea seguirte
para ser apóstol y testigo tuyo en medio del mundo.
¡Tú nos seduces, Señor, y marcas nuestros destinos!
Haz Tú, Señor, que sepamos ser consecuentes y coherentes
con nuestra vocación cristiana, cada día y en todo momento,
en medio de las situaciones cotidianas de nuestra vida.
Dios, Padre nuestro, ten Misericordia de nosotros
y no permitas que los momentos de dificultades nos alejen de Ti
ni de la Misión a la que Tú nos envías hoy, y cada día. Amén.
0 comentarios:
Publicar un comentario