El nacimiento de un hijo es una alegría para la familia. Pero José estaba muy preocupado. No entendía cómo María podía esperar “un hijo por obra del Espíritu Santo”... Por eso se le apareció un ángel... para aclarar sus dudas y calmar sus miedos.
Muchas veces, nuestras preocupaciones y problemas de todos los días... nos encierran en nosotros mismos y no encontramos una salida. Muchas veces, al no encontrar solución a nuestros problemas... buscamos la más fácil... que no siempre es la que Dios quiere. Que no siempre es lo que Jesús haría.
José estuvo a punto de echar a María de casa... Esto sería como echar a Dios de su corazón. Para José no fue fácil aceptar la voluntad de Dios... pero al final pudo más su fe y el amor a su esposa.
También nosotros, a veces, actuamos así. Para solucionar nuestros problemas actuamos al contrario de como lo haría Jesús. Y cuando hacemos esto... nuestro corazón se “arruga” y en él ya no queda sitio para Dios.
En estos pocos días que faltan para Navidad... pedimos a Dios que nos llene el corazón de fe y esperanza. Que sepamos hacerle un hueco... sobretodo cuando tenemos dudas, problemas y preocupaciones. Sólo con un corazón sencillo, abierto y lleno de fe -como el de José- podremos ver la vida con esperanza, con alegría y con paz.
Ya estamos muy cerca de la Navidad... y queremos estar listos para recibir al niño Jesús... como lo estuvo José.
● Piensa en una cosa que te preocupe mucho... ¿cómo intentas solucionarla? ¿Tienes en cuenta lo que haría Jesús en tu lugar... para encontrar una solución a tu problema?
● El Niño Jesús encontró en San José a un buen padre... ¿en qué cosas notas el cariño y amor que te tiene el tuyo? Sabes que tu papá te quiere por que...
● ¿En qué nota tu papá que le quieres mucho? ¿Cómo le demuestras tu amor?
Muchas veces, nuestras preocupaciones y problemas de todos los días... nos encierran en nosotros mismos y no encontramos una salida. Muchas veces, al no encontrar solución a nuestros problemas... buscamos la más fácil... que no siempre es la que Dios quiere. Que no siempre es lo que Jesús haría.
José estuvo a punto de echar a María de casa... Esto sería como echar a Dios de su corazón. Para José no fue fácil aceptar la voluntad de Dios... pero al final pudo más su fe y el amor a su esposa.
También nosotros, a veces, actuamos así. Para solucionar nuestros problemas actuamos al contrario de como lo haría Jesús. Y cuando hacemos esto... nuestro corazón se “arruga” y en él ya no queda sitio para Dios.
En estos pocos días que faltan para Navidad... pedimos a Dios que nos llene el corazón de fe y esperanza. Que sepamos hacerle un hueco... sobretodo cuando tenemos dudas, problemas y preocupaciones. Sólo con un corazón sencillo, abierto y lleno de fe -como el de José- podremos ver la vida con esperanza, con alegría y con paz.
Ya estamos muy cerca de la Navidad... y queremos estar listos para recibir al niño Jesús... como lo estuvo José.
● Piensa en una cosa que te preocupe mucho... ¿cómo intentas solucionarla? ¿Tienes en cuenta lo que haría Jesús en tu lugar... para encontrar una solución a tu problema?
● El Niño Jesús encontró en San José a un buen padre... ¿en qué cosas notas el cariño y amor que te tiene el tuyo? Sabes que tu papá te quiere por que...
● ¿En qué nota tu papá que le quieres mucho? ¿Cómo le demuestras tu amor?
POR MI PAPÁ
Querido Jesús... hoy te pido por mi papá.
Que nunca le falte el trabajo, ni tenga problemas de salud.
Que sea feliz en nuestra familia y estemos unidos,
para que esté orgulloso de todos nosotros.
Ayúdame a confiar mucho en él,
a escuchar sus consejos y a obedecer en lo que me pida.
Te pido que él esté contento
y no se canse mucho trabajando por nosotros.
Acompáñalo en todo momento, cuando sale a trabajar,
cuando viaja, cuando está con nosotros.
Dale paciencia, buen ánimo y alegría.
Lo quiero mucho y te pido que lo cuides
y lo quieras también.
Gracias por mi papá.
Querido Jesús... hoy te pido por mi papá.
Que nunca le falte el trabajo, ni tenga problemas de salud.
Que sea feliz en nuestra familia y estemos unidos,
para que esté orgulloso de todos nosotros.
Ayúdame a confiar mucho en él,
a escuchar sus consejos y a obedecer en lo que me pida.
Te pido que él esté contento
y no se canse mucho trabajando por nosotros.
Acompáñalo en todo momento, cuando sale a trabajar,
cuando viaja, cuando está con nosotros.
Dale paciencia, buen ánimo y alegría.
Lo quiero mucho y te pido que lo cuides
y lo quieras también.
Gracias por mi papá.
0 comentarios:
Publicar un comentario