El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Por OMPRESS
* Dos franciscanos españoles: 40 años en Tierra Santa
* Encuentro de Infancia Misionera en Ciudad Real
* Asamblea de los superiores mayores jesuitas de América Latina y el Caribe
* 30 años del Servicio Jesuita a los Refugiados
Dos franciscanos españoles: 40 años en Tierra Santa
OMPRESS-JERUSALÉN (11-11-10) El padre Artemio Vítores González y el hermano Ovidio Dueñas González acaban de cumplir sus 40 años de labor misionera en Tierra Santa, durante los cuales han desarrollado de forma infatigable el peculiar encargo de los franciscanos como “guardianes” de los Santos Lugares.
El palentino Artemio Vítores es el vicario de la Custodia y el guardián del convento más grande de la Custodia, el de San Salvador en Jerusalén. Su trabajo es incesante; en estos días, como él mismo nos cuenta ha tenido “25 huéspedes, todos frailes, 16 de ellos de Transilvania”. Además, los franciscanos han tenido últimamente varios acontecimientos destacados, entre ellos, varias conferencias sobre el Sínodo de Oriente Medio, recientemente concluido en Roma. Quienes quieran saber más de su actividad podrán hacerlo el próximo 7 de diciembre, cuando el programa “Españoles en el mundo” emita un programa dedicado a Jerusalén.
Por su parte, el hermano Ovidio, un burgalés probado en este momento por la enfermedad, se siente “tranquilo y confiado”, pero también “débil”. Según el padre Artemio, “no puede ir, como era su costumbre todas las mañanas para “abrir” el Santo Sepulcro y, el otro día, peregrinación al Río Jordán, no pudo coger el agua del Río, esa agua que, purificada, servirá para bautizar a tantos nuevos cristianos”. El vicecustodio confiesa que “fue para él un momento de dolor” y que “a nosotros nos toca rezar al Señor y esperar y confiar en el "buen saber" de los médicos”.
Echando la vista atrás el sacerdote recuerda que Ovidio y él llegaron juntos a Tierra Santa un 11 de septiembre: “a los pocos días comenzó el llamado “septiembre negro”, con destrucción de aviones y la muerte, por parte de los jordanos, de más de 20.000 palestinos. ¿A dónde habíamos venido? Fueron días complicados, pero el ejemplo de los hermanos en hábito, el entusiasmo juvenil y la gracia de los Santos Lugares nos dio fuerzas para seguir adelante. Terminados los estudios, yo me quedé, enamorado de Jerusalén, haciendo también compañía a Fr. Ovidio”.
Hoy, el vicecustodio de Tierra Santa se muestra agradecido por las bendiciones que el Señor le ha regalado en estos 40 años: “¡Cuántas veces me he quedado extasiado contemplando las murallas iluminadas de la Ciudad Santa! ¡O el Santo Sepulcro visto desde nuestra terraza! O las celebraciones que he tenido la gracia de realizar en todos los Santos Lugares. ¡Son lugares tan evocadores!”.
“Han sido cuarenta años en los cuales han prevalecido las rosas sobre las espinas, porque ha prevalecido siempre el amor y el entusiasmo sobre otras realidades. ¡Cuánto he trabajado por el bien de los hermanos! Y por eso hace mucho tiempo que hice una opción muy concreta: dedicarme al servicio de Dios y de los demás, siguiendo un camino que Francisco nos trazó hace mucho tiempo y que para mí sigue siendo válido y actual. Es el camino de la sencillez, del amor a todos y a todo, el ver con ojos limpios y llenos de admiración y de estupor, las maravillas que Dios ha creado y que los hombres han realizado”.
Finalmente, el padre Vítores expresa también su gratitud a los amigos: “He experimentado los gestos de amistad y de aprecio por parte vuestra a la labor de los franciscanos de Tierra Santa, que siguen trabajando, desde casi ocho siglos, sin descanso, para aliviar las necesidades de hombres y mujeres de este país”.
Encuentro de Infancia Misionera en Ciudad Real
OMPRESS-CIUDAD REAL (11-11-10) La Delegación Diocesana de Misiones de Ciudad Real convoca de nuevo este año a todos los niños y niñas de la diócesis, con sus padres y catequistas, a un Encuentro de Infancia Misionera. Tendrá lugar en Valdepeñas este sábado 13 de noviembre.
Comenzará el encuentro a las 10 de la mañana con una oración y la presentación de los pueblos de origen, distribución por grupos y presentación de la jornada.
El resto de la mañana los chicos "peregrinarán”, divididos en grupos, a distintas parroquias o iglesias de la ciudad. “El objetivo es ir anticipando ese ‘seguir a Jesús’ a que nos invita la próxima jornada de Infancia Misionera que se celebrará en enero”, explican desde la Delegación de Misiones.
En cada una de las iglesias los niños participantes realizarán una actividad diferente: una reflexión sobre la Obra de la Infancia Misionera, reflexión sobre el Decálogo del Niño Misionero, o un testimonio misionero.
Después de comer habrá un espacio de juegos y actividades diversas. Finalizará la jornada con la celebración de la Eucaristía en la Parroquia de la Asunción, presidida por el obispo de la diócesis, Mons. Antonio Algora.
Asamblea de los superiores mayores de los jesuitas en América Latina y Caribe
OMPRESS-PARAGUAY (11-11-10) Con la Eucaristía presidida por el padre General de los jesuitas ha finalizado la 21 Asamblea General de la CPAL en Limpio, Paraguay, que ha reunido del 2 al 6 de noviembre a los Provinciales y Superiores regionales de América Latina y el Caribe. Se contó también con la presencia de varios obispos jesuitas y el coordinador general de la Federación Fe y Alegría.
El recuerdo histórico de las reducciones y la entrega de sus grandes misioneros jesuitas, animaron los trabajos de esta cita que tuvo como tema central el Proyecto Apostólico Común (PAC), con prioridades, objetivos y líneas de acción para los próximos 10 años. “En la pasada 20ª Asamblea se había estudiado y aprobado las seis grandes prioridades de dicho Proyecto que, según nuestro compartir, fueron bien recibidas en las Provincias. Ahora, en clima de discernimiento, hemos tratado de establecer los objetivos y acciones que constituirán la agenda para los próximos diez años”, explican en el mensaje final a todos los compañeros jesuitas y colaboradores.
La CPAL es un organismo creado en 1999 para promover la coordinación y colaboración entre las 14 Provincias, 1 Provincialato y 3 Regiones de la Compañía de Jesús en América Latina, con la finalidad de enfrentar con más eficacia los desafíos y necesidades apostólicos de la realidad de esta región.
Una de las prioridades de los jesuitas en América Latina, (191), es el apostolado a través de los medios de comunicación. Actualmente hay más de 100 emisoras jesuitas en América Latina y el Caribe. En 2009 había 115 radios, 55 revistas, 300 páginas web, 70 blogs y tres canales de TV.
30 años del Servicio Jesuita a los Refugiados
OMPRESS-ROMA (11-11-10) El 14 de noviembre de 1980 – en un mundo dominado por las ideologías y la represión– los jesuitas se movilizaron para responder a las necesidades humanitarias y educativas de los ‘boat people’ vietnamitas. Así nacía el JRS, el Servicio Jesuita a los Refugiados. Hoy, la cifra de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo ha pasado de 16 a 45 millones.
Treinta años después de aquella visión de su padre fundador y ex superior general de la Compañía de Jesús, Pedro Arrupe SJ, el JRS, una organización humanitaria internacional con proyectos en 51 países, ha aumentado espectacularmente el nivel y el alcance de sus servicios: educación, asistencia de emergencia, salud, protección de los derechos humanos, sirviendo a más de medio millón de personas.
“El acompañamiento es el alma de este enfoque. Interpelados por su realidad, nuestro lugar está junto a los refugiados en los campamentos, en las zonas de conflicto, en los centros de detención... en los márgenes de la sociedad. Esta cercanía nos muestra la mejor manera de atender a los refugiados y de defender, en su nombre, sus derechos, promover la justicia y la reconciliación”, explicó el director del JRS Internacional, Peter Balleis SJ.
Detrás del desplazamiento moderno está la codicia que aviva la inseguridad y ensancha las diferencias económicas. Esta lucha por los recursos termina frecuentemente en conflictos y persecuciones. Huyendo de la extrema pobreza y de las violaciones a los derechos humanos, los inmigrantes desesperados y los refugiados quedan expuestos a la explotación y a la xenofobia. Por esta y otras muchas razones, el JRS ha puesto como prioridad máxima asegurar un futuro para los refugiados, en particular invirtiendo en educación y formación. El JRS ofrece educación primaria, secundaria y superior así como formación profesional a cerca de 280.000 niños, jóvenes y adultos de todo el mundo cada año.
A lo largo de estos 30 años, el JRS se ha mantenido fiel a su misión: ir adonde la necesidad sea mayor y marcharse sólo cuando los retos de los refugiados hayan sido ya resueltos. Trabajando estrechamente con los refugiados y en colaboración con toda la gente de buena voluntad, sin ninguna presencia proselitista, el JRS está abierto a gente de todas las tradiciones que quieran compartir y ayudar en su misión. Sin esta cercanía a los refugiados, nuestro trabajo en los centros de poder – sea Ginebra, Roma, Bruselas, Nairobi, Delhi o Washington – no sería posible. Asociados con los refugiados – y en base a una investigación sólida – el JRS trata de responder a las causas del desplazamiento forzoso. Dicho de otra manera, el JRS trabaja para empoderar a los refugiados y a las comunidades de acogida para defender sus derechos humanos, promover la armonía y la dignidad.
Para conmemorar los 30 años de servicio a los refugiados, las tres organizaciones jesuitas – JRS, Centro Astalli y Magis – han organizado varios eventos en Roma. Dentro de estos actos, el domingo se celebrará una misa en la iglesia de Gesù, seguidas de un concierto de los jóvenes músicos de Sonidos de la Tierra. La orquesta, formada por un grupo de 40 jóvenes músicos de comunidades marginales, algunos de ellos desplazados forzosos, interpretará piezas modernas y tradicionales de África, Asia, América Latina y Europa. El tema, superando barreras culturales y lingüísticas, es un testimonio del sueño de un mundo en paz y sin fronteras.
En todo el mundo, el JRS trabaja en más de 50 países. Cuenta con cerca de 1.400 trabajadores entre laicos, jesuitas y otros religiosos, para responder a las necesidades educativas, sanitarias, sociales, etcétera, de 500.000 refugiados y desplazados, de los que más de la mitad son mujeres. Sus servicios se ofrecen a los refugiados independientemente de su raza, origen étnico o creencias religiosas.
* Encuentro de Infancia Misionera en Ciudad Real
* Asamblea de los superiores mayores jesuitas de América Latina y el Caribe
* 30 años del Servicio Jesuita a los Refugiados
OMPRESS-JERUSALÉN (11-11-10) El padre Artemio Vítores González y el hermano Ovidio Dueñas González acaban de cumplir sus 40 años de labor misionera en Tierra Santa, durante los cuales han desarrollado de forma infatigable el peculiar encargo de los franciscanos como “guardianes” de los Santos Lugares.
El palentino Artemio Vítores es el vicario de la Custodia y el guardián del convento más grande de la Custodia, el de San Salvador en Jerusalén. Su trabajo es incesante; en estos días, como él mismo nos cuenta ha tenido “25 huéspedes, todos frailes, 16 de ellos de Transilvania”. Además, los franciscanos han tenido últimamente varios acontecimientos destacados, entre ellos, varias conferencias sobre el Sínodo de Oriente Medio, recientemente concluido en Roma. Quienes quieran saber más de su actividad podrán hacerlo el próximo 7 de diciembre, cuando el programa “Españoles en el mundo” emita un programa dedicado a Jerusalén.
Por su parte, el hermano Ovidio, un burgalés probado en este momento por la enfermedad, se siente “tranquilo y confiado”, pero también “débil”. Según el padre Artemio, “no puede ir, como era su costumbre todas las mañanas para “abrir” el Santo Sepulcro y, el otro día, peregrinación al Río Jordán, no pudo coger el agua del Río, esa agua que, purificada, servirá para bautizar a tantos nuevos cristianos”. El vicecustodio confiesa que “fue para él un momento de dolor” y que “a nosotros nos toca rezar al Señor y esperar y confiar en el "buen saber" de los médicos”.
Echando la vista atrás el sacerdote recuerda que Ovidio y él llegaron juntos a Tierra Santa un 11 de septiembre: “a los pocos días comenzó el llamado “septiembre negro”, con destrucción de aviones y la muerte, por parte de los jordanos, de más de 20.000 palestinos. ¿A dónde habíamos venido? Fueron días complicados, pero el ejemplo de los hermanos en hábito, el entusiasmo juvenil y la gracia de los Santos Lugares nos dio fuerzas para seguir adelante. Terminados los estudios, yo me quedé, enamorado de Jerusalén, haciendo también compañía a Fr. Ovidio”.
Hoy, el vicecustodio de Tierra Santa se muestra agradecido por las bendiciones que el Señor le ha regalado en estos 40 años: “¡Cuántas veces me he quedado extasiado contemplando las murallas iluminadas de la Ciudad Santa! ¡O el Santo Sepulcro visto desde nuestra terraza! O las celebraciones que he tenido la gracia de realizar en todos los Santos Lugares. ¡Son lugares tan evocadores!”.
“Han sido cuarenta años en los cuales han prevalecido las rosas sobre las espinas, porque ha prevalecido siempre el amor y el entusiasmo sobre otras realidades. ¡Cuánto he trabajado por el bien de los hermanos! Y por eso hace mucho tiempo que hice una opción muy concreta: dedicarme al servicio de Dios y de los demás, siguiendo un camino que Francisco nos trazó hace mucho tiempo y que para mí sigue siendo válido y actual. Es el camino de la sencillez, del amor a todos y a todo, el ver con ojos limpios y llenos de admiración y de estupor, las maravillas que Dios ha creado y que los hombres han realizado”.
Finalmente, el padre Vítores expresa también su gratitud a los amigos: “He experimentado los gestos de amistad y de aprecio por parte vuestra a la labor de los franciscanos de Tierra Santa, que siguen trabajando, desde casi ocho siglos, sin descanso, para aliviar las necesidades de hombres y mujeres de este país”.
Encuentro de Infancia Misionera en Ciudad Real
OMPRESS-CIUDAD REAL (11-11-10) La Delegación Diocesana de Misiones de Ciudad Real convoca de nuevo este año a todos los niños y niñas de la diócesis, con sus padres y catequistas, a un Encuentro de Infancia Misionera. Tendrá lugar en Valdepeñas este sábado 13 de noviembre.
Comenzará el encuentro a las 10 de la mañana con una oración y la presentación de los pueblos de origen, distribución por grupos y presentación de la jornada.
El resto de la mañana los chicos "peregrinarán”, divididos en grupos, a distintas parroquias o iglesias de la ciudad. “El objetivo es ir anticipando ese ‘seguir a Jesús’ a que nos invita la próxima jornada de Infancia Misionera que se celebrará en enero”, explican desde la Delegación de Misiones.
En cada una de las iglesias los niños participantes realizarán una actividad diferente: una reflexión sobre la Obra de la Infancia Misionera, reflexión sobre el Decálogo del Niño Misionero, o un testimonio misionero.
Después de comer habrá un espacio de juegos y actividades diversas. Finalizará la jornada con la celebración de la Eucaristía en la Parroquia de la Asunción, presidida por el obispo de la diócesis, Mons. Antonio Algora.
Asamblea de los superiores mayores de los jesuitas en América Latina y Caribe
OMPRESS-PARAGUAY (11-11-10) Con la Eucaristía presidida por el padre General de los jesuitas ha finalizado la 21 Asamblea General de la CPAL en Limpio, Paraguay, que ha reunido del 2 al 6 de noviembre a los Provinciales y Superiores regionales de América Latina y el Caribe. Se contó también con la presencia de varios obispos jesuitas y el coordinador general de la Federación Fe y Alegría.
El recuerdo histórico de las reducciones y la entrega de sus grandes misioneros jesuitas, animaron los trabajos de esta cita que tuvo como tema central el Proyecto Apostólico Común (PAC), con prioridades, objetivos y líneas de acción para los próximos 10 años. “En la pasada 20ª Asamblea se había estudiado y aprobado las seis grandes prioridades de dicho Proyecto que, según nuestro compartir, fueron bien recibidas en las Provincias. Ahora, en clima de discernimiento, hemos tratado de establecer los objetivos y acciones que constituirán la agenda para los próximos diez años”, explican en el mensaje final a todos los compañeros jesuitas y colaboradores.
La CPAL es un organismo creado en 1999 para promover la coordinación y colaboración entre las 14 Provincias, 1 Provincialato y 3 Regiones de la Compañía de Jesús en América Latina, con la finalidad de enfrentar con más eficacia los desafíos y necesidades apostólicos de la realidad de esta región.
Una de las prioridades de los jesuitas en América Latina, (191), es el apostolado a través de los medios de comunicación. Actualmente hay más de 100 emisoras jesuitas en América Latina y el Caribe. En 2009 había 115 radios, 55 revistas, 300 páginas web, 70 blogs y tres canales de TV.
30 años del Servicio Jesuita a los Refugiados
OMPRESS-ROMA (11-11-10) El 14 de noviembre de 1980 – en un mundo dominado por las ideologías y la represión– los jesuitas se movilizaron para responder a las necesidades humanitarias y educativas de los ‘boat people’ vietnamitas. Así nacía el JRS, el Servicio Jesuita a los Refugiados. Hoy, la cifra de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo ha pasado de 16 a 45 millones.
Treinta años después de aquella visión de su padre fundador y ex superior general de la Compañía de Jesús, Pedro Arrupe SJ, el JRS, una organización humanitaria internacional con proyectos en 51 países, ha aumentado espectacularmente el nivel y el alcance de sus servicios: educación, asistencia de emergencia, salud, protección de los derechos humanos, sirviendo a más de medio millón de personas.
“El acompañamiento es el alma de este enfoque. Interpelados por su realidad, nuestro lugar está junto a los refugiados en los campamentos, en las zonas de conflicto, en los centros de detención... en los márgenes de la sociedad. Esta cercanía nos muestra la mejor manera de atender a los refugiados y de defender, en su nombre, sus derechos, promover la justicia y la reconciliación”, explicó el director del JRS Internacional, Peter Balleis SJ.
Detrás del desplazamiento moderno está la codicia que aviva la inseguridad y ensancha las diferencias económicas. Esta lucha por los recursos termina frecuentemente en conflictos y persecuciones. Huyendo de la extrema pobreza y de las violaciones a los derechos humanos, los inmigrantes desesperados y los refugiados quedan expuestos a la explotación y a la xenofobia. Por esta y otras muchas razones, el JRS ha puesto como prioridad máxima asegurar un futuro para los refugiados, en particular invirtiendo en educación y formación. El JRS ofrece educación primaria, secundaria y superior así como formación profesional a cerca de 280.000 niños, jóvenes y adultos de todo el mundo cada año.
A lo largo de estos 30 años, el JRS se ha mantenido fiel a su misión: ir adonde la necesidad sea mayor y marcharse sólo cuando los retos de los refugiados hayan sido ya resueltos. Trabajando estrechamente con los refugiados y en colaboración con toda la gente de buena voluntad, sin ninguna presencia proselitista, el JRS está abierto a gente de todas las tradiciones que quieran compartir y ayudar en su misión. Sin esta cercanía a los refugiados, nuestro trabajo en los centros de poder – sea Ginebra, Roma, Bruselas, Nairobi, Delhi o Washington – no sería posible. Asociados con los refugiados – y en base a una investigación sólida – el JRS trata de responder a las causas del desplazamiento forzoso. Dicho de otra manera, el JRS trabaja para empoderar a los refugiados y a las comunidades de acogida para defender sus derechos humanos, promover la armonía y la dignidad.
Para conmemorar los 30 años de servicio a los refugiados, las tres organizaciones jesuitas – JRS, Centro Astalli y Magis – han organizado varios eventos en Roma. Dentro de estos actos, el domingo se celebrará una misa en la iglesia de Gesù, seguidas de un concierto de los jóvenes músicos de Sonidos de la Tierra. La orquesta, formada por un grupo de 40 jóvenes músicos de comunidades marginales, algunos de ellos desplazados forzosos, interpretará piezas modernas y tradicionales de África, Asia, América Latina y Europa. El tema, superando barreras culturales y lingüísticas, es un testimonio del sueño de un mundo en paz y sin fronteras.
En todo el mundo, el JRS trabaja en más de 50 países. Cuenta con cerca de 1.400 trabajadores entre laicos, jesuitas y otros religiosos, para responder a las necesidades educativas, sanitarias, sociales, etcétera, de 500.000 refugiados y desplazados, de los que más de la mitad son mujeres. Sus servicios se ofrecen a los refugiados independientemente de su raza, origen étnico o creencias religiosas.
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