El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Las lecturas de la primera jornada dominical de Adviento nos presentan la figura de un Profeta, al que la tradición llamaría luego el “quinto evangelista”, por la abundancia de referencias al Mesías venidero.
Comienza el Adviento. Es el tiempo de la preparación de la venida del Señor, de la Navidad. La Iglesia quiere que nuestro pensamiento se desarrolle en la esperanza y en la ilusión de que Jesús llegó al mundo para salvar a los hombres
Primera lectura Isaías 2.1-5
Palabra que Isaías, hijo de Amós, recibió en una visión, acerca de Judá y de Jerusalén:
Sucederá al fin de los tiempos, que la montaña de la Casa del Señor
será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas.
Todas las naciones afluirán hacia ella y acudirán pueblos numerosos, que dirán: " ¡Venid, subamos a la montaña del Señor, a la Casa del Dios de Jacob! Él nos instruirá en sus caminos y caminaremos por sus sendas".
Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén, la palabra del Señor.
Él será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos.
Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas.
No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra.
¡Ven, casa de Jacob, y caminemos a la luz del Señor!
Lectura Segunda. Romanos 13. 11-14
Y en la Carta de San Pablo a los Romanos se multiplican los sentimientos de esperanza y de amor al Señor que ya está a punto de llegar. Son los sentimientos que en los domingos que preceden a Navidad debemos cultivar. Dios esta cerca. La salvación de los hombres llega.
“Hermanos. Tengamos en cuenta el momento en que vivimos. Porque es ya hora de levantaros del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe.
La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz.
Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias.
Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias.”
Tercera Lectura. Mateo 24. 37-44
Palabra proféticas que el Evangelio de San Mateo atribuye a Jesús y que implican la confianza de que su venida es inminente. Hay que estar siempre preparados para la venida del Señor.
“En aquel tiempo dijo Jesús: Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. Porque en los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos.
Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.
De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que estén moliendo en su casa, una será llevada y la otra dejada.
Estad prevenidos, porque vosotros no sabéis qué día vendrá el Señor.
Y entendedlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
Vosotros también debéis estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada”.
Todo el tiempo del Adviento es una preparación ante la gran noticia de que ha nacido el Salvador. La Iglesia cada año recuerda esta realidad con las celebraciones dominicales de lo que llamamos adviento, es decir esperanza de la venida.
El adviento es un tiempo muy especial. Los cristianos comenzamos a recordar todo lo que vivía el mundo ante de que Jesús llegara: religiones enfrentadas, pueblos desunidos, esclavitud de los hombres, guerras y atropellos. Llegó el Señor y anunció un mensaje de fraternidad, de perdón a los enemigos, de amor al prójimo. De justicia y de paz.
Es cierto que la tierra sigue con esos problemas y mucho más fuertes, ya que los hombres se han multiplicado de forma impresionante. Pero los buenos ciudadanos hoy saben que en el mundo no debe dominar la ley del más fuerte y saben que hay que compartir la paz y el pan.
En la vida de la Iglesia se multiplican los mensajes para que la palabra del Señor se vaya haciendo realidad en el mundo. Y por eso se celebrada año el gozo de la Navidad. Pero un tiempo largo de reparación debe disponer los ánimos a esa venida, ya que el nacimiento de Jesucristo en Belén va a ser el comienzo de una nueva humanidad.
Las lecturas de esta jornada del Domingo nos invitan a comprender el amor de Dios que se decide a entrar en la historia humana de un modo humilde y misterioso. Quieren sembrar en el corazón de los cristianos, y en lo posible de todos los hombres, el sentimiento de la compañía de Dios. En medio de los problemas humanos, la tierra no está abandonada a las fuerzas ciegas del destino.
El adviento va a decirnos que Dios está en el mundo. Ha venido encarnado en la figura de Jesús, hombre y Dios, salvador y amigo de los hombres.
Al mismo tiempo va a recordar que, aunque los hombres son libres para hacer el bien y el mal, al final habrán de dar cuenta de sus acciones y de sus intenciones. Por eso se recuerda la segunda venida del Salvador, la que acontecerá al final de los tiempos. Entonces vendrá a juzgar a vivos y muertos. Este mismo Cristo que nace de María Virgen como hombre normal, como niño débil, vendrá al final de los tiempos en la majestad de su gloria para juzgar a todos los hombres según nuestras obras.
El primer domingo del Adviento resalta el anuncio de que Jesús también vendrá a recompensar y a castigar a cada hombre por sus obras. Es la preparación de la segunda venida lo que resalta el fragmento del Evangelio de San mateo. Y por eso se invita a todos a estar alerta y a vigilar, porque no sabemos el día, ni la hora de la llegada del Señor.
+ + + + + +
Es interesante la visión del Profeta Isaías. Nos habla del “final de los días" como si se tratara de una gozosa esperanza salvadora. Todos los pueblos, todos los hombres, serán invitados a subir al monte del Señor, a la casa de Dios. Esa casa era Jerusalén. Era el templo, símbolos de la salvación y signos de la cercanía del Dios Salvador.
Los tiempos en que vivió Isaías fueron de luchas, amenazas, invasiones y destrucciones. Los que oyeron sus palabras debieron pensar en que un gran caudillo se acercaba para salvar al pueblo de la destrucción. Pero el mensaje del Profeta estaba dirigido a todos los pueblos y a todos los tiempos. Por eso la Iglesia lo recoge para que, a lo largo de los siglos, sirva también de consuelo a los que sufren y caminan y que todos sepan que no están solos en el mundo, sino que Dios camina en la Historia.
La Palabra de Dios es eficaz y no engaña. Dios es fiel a sus promesas. El Señor mismo es quien nos señala el camino y a una época de guerra y desazón, sucederá una época de paz y concordia. Es el sentimiento que debemos desarrollar en nuestros días. Dios se ha hecho presente en el mundo con la venida de Jesús. Hay que alegrarse y tener esperanza.
A lo largo de la Historia el mensaje de Jesús rodará entre los pueblo. Llegará a todos los rincones del mundo. De una o de otra manera envolverá a todos los hombres. El adviento se encarga de preparar los corazones. Y los días de Navidad se encargan de ensalzar el gozo de la salvación.
Y al final de los tiempos el Señor reinará como soberano. Al final de los tiempos vencerá el bien sobre el mal; el amor triunfará sobre el odio; la luz brillará sobre las tinieblas. Entonces veremos que el sufrimiento y el dolor de los hombres fue ocasión de despertar la esperanza y la solidaridad. Dios mismo será el árbitro y juez de las naciones. Maravillosa visión del futuro que posee una garantía divina. Habrá que caminar a la luz del Señor hacia esta patria celeste con el corazón henchido de esperanza
+ + + + + + +
En la lectura de San Pablo dirigida a los Romanos dice muy claro lo que debe ser el programa negativo del cristiano. Lo que no debe hacer para ser discípulo de Cristo. “No podemos seguir viviendo en las tinieblas del pecado de la lujuria y desenfreno” Hay que caminar en la luz, que es caminar en la nueva vida que nos ofrece el Señor por la redención de nuestros pecados. Hay que revestirse de Cristo Jesús, en el corazón y en las obras, y así caminar como en pleno día.
Y en la lectura del Evangelio de San Mateo se insiste en el programa positivo del cristiano. Vivir en la esperanza de que el Señor vendrá. “El día de su venida está cercano”.
La actitud del cristiano debe ser la del centinela que espera la aurora. Siempre despiertos para hacer el bien, siempre vigilantes para evitar el mal. La misma certeza que tiene el vigía nocturno de que el día llegará, la tiene el cristiano de que el Señor volverá y no tardará. Cada momento que pasa nos acerca más al encuentro con "el sol de justicia", con la luz inextinguible".
Cada vez los hombres estamos más cerca de la salvación. El peligro no se encuentra en las dificultades y tentaciones de este mundo, sino en el vivir como si el Señor no hubiese de venir, como si la eternidad fuese un sueño.
La imagen del ladrón que llega de noche a una hora inesperada influyó poderosamente en los primeros cristianos. Los primeros cristianos tomaron esta comparación como una consigna inminente y hasta en las Cartas de San Pedro y de San Pablo se habla del ladrón que puede llegar. (2 Pedro 3. 10 y 1 Tes. 5. 2). Por eso los primeros cristianos creían que Jesús habría de volver muy pronto para que su Reinado fuera visible.
Después se impuso en la Iglesia el realismo y se dieron cuenta de que “en cuanto al día y a la hora, ni el Hijo del Hombre lo sabía”. Lo importante, con todo no es pensar en la segunda venida, sino el aprovechar la primera. Jesús ha venido. La Iglesia lo va a recordar en las fiestas de Navidad. Hay que prepararse a ellas con la penitencia, con la conversión del corazón y con la oración de la esperanza
1. Experiencia.
Se pueden comenzar despertando el sentido de los profetas, anunciadores de hechos y mensajeros de palabras que dios dirige a los hombres, de manera especial sobre la llegada de la salvación
Se recogen experiencias que permitan entender lo que es la esperanza.
Se puede hacer una lista de hechos humanos o situaciones de espera, y que reflejen lo que siente quien espera algo o a alguien: una visita, un viaje, la curación de una enfermedad, etc…
Los catequizandos o alumnos hacen esa lista que escriben en un papel. Mejor si preguntan a alguien conocido que ha pasad por esa situación.
Luego recogen una serie de frases que se dicen cuando lo que se espera llega. “Gracias”… “Que alegría” … “Estupendo”, etc.
2. Reflexión
Análisis de situaciones extremas: pueblos en guerra que esperan la llegada de la paz… lugares del mundo en donde hay guerra.
Visita imaginaria a lugares donde la esperanza es más angustiosa… Una cárcel donde hay presos… Un hospital donde hay enfermos… Una familia donde hay un desaparecido…
El educador puede hacer una reflexión sobre el Pueblo de Israel que esperaba un Salvador después de las diversas invasiones y dependencias de otros pueblos dominadores y explotadores: Babilonia, Asiria, los Persas, los Romanos…Cómo tenían que recibir los israelitas el mensaje de los profetas que decían que estaba por llegar un Mesías salvador, liberador…
3. Acción
Decir entre todos, buscando en el Nuevo Testamento, algunas frases relacionadas con la venida del Mesías: cómo se presentó Juan el Bautista… y cómo los israelitas se equivocaban al esperar un Mesías terreno, un militar que luchara contra los dominadores.
Desde los rasgos de Jesús como Mesías… se puede pasar a lo que significa el tiempo que iniciamos de “preparación a la Navidad”. El trae un mensaje de perdón de los enemigos, de paciencia en las adversidades, de amor al prójimo… Se puede trazar un perfil del Mesías y lo que representaba y lo que debía chocar su enseñanza a muchos que esperaban “otra cosa”
4. Colaboración
Podemos luego entre todo preparar un plan de preparación espiritual de la Navidad. Penitencias que podemos hacer, sacrificios, servicios de ayuda al prójimo que contribuyan a algunas formas de liberación: ayudas, limosnas, buenas amistades. Sería bueno que se base cada sugerencia en un mensaje de un Profeta y de un texto Evangélico
5. Interiorización
Se termina con una plegaria profética. Pidiendo que venga pronto el Mesías para que nos libere de algo a los que estamos aquí o al mundo en que vivimos: enfermedades, pobreza, miseria, hambre, accidentes… Pero el catequista puede orientar la plegaria para que la liberación siga también dimensiones más espirituales: odios, injusticias, materialismo, explotaciones, discriminación
De Pequeños
- Perfilar algún dibujo en que un profeta (explicar lo que es profeta) anuncia una buena noticia, no un castigo. Excelente es el anuncio de la llegada del Mesías… Leer el texto de Isaías y tratar de dibujar algo al respecto.
- Hacer una representación de un Profeta anunciando que vamos a ser salvados de algo malo que acontece. Por ejemplo impresiona a los pequeños el hambre, el miedo, la soledad o el dolor que hay en los hospitales, sobre todo lo que alguna vez se han visitado
De medianos
- Preparar un plan para celebrar la Navidad, y para pasar un tiempo preparándose para ello. Analizar la figura de Juan el Bautista, el último de los profetas, y buscar y explicar sus frases. Por ejemplo, se puede comentar las que aparecen en el texto de hoy
- Buscar en el Evangelio frases para construir un programa de vida cristiana que se pudiera ofrecer a un pueblo con guerra, a una familia con problemas de vida, a unos enfermos en un hospital, a niños abandonados o huérfanos….
De Mayores y Preadolescentes
- Repartirse por grupos y analizar las frases proféticas de un libro de Profetas en la Biblia: Isaías, Jeremías, Ezequiel, Oseas, Amos, Miqueas… Primero se puede encargar a cada uno que busque datos de un profeta… de los 16 que salen en los 4 + 12 de la Biblia y hacer un cronograma con sus tiempos y el numero de versículos que cualquier Biblia ofrece de sus escritos
- Analizar algún profeta moderno, algún santo o promotor de valores, que en el mundo actual existen. Teresa de Calcuta y la pobreza, Raúl Follereau y la lepra, Luther King y la discriminación racial, Rigoberta Menchú y la explotación de los pobres, Pedro Casaldáliga y la expropiación de tierras, etc…
Libros interesantes
Meditaciones de adviento. Pierre Talec. Madrid. Ciudad Nueva 2007
Al caer de la tarde. Reflexiones para el tiempo de adviento. Cristina González Bilbao. Descrée de Brower. 2003
Prepara el camino: relatos y dinámicas para trabajar el tiempo de Adviento con adultos. José Real Navarro. Madrid. Ed. CCS. 2005
Orar en Adviento: oraciones para cada día del adviento Maria Patxi Ayerra y Alvaro Ginel. Madrid. CCS. 2005
Celebrar el Adviento y la Navidad. Alvaro Ginel. Madrid. CCS. 2002
Materiales para el Adviento. Alvaro Ginel. Madrid. CCS 2002
Ven. Adviento. Varios. Madrid. EDICE . 1999
Tiempo de vivir en esperanza: materiales para vivir el adviento en la comunidad cristiana. Nando García Sánchez. Madrid. CCS. 2001
Comienza el Adviento. Es el tiempo de la preparación de la venida del Señor, de la Navidad. La Iglesia quiere que nuestro pensamiento se desarrolle en la esperanza y en la ilusión de que Jesús llegó al mundo para salvar a los hombres
Primera lectura Isaías 2.1-5
Palabra que Isaías, hijo de Amós, recibió en una visión, acerca de Judá y de Jerusalén:
Sucederá al fin de los tiempos, que la montaña de la Casa del Señor
será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas.
Todas las naciones afluirán hacia ella y acudirán pueblos numerosos, que dirán: " ¡Venid, subamos a la montaña del Señor, a la Casa del Dios de Jacob! Él nos instruirá en sus caminos y caminaremos por sus sendas".
Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén, la palabra del Señor.
Él será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos.
Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas.
No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra.
¡Ven, casa de Jacob, y caminemos a la luz del Señor!
Lectura Segunda. Romanos 13. 11-14
Y en la Carta de San Pablo a los Romanos se multiplican los sentimientos de esperanza y de amor al Señor que ya está a punto de llegar. Son los sentimientos que en los domingos que preceden a Navidad debemos cultivar. Dios esta cerca. La salvación de los hombres llega.
“Hermanos. Tengamos en cuenta el momento en que vivimos. Porque es ya hora de levantaros del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe.
La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz.
Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias.
Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias.”
Tercera Lectura. Mateo 24. 37-44
Palabra proféticas que el Evangelio de San Mateo atribuye a Jesús y que implican la confianza de que su venida es inminente. Hay que estar siempre preparados para la venida del Señor.
“En aquel tiempo dijo Jesús: Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. Porque en los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos.
Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.
De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que estén moliendo en su casa, una será llevada y la otra dejada.
Estad prevenidos, porque vosotros no sabéis qué día vendrá el Señor.
Y entendedlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
Vosotros también debéis estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada”.
-------------------
Comentario
Comentario
Todo el tiempo del Adviento es una preparación ante la gran noticia de que ha nacido el Salvador. La Iglesia cada año recuerda esta realidad con las celebraciones dominicales de lo que llamamos adviento, es decir esperanza de la venida.
El adviento es un tiempo muy especial. Los cristianos comenzamos a recordar todo lo que vivía el mundo ante de que Jesús llegara: religiones enfrentadas, pueblos desunidos, esclavitud de los hombres, guerras y atropellos. Llegó el Señor y anunció un mensaje de fraternidad, de perdón a los enemigos, de amor al prójimo. De justicia y de paz.
Es cierto que la tierra sigue con esos problemas y mucho más fuertes, ya que los hombres se han multiplicado de forma impresionante. Pero los buenos ciudadanos hoy saben que en el mundo no debe dominar la ley del más fuerte y saben que hay que compartir la paz y el pan.
En la vida de la Iglesia se multiplican los mensajes para que la palabra del Señor se vaya haciendo realidad en el mundo. Y por eso se celebrada año el gozo de la Navidad. Pero un tiempo largo de reparación debe disponer los ánimos a esa venida, ya que el nacimiento de Jesucristo en Belén va a ser el comienzo de una nueva humanidad.
Las lecturas de esta jornada del Domingo nos invitan a comprender el amor de Dios que se decide a entrar en la historia humana de un modo humilde y misterioso. Quieren sembrar en el corazón de los cristianos, y en lo posible de todos los hombres, el sentimiento de la compañía de Dios. En medio de los problemas humanos, la tierra no está abandonada a las fuerzas ciegas del destino.
El adviento va a decirnos que Dios está en el mundo. Ha venido encarnado en la figura de Jesús, hombre y Dios, salvador y amigo de los hombres.
Al mismo tiempo va a recordar que, aunque los hombres son libres para hacer el bien y el mal, al final habrán de dar cuenta de sus acciones y de sus intenciones. Por eso se recuerda la segunda venida del Salvador, la que acontecerá al final de los tiempos. Entonces vendrá a juzgar a vivos y muertos. Este mismo Cristo que nace de María Virgen como hombre normal, como niño débil, vendrá al final de los tiempos en la majestad de su gloria para juzgar a todos los hombres según nuestras obras.
El primer domingo del Adviento resalta el anuncio de que Jesús también vendrá a recompensar y a castigar a cada hombre por sus obras. Es la preparación de la segunda venida lo que resalta el fragmento del Evangelio de San mateo. Y por eso se invita a todos a estar alerta y a vigilar, porque no sabemos el día, ni la hora de la llegada del Señor.
+ + + + + +
Es interesante la visión del Profeta Isaías. Nos habla del “final de los días" como si se tratara de una gozosa esperanza salvadora. Todos los pueblos, todos los hombres, serán invitados a subir al monte del Señor, a la casa de Dios. Esa casa era Jerusalén. Era el templo, símbolos de la salvación y signos de la cercanía del Dios Salvador.
Los tiempos en que vivió Isaías fueron de luchas, amenazas, invasiones y destrucciones. Los que oyeron sus palabras debieron pensar en que un gran caudillo se acercaba para salvar al pueblo de la destrucción. Pero el mensaje del Profeta estaba dirigido a todos los pueblos y a todos los tiempos. Por eso la Iglesia lo recoge para que, a lo largo de los siglos, sirva también de consuelo a los que sufren y caminan y que todos sepan que no están solos en el mundo, sino que Dios camina en la Historia.
La Palabra de Dios es eficaz y no engaña. Dios es fiel a sus promesas. El Señor mismo es quien nos señala el camino y a una época de guerra y desazón, sucederá una época de paz y concordia. Es el sentimiento que debemos desarrollar en nuestros días. Dios se ha hecho presente en el mundo con la venida de Jesús. Hay que alegrarse y tener esperanza.
A lo largo de la Historia el mensaje de Jesús rodará entre los pueblo. Llegará a todos los rincones del mundo. De una o de otra manera envolverá a todos los hombres. El adviento se encarga de preparar los corazones. Y los días de Navidad se encargan de ensalzar el gozo de la salvación.
Y al final de los tiempos el Señor reinará como soberano. Al final de los tiempos vencerá el bien sobre el mal; el amor triunfará sobre el odio; la luz brillará sobre las tinieblas. Entonces veremos que el sufrimiento y el dolor de los hombres fue ocasión de despertar la esperanza y la solidaridad. Dios mismo será el árbitro y juez de las naciones. Maravillosa visión del futuro que posee una garantía divina. Habrá que caminar a la luz del Señor hacia esta patria celeste con el corazón henchido de esperanza
+ + + + + + +
En la lectura de San Pablo dirigida a los Romanos dice muy claro lo que debe ser el programa negativo del cristiano. Lo que no debe hacer para ser discípulo de Cristo. “No podemos seguir viviendo en las tinieblas del pecado de la lujuria y desenfreno” Hay que caminar en la luz, que es caminar en la nueva vida que nos ofrece el Señor por la redención de nuestros pecados. Hay que revestirse de Cristo Jesús, en el corazón y en las obras, y así caminar como en pleno día.
Y en la lectura del Evangelio de San Mateo se insiste en el programa positivo del cristiano. Vivir en la esperanza de que el Señor vendrá. “El día de su venida está cercano”.
La actitud del cristiano debe ser la del centinela que espera la aurora. Siempre despiertos para hacer el bien, siempre vigilantes para evitar el mal. La misma certeza que tiene el vigía nocturno de que el día llegará, la tiene el cristiano de que el Señor volverá y no tardará. Cada momento que pasa nos acerca más al encuentro con "el sol de justicia", con la luz inextinguible".
Cada vez los hombres estamos más cerca de la salvación. El peligro no se encuentra en las dificultades y tentaciones de este mundo, sino en el vivir como si el Señor no hubiese de venir, como si la eternidad fuese un sueño.
La imagen del ladrón que llega de noche a una hora inesperada influyó poderosamente en los primeros cristianos. Los primeros cristianos tomaron esta comparación como una consigna inminente y hasta en las Cartas de San Pedro y de San Pablo se habla del ladrón que puede llegar. (2 Pedro 3. 10 y 1 Tes. 5. 2). Por eso los primeros cristianos creían que Jesús habría de volver muy pronto para que su Reinado fuera visible.
Después se impuso en la Iglesia el realismo y se dieron cuenta de que “en cuanto al día y a la hora, ni el Hijo del Hombre lo sabía”. Lo importante, con todo no es pensar en la segunda venida, sino el aprovechar la primera. Jesús ha venido. La Iglesia lo va a recordar en las fiestas de Navidad. Hay que prepararse a ellas con la penitencia, con la conversión del corazón y con la oración de la esperanza
-----------------------------
Modelo de Catequesis
Modelo de Catequesis
1. Experiencia.
Se pueden comenzar despertando el sentido de los profetas, anunciadores de hechos y mensajeros de palabras que dios dirige a los hombres, de manera especial sobre la llegada de la salvación
Se recogen experiencias que permitan entender lo que es la esperanza.
Se puede hacer una lista de hechos humanos o situaciones de espera, y que reflejen lo que siente quien espera algo o a alguien: una visita, un viaje, la curación de una enfermedad, etc…
Los catequizandos o alumnos hacen esa lista que escriben en un papel. Mejor si preguntan a alguien conocido que ha pasad por esa situación.
Luego recogen una serie de frases que se dicen cuando lo que se espera llega. “Gracias”… “Que alegría” … “Estupendo”, etc.
2. Reflexión
Análisis de situaciones extremas: pueblos en guerra que esperan la llegada de la paz… lugares del mundo en donde hay guerra.
Visita imaginaria a lugares donde la esperanza es más angustiosa… Una cárcel donde hay presos… Un hospital donde hay enfermos… Una familia donde hay un desaparecido…
El educador puede hacer una reflexión sobre el Pueblo de Israel que esperaba un Salvador después de las diversas invasiones y dependencias de otros pueblos dominadores y explotadores: Babilonia, Asiria, los Persas, los Romanos…Cómo tenían que recibir los israelitas el mensaje de los profetas que decían que estaba por llegar un Mesías salvador, liberador…
3. Acción
Decir entre todos, buscando en el Nuevo Testamento, algunas frases relacionadas con la venida del Mesías: cómo se presentó Juan el Bautista… y cómo los israelitas se equivocaban al esperar un Mesías terreno, un militar que luchara contra los dominadores.
Desde los rasgos de Jesús como Mesías… se puede pasar a lo que significa el tiempo que iniciamos de “preparación a la Navidad”. El trae un mensaje de perdón de los enemigos, de paciencia en las adversidades, de amor al prójimo… Se puede trazar un perfil del Mesías y lo que representaba y lo que debía chocar su enseñanza a muchos que esperaban “otra cosa”
4. Colaboración
Podemos luego entre todo preparar un plan de preparación espiritual de la Navidad. Penitencias que podemos hacer, sacrificios, servicios de ayuda al prójimo que contribuyan a algunas formas de liberación: ayudas, limosnas, buenas amistades. Sería bueno que se base cada sugerencia en un mensaje de un Profeta y de un texto Evangélico
5. Interiorización
Se termina con una plegaria profética. Pidiendo que venga pronto el Mesías para que nos libere de algo a los que estamos aquí o al mundo en que vivimos: enfermedades, pobreza, miseria, hambre, accidentes… Pero el catequista puede orientar la plegaria para que la liberación siga también dimensiones más espirituales: odios, injusticias, materialismo, explotaciones, discriminación
------------------------
Ejercicios interesantes para catequistas.
Ejercicios interesantes para catequistas.
De Pequeños
- Perfilar algún dibujo en que un profeta (explicar lo que es profeta) anuncia una buena noticia, no un castigo. Excelente es el anuncio de la llegada del Mesías… Leer el texto de Isaías y tratar de dibujar algo al respecto.
- Hacer una representación de un Profeta anunciando que vamos a ser salvados de algo malo que acontece. Por ejemplo impresiona a los pequeños el hambre, el miedo, la soledad o el dolor que hay en los hospitales, sobre todo lo que alguna vez se han visitado
De medianos
- Preparar un plan para celebrar la Navidad, y para pasar un tiempo preparándose para ello. Analizar la figura de Juan el Bautista, el último de los profetas, y buscar y explicar sus frases. Por ejemplo, se puede comentar las que aparecen en el texto de hoy
- Buscar en el Evangelio frases para construir un programa de vida cristiana que se pudiera ofrecer a un pueblo con guerra, a una familia con problemas de vida, a unos enfermos en un hospital, a niños abandonados o huérfanos….
De Mayores y Preadolescentes
- Repartirse por grupos y analizar las frases proféticas de un libro de Profetas en la Biblia: Isaías, Jeremías, Ezequiel, Oseas, Amos, Miqueas… Primero se puede encargar a cada uno que busque datos de un profeta… de los 16 que salen en los 4 + 12 de la Biblia y hacer un cronograma con sus tiempos y el numero de versículos que cualquier Biblia ofrece de sus escritos
- Analizar algún profeta moderno, algún santo o promotor de valores, que en el mundo actual existen. Teresa de Calcuta y la pobreza, Raúl Follereau y la lepra, Luther King y la discriminación racial, Rigoberta Menchú y la explotación de los pobres, Pedro Casaldáliga y la expropiación de tierras, etc…
------------------------
DATOS COMPLEMENTARIOS
DATOS COMPLEMENTARIOS
Libros interesantes
Meditaciones de adviento. Pierre Talec. Madrid. Ciudad Nueva 2007
Al caer de la tarde. Reflexiones para el tiempo de adviento. Cristina González Bilbao. Descrée de Brower. 2003
Prepara el camino: relatos y dinámicas para trabajar el tiempo de Adviento con adultos. José Real Navarro. Madrid. Ed. CCS. 2005
Orar en Adviento: oraciones para cada día del adviento Maria Patxi Ayerra y Alvaro Ginel. Madrid. CCS. 2005
Celebrar el Adviento y la Navidad. Alvaro Ginel. Madrid. CCS. 2002
Materiales para el Adviento. Alvaro Ginel. Madrid. CCS 2002
Ven. Adviento. Varios. Madrid. EDICE . 1999
Tiempo de vivir en esperanza: materiales para vivir el adviento en la comunidad cristiana. Nando García Sánchez. Madrid. CCS. 2001
Adelante
Sigue Conociendo
INICIO
0 comentarios:
Publicar un comentario