El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Por OMPRESS
* El DOMUND y las reducciones jesuitas de Bolivia: el vicariato apostólico de Ñuflo de Chávez
* Carta del obispo de Albacete: los misioneros, gestos de entrega y servicio a los demás
* Reconstrucción de iglesias destruidas por la guerra: uno de los fines de la recaudación del Domingo Mundial de las Misiones
* Juan Uribe, 40 años al servicio de las misiones en Murcia
El DOMUND y las reducciones jesuitas de Bolivia: el vicariato apostólico de Ñuflo de Chávez
OMPRESS-MADRID (4-10-10) Este año las Obras Misionales Pontificias, gracias a la recaudación del DOMUND, han podido destinar 56.000 dólares a diversos proyectos del Vicariato Apostólico de Ñuflo de Chávez, en Bolivia. La capital de este vicariato, que coincide a grandes rasgos con la provincia boliviana del mismo nombre, es Concepción, una de las muchas reducciones que los misioneros jesuitas establecieron hace siglos. Eran las misiones con los indios chiquitos, que dieron desarrollo, industria y arte a la zona hasta la expulsión de los jesuitas de España y sus territorios de América, algo que resultó demoledor. Actualmente, uno de los tesoros que se fomentan en la región es el atractivo turístico de estas misiones.
Además de ayudar al sostenimiento básico de los 20 sacerdotes y 40 religiosas que trabajan en el vicariato, también se han destinado fondos para tres proyectos. Las partes más alejadas del vicariato son de difícil acceso, con poblaciones de un centenar de familias.
En la zona de Yaguarú se ha finalizado la construcción de la iglesia parroquial de Santa Cruz. Esta comunidad, aunque con escasos recursos, ha dedicado sus esfuerzos a ir levantando poco a poco su Iglesia. La ayuda del DOMUND les permitirá finalizar el techo y el campanario. Precisamente en Monterito, una pequeña población se ha podido cambiar el techo de la capilla, que sirve para que esta comunidad, una de las más dinámicas del vicariato, tenga sus eucaristías y sirva de centro comunitario.
Por último, en la misma ciudad de Concepción, se ha ayudado a la construcción de una residencia para las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús, su superiora, Sor Elena Kim – una misionera coreana que muestra cómo las nuevas iglesias también son misioneras – lidera a un grupo de activas hermanas que se ocupan en la pastoral, en la promoción de la mujer, en la liturgia de la Palabra, en las visitas a las comunidades – en ocasiones con distancias de más de 100 kilómetros – atención a niños, enfermos y otras situaciones de emergencia social.
Carta del obispo de Albacete: los misioneros, gestos de entrega y servicio a los demás
OMPRESS-ALBACETE (4-10-10) Con motivo de la jornada del DOMUND del próximo 24 de octubre, el obispo de Albacete, Mons. Ciriaco Benavente Mateos, ha escrito la siguiente carta a los fieles de su diócesis:
“Vuelve el DOMUND, como cada año, en el penúltimo domingo de octubre. Hay quienes lo identifican con la bullanguera y encantadora movida de los niños, que, armados de huchas y pegatinas, colaboran tan eficazmente con las misiones. Pero el DOMUND es más que eso: Es la fiesta que nos invita a tomar conciencia del encargo misionero de Jesús de anunciar el Evangelio a todos los pueblos: Un mandato confiado a la Iglesia y, por consiguiente, a todos y a cada uno de sus seguidores. “La Iglesia, decía Juan Pablo II, es la cuna en que María coloca a Jesús y lo entrega a la adoración y contemplación de todos los pueblos”. “El DOMUND, dice el Papa Benedicto XVI en su mensaje para esta jornada – pretende renovar en todos los fieles cristianos este compromiso y a dar a nuestras actividades pastorales un aliento misionero más amplio”. El secularismo envolvente está convirtiendo también a los países de vieja cristiandad en países de misión. El DOMUND, además, nos ayuda a recordar y a orar por los miles de misioneros que, día a día, siembran en este mundo nuestro los gestos más gratuitos de entrega y servicio a los demás. Recuerdo el impresionante testimonio que, hace unos años, nos daba el P. Luis Ruiz, misionero jesuita en China, que a sus noventa años, con persecuciones, destierros, guerras y enfermedades a su espalda, mantenía en pie cien leproserías donde tenía acogidos a unos cien mil leprosos: “Mantengo la alegría pese a las dificultades. El secreto es sonreír y servir al pobre, al abandonado, al leproso. Gracias a Dios - decía- no tengo la preocupación del dinero. Duermo tranquilo, aunque necesito más de cien mil euros al mes. El Señor lo hace, es cosa suya. Te digo que es un milagro”. El lema del DOMUND de este año es elocuente: “Queremos ver a Jesús” (Jn. 12,21). Como nos cuenta el evangelista Juan, esa fue la petición que hicieron a Felipe, uno de los Doce, un grupo de griegos, llegados a Jerusalén con motivo de las fiestas de Pascua.
Al igual que aquellos peregrinos, también hoy, consciente o inconscientemente, es lo que nos piden a los creyentes los hombres de nuestro tiempo. Pero nos piden no sólo que hablemos y les digamos cosas Jesús, sino que lo hagamos ver con nuestra vida; “que hagamos resplandecer el rostro del Redentor en cada ángulo de la Tierra ante las generaciones del nuevo milenio, y especialmente ante los jóvenes de todos los continentes, destinatarios privilegiados y sujetos activos del anuncio evangélico” – dice Benedicto XVI-.
El cartel que encontraréis en las puertas de nuestros templos nos muestra a una joven y sonriente religiosa misionera con una niña de color en brazos. Es la sonrisa de quien, al contemplar el rostro de Cristo en los más pobres, contagia su alegría. Sólo quien ama de verdad es capaz de ver a Dios en el rostro de los más indefensos, como la niña del cartel.
El cristiano es misionero cuando se hace promotor de una nueva forma de vida, basada en relaciones auténticas, en comunidades fundadas en el Evangelio; cuando ama de verdad. “El que me ame será amado de mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él (Jn 14,21)”. Sólo a partir del encuentro con el Dios que es Amor cambia nuestra existencia, podemos vivir en comunión fraterna y ofrecer a los hermanos un testimonio creíble, dando así razón de nuestra esperanza. El Papa, que nos recuerda que la Eucaristía nos hace cuerpo de Cristo y que, por tanto, nos une a Dios y entre nosotros, nos invita a no guardar el amor que celebramos en el Sacramento. “Una Iglesia auténticamente eucarística es una Iglesia misionera” (S. C. n.84); una Iglesia capaz de proclamar: “Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estés en comunión con nosotros” (1 Jn 1, 3).
Tengamos en esta jornada un recuerdo muy especial para el centenar de misioneros y misioneras, que, salidos de nuestra Iglesia de Albacete y diseminados por el mundo, son fermento de vida nueva, anunciando el Evangelio y promoviendo la dignidad de las personas. Para ellos nuestra amistad, nuestra cercanía y nuestro apoyo.
No quiero terminar esta carta sin reiteraros la invitación a dilatar hoy la mirada del corazón y a sentiros todos protagonistas del compromiso de la Iglesia de anunciar el Evangelio. “El impulso misionero – sigue diciéndonos el Papa- ha sido siempre un signo de de vitalidad para nuestras Iglesias”.
Os agradezco vuestra oración y vuestra ayuda material, a pesar de las actuales dificultades económicas de muchos entre nosotros. Vuestro gesto de amor y comunión, canalizado a través de las Obras Misionales Pontificias, permitirá seguir sosteniendo a miles de misioneros y catequistas, a las jóvenes comunidades eclesiales, a sus innumerables obras de evangelización y promoción integral de las personas en las tierras de misión. Como en el cuento oriental, los misioneros transforman nuestros pequeños granos de trigo en pepitas de oro para los más pobres”.
Reconstrucción de iglesias destruidas por la guerra: uno de los fines de la recaudación del Domingo Mundial de las Misiones
OMPRESS-MADRID (4-10-10) Para los católicos en zonas de misión el edificio de la iglesia es mucho más que una simple construcción. Como contaba el Padre Blanco Germán Arconada, misionero en Burundi que vivió las muertes en los Grandes Lagos durante los años noventa, “en nuestro mundo tan secularizado fácilmente medimos al misionero por la cantidad de obras de promoción social que ha podido realizar en un país lejano”. Pero una iglesia, añadía, es el signo de fraternidad, donde personas de todas las razas y niveles sociales se sienten hermanos. “La construcción de escuelas y dispensarios sólo es evangelizadora si nace de esta fraternidad que brota de la fe en Jesucristo que nos une a todos”.
Las Obras Misionales Pontificias, conscientes de lo que significa una iglesia para las comunidades que han sufrido guerras y enfrentamientos, dedican los recursos de la generosidad de los católicos con el DOMUND a la reconstrucción de iglesias en zonas devastadas por la guerra.
En la construcción de estas iglesias, los protagonistas son los cristianos locales, la ayuda de las Obras Misionales no es sino un complemento. En la provincia de Ha Nam, perteneciente a la diócesis de Hanoi, Vietnam, la iglesia parroquial fue destruida durante la guerra en los sesenta. La relativa libertad adquirida en los últimos años ha permitido que la comunidad parroquial reconstruya el edificio, como un signo de renacimiento de la fe en este castigado país asiático.
Una guerra no tan lejana ha sido la guerra civil en Sri Lanka. Es mucha la destrucción causada por los enfrentamientos de los últimos años. En la diócesis de Jaffna se está reconstruyendo la iglesia de Kilinochchy. Los impactos directos han hecho que haya que reforzar las columnas y volver a levantar paredes. Gracias a Dios, el crecimiento de la comunidad católica en la zona hace que la planta primigenia de la iglesia quede pequeña, por lo que a la reconstrucción se sumará una ampliación de la misma.
Otra guerra silenciosa y que los grandes medios de comunicación han ocultado ha sido la persecución de los cristianos en la India. En Bodogam, en la archidiócesis india de Cuttack-Bhubaneswar, se quiere reconstruir la capilla, como símbolo de la unidad de los cristianos. La parroquia tiene varias aldeas y muchas han sufrido desde finales del 2007 y septiembre de 2008 ataques de fundamentalistas hindúes que han traído grandes pérdidas materiales y, lo peor de todo, humanas. En toda la región se han destruido más de 200 entre iglesias y capillas, la de Bodogam muestra la valentía de estos cristianos indios.
Juan Uribe, 40 años al servicio de las misiones en Murcia
OMPRESS-MURCIA (4-10-10) La pasada semana se ha celebrado una Misa de acción de gracias por los cuarenta años al servicio de las misiones de Juan Uribe, anterior delegado episcopal de misiones y director diocesano de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de la diócesis de Cartagena. La Eucaristía se ha celebrado en la Catedral de Murcia y ha estado presidida por el obispo diocesano, Mons. José Manuel Lorca Planes, acompañado del obispo emérito, Mons. Javier Azagra, el vicario general, Juan Tudela, así como otros vicarios y sacerdotes. Mons. Lorca Planes ha definido al homenajeado como “una persona que ha gastado y desgastado su vida por la causa del Señor”. “Un hermano totalmente entregado”- ha añadido. Ha señalado que la respuesta de Juan Uribe siempre ha sido “sí” para el Señor; ya sea en el seminario iberoamericano, en Venezuela, como secretario personal del obispo Mons. Miguel Roca Cabanellas, como ecónomo de Mons. Javier Azagra, o como párroco de los distintos sitios que se le han encomendado. Al final de la homilía, Mons. Lorca Planes ha querido dedicar un recuerdo especial a los misioneros murcianos, manifestando su cercanía y amor a cada uno de ellos.
La belleza de la vida de este sacerdote entregado a Cristo y a las misiones se ha hecho presente en este acto, a través de los versos de dos poesías que le han dedicado ensalzando su ministerio sacerdotal. El nuevo delegado de misiones, José Luis Bleda, también ha querido expresar su agradecimiento antes de finalizar este homenaje. Bleda ha comunicado que le llegan múltiples cartas mediante correo electrónico agradeciendo la tarea de Juan Uribe a lo largo de estos años. “Para mí, es motivo de agradecimiento a Dios haberle conocido y haberle podido acompañar”, ha apuntado. Asimismo, ha agradecido a todos los colaboradores de misiones su trabajo y dedicación, que hacen que la delegación siga adelante. Finalmente, Juan Uribe ha recibido un icono de María, Reina de las Misiones.
* Carta del obispo de Albacete: los misioneros, gestos de entrega y servicio a los demás
* Reconstrucción de iglesias destruidas por la guerra: uno de los fines de la recaudación del Domingo Mundial de las Misiones
* Juan Uribe, 40 años al servicio de las misiones en Murcia
El DOMUND y las reducciones jesuitas de Bolivia: el vicariato apostólico de Ñuflo de Chávez
OMPRESS-MADRID (4-10-10) Este año las Obras Misionales Pontificias, gracias a la recaudación del DOMUND, han podido destinar 56.000 dólares a diversos proyectos del Vicariato Apostólico de Ñuflo de Chávez, en Bolivia. La capital de este vicariato, que coincide a grandes rasgos con la provincia boliviana del mismo nombre, es Concepción, una de las muchas reducciones que los misioneros jesuitas establecieron hace siglos. Eran las misiones con los indios chiquitos, que dieron desarrollo, industria y arte a la zona hasta la expulsión de los jesuitas de España y sus territorios de América, algo que resultó demoledor. Actualmente, uno de los tesoros que se fomentan en la región es el atractivo turístico de estas misiones.
Además de ayudar al sostenimiento básico de los 20 sacerdotes y 40 religiosas que trabajan en el vicariato, también se han destinado fondos para tres proyectos. Las partes más alejadas del vicariato son de difícil acceso, con poblaciones de un centenar de familias.
En la zona de Yaguarú se ha finalizado la construcción de la iglesia parroquial de Santa Cruz. Esta comunidad, aunque con escasos recursos, ha dedicado sus esfuerzos a ir levantando poco a poco su Iglesia. La ayuda del DOMUND les permitirá finalizar el techo y el campanario. Precisamente en Monterito, una pequeña población se ha podido cambiar el techo de la capilla, que sirve para que esta comunidad, una de las más dinámicas del vicariato, tenga sus eucaristías y sirva de centro comunitario.
Por último, en la misma ciudad de Concepción, se ha ayudado a la construcción de una residencia para las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús, su superiora, Sor Elena Kim – una misionera coreana que muestra cómo las nuevas iglesias también son misioneras – lidera a un grupo de activas hermanas que se ocupan en la pastoral, en la promoción de la mujer, en la liturgia de la Palabra, en las visitas a las comunidades – en ocasiones con distancias de más de 100 kilómetros – atención a niños, enfermos y otras situaciones de emergencia social.
Carta del obispo de Albacete: los misioneros, gestos de entrega y servicio a los demás
OMPRESS-ALBACETE (4-10-10) Con motivo de la jornada del DOMUND del próximo 24 de octubre, el obispo de Albacete, Mons. Ciriaco Benavente Mateos, ha escrito la siguiente carta a los fieles de su diócesis:
“Vuelve el DOMUND, como cada año, en el penúltimo domingo de octubre. Hay quienes lo identifican con la bullanguera y encantadora movida de los niños, que, armados de huchas y pegatinas, colaboran tan eficazmente con las misiones. Pero el DOMUND es más que eso: Es la fiesta que nos invita a tomar conciencia del encargo misionero de Jesús de anunciar el Evangelio a todos los pueblos: Un mandato confiado a la Iglesia y, por consiguiente, a todos y a cada uno de sus seguidores. “La Iglesia, decía Juan Pablo II, es la cuna en que María coloca a Jesús y lo entrega a la adoración y contemplación de todos los pueblos”. “El DOMUND, dice el Papa Benedicto XVI en su mensaje para esta jornada – pretende renovar en todos los fieles cristianos este compromiso y a dar a nuestras actividades pastorales un aliento misionero más amplio”. El secularismo envolvente está convirtiendo también a los países de vieja cristiandad en países de misión. El DOMUND, además, nos ayuda a recordar y a orar por los miles de misioneros que, día a día, siembran en este mundo nuestro los gestos más gratuitos de entrega y servicio a los demás. Recuerdo el impresionante testimonio que, hace unos años, nos daba el P. Luis Ruiz, misionero jesuita en China, que a sus noventa años, con persecuciones, destierros, guerras y enfermedades a su espalda, mantenía en pie cien leproserías donde tenía acogidos a unos cien mil leprosos: “Mantengo la alegría pese a las dificultades. El secreto es sonreír y servir al pobre, al abandonado, al leproso. Gracias a Dios - decía- no tengo la preocupación del dinero. Duermo tranquilo, aunque necesito más de cien mil euros al mes. El Señor lo hace, es cosa suya. Te digo que es un milagro”. El lema del DOMUND de este año es elocuente: “Queremos ver a Jesús” (Jn. 12,21). Como nos cuenta el evangelista Juan, esa fue la petición que hicieron a Felipe, uno de los Doce, un grupo de griegos, llegados a Jerusalén con motivo de las fiestas de Pascua.
Al igual que aquellos peregrinos, también hoy, consciente o inconscientemente, es lo que nos piden a los creyentes los hombres de nuestro tiempo. Pero nos piden no sólo que hablemos y les digamos cosas Jesús, sino que lo hagamos ver con nuestra vida; “que hagamos resplandecer el rostro del Redentor en cada ángulo de la Tierra ante las generaciones del nuevo milenio, y especialmente ante los jóvenes de todos los continentes, destinatarios privilegiados y sujetos activos del anuncio evangélico” – dice Benedicto XVI-.
El cartel que encontraréis en las puertas de nuestros templos nos muestra a una joven y sonriente religiosa misionera con una niña de color en brazos. Es la sonrisa de quien, al contemplar el rostro de Cristo en los más pobres, contagia su alegría. Sólo quien ama de verdad es capaz de ver a Dios en el rostro de los más indefensos, como la niña del cartel.
El cristiano es misionero cuando se hace promotor de una nueva forma de vida, basada en relaciones auténticas, en comunidades fundadas en el Evangelio; cuando ama de verdad. “El que me ame será amado de mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él (Jn 14,21)”. Sólo a partir del encuentro con el Dios que es Amor cambia nuestra existencia, podemos vivir en comunión fraterna y ofrecer a los hermanos un testimonio creíble, dando así razón de nuestra esperanza. El Papa, que nos recuerda que la Eucaristía nos hace cuerpo de Cristo y que, por tanto, nos une a Dios y entre nosotros, nos invita a no guardar el amor que celebramos en el Sacramento. “Una Iglesia auténticamente eucarística es una Iglesia misionera” (S. C. n.84); una Iglesia capaz de proclamar: “Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estés en comunión con nosotros” (1 Jn 1, 3).
Tengamos en esta jornada un recuerdo muy especial para el centenar de misioneros y misioneras, que, salidos de nuestra Iglesia de Albacete y diseminados por el mundo, son fermento de vida nueva, anunciando el Evangelio y promoviendo la dignidad de las personas. Para ellos nuestra amistad, nuestra cercanía y nuestro apoyo.
No quiero terminar esta carta sin reiteraros la invitación a dilatar hoy la mirada del corazón y a sentiros todos protagonistas del compromiso de la Iglesia de anunciar el Evangelio. “El impulso misionero – sigue diciéndonos el Papa- ha sido siempre un signo de de vitalidad para nuestras Iglesias”.
Os agradezco vuestra oración y vuestra ayuda material, a pesar de las actuales dificultades económicas de muchos entre nosotros. Vuestro gesto de amor y comunión, canalizado a través de las Obras Misionales Pontificias, permitirá seguir sosteniendo a miles de misioneros y catequistas, a las jóvenes comunidades eclesiales, a sus innumerables obras de evangelización y promoción integral de las personas en las tierras de misión. Como en el cuento oriental, los misioneros transforman nuestros pequeños granos de trigo en pepitas de oro para los más pobres”.
Reconstrucción de iglesias destruidas por la guerra: uno de los fines de la recaudación del Domingo Mundial de las Misiones
OMPRESS-MADRID (4-10-10) Para los católicos en zonas de misión el edificio de la iglesia es mucho más que una simple construcción. Como contaba el Padre Blanco Germán Arconada, misionero en Burundi que vivió las muertes en los Grandes Lagos durante los años noventa, “en nuestro mundo tan secularizado fácilmente medimos al misionero por la cantidad de obras de promoción social que ha podido realizar en un país lejano”. Pero una iglesia, añadía, es el signo de fraternidad, donde personas de todas las razas y niveles sociales se sienten hermanos. “La construcción de escuelas y dispensarios sólo es evangelizadora si nace de esta fraternidad que brota de la fe en Jesucristo que nos une a todos”.
Las Obras Misionales Pontificias, conscientes de lo que significa una iglesia para las comunidades que han sufrido guerras y enfrentamientos, dedican los recursos de la generosidad de los católicos con el DOMUND a la reconstrucción de iglesias en zonas devastadas por la guerra.
En la construcción de estas iglesias, los protagonistas son los cristianos locales, la ayuda de las Obras Misionales no es sino un complemento. En la provincia de Ha Nam, perteneciente a la diócesis de Hanoi, Vietnam, la iglesia parroquial fue destruida durante la guerra en los sesenta. La relativa libertad adquirida en los últimos años ha permitido que la comunidad parroquial reconstruya el edificio, como un signo de renacimiento de la fe en este castigado país asiático.
Una guerra no tan lejana ha sido la guerra civil en Sri Lanka. Es mucha la destrucción causada por los enfrentamientos de los últimos años. En la diócesis de Jaffna se está reconstruyendo la iglesia de Kilinochchy. Los impactos directos han hecho que haya que reforzar las columnas y volver a levantar paredes. Gracias a Dios, el crecimiento de la comunidad católica en la zona hace que la planta primigenia de la iglesia quede pequeña, por lo que a la reconstrucción se sumará una ampliación de la misma.
Otra guerra silenciosa y que los grandes medios de comunicación han ocultado ha sido la persecución de los cristianos en la India. En Bodogam, en la archidiócesis india de Cuttack-Bhubaneswar, se quiere reconstruir la capilla, como símbolo de la unidad de los cristianos. La parroquia tiene varias aldeas y muchas han sufrido desde finales del 2007 y septiembre de 2008 ataques de fundamentalistas hindúes que han traído grandes pérdidas materiales y, lo peor de todo, humanas. En toda la región se han destruido más de 200 entre iglesias y capillas, la de Bodogam muestra la valentía de estos cristianos indios.
Juan Uribe, 40 años al servicio de las misiones en Murcia
OMPRESS-MURCIA (4-10-10) La pasada semana se ha celebrado una Misa de acción de gracias por los cuarenta años al servicio de las misiones de Juan Uribe, anterior delegado episcopal de misiones y director diocesano de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de la diócesis de Cartagena. La Eucaristía se ha celebrado en la Catedral de Murcia y ha estado presidida por el obispo diocesano, Mons. José Manuel Lorca Planes, acompañado del obispo emérito, Mons. Javier Azagra, el vicario general, Juan Tudela, así como otros vicarios y sacerdotes. Mons. Lorca Planes ha definido al homenajeado como “una persona que ha gastado y desgastado su vida por la causa del Señor”. “Un hermano totalmente entregado”- ha añadido. Ha señalado que la respuesta de Juan Uribe siempre ha sido “sí” para el Señor; ya sea en el seminario iberoamericano, en Venezuela, como secretario personal del obispo Mons. Miguel Roca Cabanellas, como ecónomo de Mons. Javier Azagra, o como párroco de los distintos sitios que se le han encomendado. Al final de la homilía, Mons. Lorca Planes ha querido dedicar un recuerdo especial a los misioneros murcianos, manifestando su cercanía y amor a cada uno de ellos.
La belleza de la vida de este sacerdote entregado a Cristo y a las misiones se ha hecho presente en este acto, a través de los versos de dos poesías que le han dedicado ensalzando su ministerio sacerdotal. El nuevo delegado de misiones, José Luis Bleda, también ha querido expresar su agradecimiento antes de finalizar este homenaje. Bleda ha comunicado que le llegan múltiples cartas mediante correo electrónico agradeciendo la tarea de Juan Uribe a lo largo de estos años. “Para mí, es motivo de agradecimiento a Dios haberle conocido y haberle podido acompañar”, ha apuntado. Asimismo, ha agradecido a todos los colaboradores de misiones su trabajo y dedicación, que hacen que la delegación siga adelante. Finalmente, Juan Uribe ha recibido un icono de María, Reina de las Misiones.
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