LUGAR DE ENCUENTRO DE LOS MISIONEROS DE TODO EL MUNDO
MISIONEROS EN CAMINO: ¿Tienes Vocacion?: UN QUERER MAS GRANDE
NO DEJES DE VISITAR
www.caminomisionero.blogspot.com
El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

lunes, 14 de junio de 2010

¿Tienes Vocacion?: UN QUERER MAS GRANDE


Por Silvia Flores
Publicado por Esquila Misional

«¿Me quieres? ¿Me amas?». Es la clásica pregunta que los jóvenes enamorados se hacen mutuamente; sin embargo, cuando la o el joven siente el llamado de seguir a Jesucristo no sabe qué responder, pues experimenta una confusión interna. La mayoría de los jóvenes en discernimiento vocacional debe escoger entre dos bienes: elegir el matrimonio o la vida consagrada. Algunos, después de descubrir su verdadera vocación, dicen: «Te quiero, pero hay en mí otra inclinación, otro querer más fuerte». Y dejando todo siguen a Jesús.

A mí me sucedió lo mismo cuando, cerca de la posibilidad del matrimonio, sentía «un querer más grande» que me «jalaba» y me pedía dejarlo todo para entregarme de lleno al seguimiento del Señor. Puedo decirles que no fue fácil decidirme, porque consideraba buenas las dos vocaciones que tenía, sin embargo, tenía que «ir» hacia donde «la balanza se inclinaba más», hacia ese querer mayor: Dios. Después de 26 años de vida consagrada puedo decirles que no me he equivocado al seguir lo que mi corazón quería más.

Antes de elegir
A veces da miedo decidirse: «¿y si me equivoco?, ¿y si no es por aquí?, ¿valdrá la pena dejarlo todo?»; también es normal experimentar angustia; lo que no se vale es vivir con los temores que nos paralizan. Jóvenes, pregúntense qué es lo que verdaderamente quiere Jesucristo de ustedes, láncense a un discernimiento vocacional serio que les ayude a descubrir «la inclinación de la balanza» en su corazón.

Cuando se trata de la vida misionera, el asunto es más difícil, pues las preocupaciones se hacen más intensas: «¿Aguantaré estar lejos de mi familia y de mi patria? ¿Seré capaz de dejar a mis seres queridos y todo lo que es mío?». Si el llamado a la vida misionera viene de Dios, puedo afirmar que sí es posible vivir lejos de los seres amados y de la patria porque hemos elegido «el querer más grande». El amor a nuestros padres es el reflejo del amor de Dios, pero para quien siente el llamado, lo mejor es predicar el Reino de Dios (cf Mc 3,14).

Una gran riqueza
El Evangelio de san Mateo nos habla de un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra lo vuelve a ocultar, y lleno de alegría va y vende todo lo que tiene para adquirir el campo donde éste se encuentra (Mt 13,44). Seguramente aquella persona que encontró dicho valor el tesoro tenía propiedades y una vida segura; sin embargo, se enamoró tanto de ese tesoro, que fue capaz de desprenderse de esos bienes para obtener ese «querer más grande». Podemos aplicar esta parábola a nuestro discernimiento vocacional: un joven tiene todo y nada le falta: padres y hermanos, casa, trabajo, propuesta matrimonial...; pero se encuentra con Jesucristo de manera profunda e íntima y se siente cautivado por él y por sus palabras, sus valores, sus acciones, su sabiduría, su amor al Padre y a la humanidad. Se da cuenta que ha encontrado una gran riqueza y, enamorado de ella, deja todo.

Si yo preguntara a los jóvenes en formación qué les hizo dejar lo que tenían para entrar a la vida consagrada misionera, seguramente me dirían que ha sido el haber descubierto a Jesucristo como su amor más grande y sublime, que se han entusiasmado por Jesús porque se dan cuenta que sólo con él pueden construir un mundo más humano, justo, digno, solidario y comprometido en el amor.

Me agrada ver a los jóvenes en las casas de formación, están llenos de entusiasmo, alegría, seriedad, confianza, esperanza y entrega. ¡Y debe ser así, pues quien sigue a Jesucristo no puede hacerlo de otra manera! Es verdad que también existen momentos grises, pero son normales en el camino humano, lo importante es avanzar sabiendo que se ha elegido la mejor parte que jamás será quitada (cf Lc 10,42).

¿Listos para elegir?
Joven, ¿estás listo o lista para elegir el «tesoro más grande»? ¿Qué te detiene? ¿Qué dudas o miedos tienes? No dejes que la vida se vaya sin que hayas hecho una buena elección. Date cuenta hacia dónde se inclina la «balanza» en tu corazón, y si ésta se inclina hacia «el querer más grande», ve hacia allá con fe, esperanza y mucha entrega. ¡Vale la pena! ¡Comunícate con los promotores vocacionales!

1 comentarios:

Daniel Silva dijo...

Como persona en formación en la familia religiosa de betharram, tambien puedo confirmar que es como dice el articulo, se tienen muchas dudas al hacer una eleccion religiosa pero una vez que nos hemos decidido a avanzar en este camino no hay nada que te quite la felicidad y la tranquilidad de haber elegido el mejor camino.

Hno. Daniel SCJ


WebJCP | Abril 2007