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sábado, 5 de junio de 2010

PALABRA PARA LA HOMILIA: “Hambre de Dios: ¡Sí! - Hambre de pan: ¡No!”


Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo - X Domingo del T. O.
Año C - 6.6.2010 / Publicado por EUNTES

Génesis 14,18-20 / Salmo 109 / 1Corintios 11,23-26
Lucas 9,11-17

Reflexiones

El misterio de Dios, en sus diferentes manifestaciones (Trinidad, Encarnación, Pascua, Eucaristía…), se nos da como don para contemplarlo, amarlo, vivirlo, anunciarlo... La Iglesia acoge tales dones, como lo subraya muy bien Pablo con respecto a la Eucaristía (II lectura): él transmite a la comunidad de Corinto la “tradición que procede del Señor” sobre el sacramento del pan y del vino, instituido por el Señor Jesús “en la noche en que iban a entregarlo” (v. 23). La Eucaristía es oblación total de Cristo por la vida del mundo; es mensaje para proclamarlo a todos “hasta que Él vuelva” (v. 26); es presencia real de Cristo bajo el signo del pan y del vino, prefigurado en la ofrenda de Melquisedec (I lectura).


“La Iglesia vive de la Eucaristía”. Ya desde el día de Pentecostés, el Sacramento eucarístico marca los días de la Iglesia, “llenándolos de confiada esperanza”, afirma Juan Pablo II en la encíclica Ecclesia de Eucharistia (n. 1). Como la muchedumbre que seguía a Jesús en el desierto (Evangelio), así hoy la gente tiene una necesidad insoslayable de satisfacer el hambre de pan que alimenta el cuerpo, e igualmente el hambre de la Palabra de Dios y del Pan eucarístico. En el proyecto de Dios no cabe separar un hambre de la otra: cada persona tiene necesidad y derecho a satisfacer ambas. De esta doble necesidad nace el imperativo de la misión global, entendida como servicio al hombre y como anuncio del Evangelio.


La Eucaristía es el don divino para que toda la familia humana tenga vida en abundancia; es el don nuevo y definitivo que Cristo confía a la Iglesia peregrina y misionera en el desierto del mundo. La Eucaristía estimula a vivir la comunión fraterna, el encuentro ecuménico, la actividad misionera con ardor generoso y creativo “para que una sola fe ilumine y una sola caridad reúna a la humanidad difusa en toda la tierra” (Prefacio). La persona y la comunidad que hacen la experiencia de Cristo en la Eucaristía se sienten motivadas a compartir con otros el don recibido: la misión nace de la Eucaristía y reconduce a ella.


Recuerdo con emoción el encuentro de Juan Pablo II con un millón de pobres en Villa El Salvador, en la periferia de Lima (Perú) en la mañana del 5 de febrero de 1985. Durante su homilía sobre el Evangelio de la multiplicación de los panes, el Papa había subrayado con fuerza las palabras de Jesús: “Denles ustedes de comer” (v. 13). Al final del encuentro, habló improvisando, ofreciendo una síntesis ejemplar de toda la enseñanza cristiana y de la misión de la Iglesia: “Hambre de Dios: ¡Sí! – Hambre de pan: ¡No!” El deseo, el hambre y la sed de Dios han de ocupar siempre el primer lugar y es preciso cultivarlos. Pero en el nombre de este mismo Dios, se debe desterrar el hambre que mata al hombre. (*) Lo mismo vale para cualquier otra hambre: de instrucción, salud, familia, trabajo, amor, perdón, reconciliación... Este programa adquiere nuevo vigor si se lo contempla delante del Corazón de Cristo (ver la fiesta próxima).


Nuestra aldea global no puede tener sino un banquete global, en el que todos los pueblos tienen igual derecho a participar; una mesa de la cual nadie debe estar excluido o discriminado. Desde siempre, éste es el proyecto del Padre común de toda la familia humana (cf Is 25,6-9). Es éste el sueño que Él confía, para que hacerlo realidad, a la comunidad de los creyentes, los cuales tienen el ‘deber-derecho’ a celebrar la Eucaristía, haciendo memoria de la muerte y resurrección de Cristo. Éste es el banquete al que están invitados todos los pueblos, animados por el único Espíritu.


Todos los miembros de la familia humana tienen derecho a comer hasta la saciedad, con dignidad, en fraternidad. Emblemáticamente, Jesús mandó que la gente “se sentara” en grupos (v. 14-15). Porque sólo los esclavos están condenados a comer de pie y de prisa. Hacer que se sienten, en cambio, significa tratar a todos como personas; como hijos en la casa, con la dignidad de gente libre. Además, sentarse en grupo es un signo de comunión.



Palabra del Papa

(*) “(*) “Entre las cuestiones esenciales, ¿cómo no pensar en los millones de personas, especialmente mujeres y niños, que carecen de agua, comida y vivienda? El escándalo del hambre, que tiende a agravarse, es inaceptable en un mundo que dispone de bienes, de conocimientos y de medios para subsanarlo. Esto nos impulsa a cambiar nuestros modos de vida y nos recuerda la urgencia de eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial, y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto al medio ambiente y un desarrollo humano integral para hoy y sobre todo para el futuro”.

Benedicto XVI
Discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, 8.1.2007)


Siguiendo los pasos de los Misioneros

- 6/6: SS. Cuerpo y Sangre de Cristo, pan vivo, para que todos tengan vida en abundancia.

- 6/6: S. Norberto (1080-1134), obispo de Magdeburgo, fundador de los Norbertinos (Premostratenses); misionero en Francia y Alemania.

- 6/6: S. Marcelino Champagnat (1789-1840), fundador de los Hermanos Maristas, para la educación y formación de los jóvenes.

- 6/6: S. Rafael Guízar Valencia (México, 1878-1938), obispo de Veracruz, el cual, no obstante la persecución, ejerció asiduamente el ministerio episcopal, sufriendo el exilio y otras penas.

- 8/6: B. Santiago Berthieu (1838-1896), sacerdote jesuita francés, misionero durante más de 20 años en Madagascar; murió mártir en Ambiatibé.

- 8/6: B. María Teresa Chiramel Mankidiyan (1876-1926), religiosa carmelita de Kerala (India), fundadora de las Religiosas de la Sagrada Familia, que se dedican a jóvenes y necesitados.

- 9/6: B. José de Anchieta (1534-1597), sacerdote jesuita, nacido en las islas Canarias, misionero y apóstol de Brasil, fundador de la ciudad de São Paulo.

- 11/6: Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús: del Corazón traspasado de Cristo nace la Iglesia misionera. – Día Mundial por la Santificación de los Sacerdotes. - Conclusión del Año Sacerdotal.

- 11/6: S. Bernabé, apóstol, fue entre los primeros fieles de Jerusalén, misionero en Antioquía, evangelizador de Chipre, amigo y colaborador de S. Pablo.

- 11/6: B. Ignacio Maloyan (1869-1915), obispo de Mardine de los Armenios y mártir, torturado y asesinado por los turcos al comienzo del holocausto armenio.

- 12/6: S. Gaspar Bertoni (Verona 1777-1853), fundador de los Estigmatinos, “misioneros apostólicos”.

- 12/6: B. Mercedes María de Jesús Molina (1828-1883), religiosa ecuatoriana, misionera entre los indígenas ‘jíbaros’, fundadora, murió en Riobamba (Ecuador).

- 12/6: Día Mundial contra el Trabajo de los Menores, instituido por la ONU (2002).

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WebJCP | Abril 2007