Publicado por Ciudad Redonda
1.El Espíritu de la Ley
2.Con Todo tu Corazón
Saludo (Ver el Evangelio)
Nuestro Señor Jesús nos ha reunido juntos y nos dice hoy: “Escúchenme, todos ustedes,y procuren entender.”
Que ojalá sepamos escuchar y entender hoy su palabra y ponerla en práctica en nuestra vida; y que el Señor esté siempre con ustedes.
Introducción por el Celebrante (Dos Opciones)
1.El Espíritu de la Ley
¿Cómo experimentan ustedes las leyes, especialmente los mandamientos de Dios? Muchos los consideran como algo que viene de fuera de sí mismos, como cargas impuestas sobre ellos. Naturalmente, si los mandamientos están fuera de ti, no los puedes amar; sientes como un rechazo hacia ellos, o los observas absolutamente en el mínimo requerido. Si entendemos que su inspiración es el amor de Dios y el amor y respeto para con los hermanos, entonces pueden convertirse en parte de nosotros mismos y vivir en nuestros corazones. Pidámosle al Señor que con generosidad y amor vayamos mucho más allá de la letra de la ley.
2.Con Todo tu Corazón
Estamos reunidos aquí, hermanos, para escuchar la palabra de Dios y para sentarnos y comer a su mesa. Escuchar quiere decir no simplemente oír lo que el Señor tiene que decirnos, sino permitir que su palabra guíe nuestra vida. Pero incluso nuestra obediencia a la palabra de Dios no debería de ser una conformidad mecánica. Dios es un Dios que nos quiere; que quiere estar cerca de nosotros, su pueblo. Si respondemos a su amor, nuestra respuesta a él, a su palabra y a sus mandamientos no puede ser otra cosa que una respuesta del corazón, una respuesta dada a él por gente libre y responsable.
Acto Penitencial
Pidamos al Señor que nos perdone
por no haber vivido siempre
según el espíritu de los mandamientos.
(Pausa)
Señor Jesús, tú dijiste: Este es mi mandamiento, ámense unos a otros como yo les he amado.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo Jesús, tú nos enseñaste:Hagan los unos por los otros lo que yo he hecho por ustedes.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, tú nos dijiste: Lo que hicieron con uno de esos más pequeños, que son míos,conmigo lo hicieron.
Señor, ten piedad de nosotros.
Perdona nuestros pecados, Señor,y ayúdanos a servirte a ti y a los otros con amor libre y generoso. Y llévanos a la vida eterna. Amén.
Oración Colecta
Roguemos para que toda nuestra vida
dé gracias y alabanzas al Señor.
(Pausa)
Padre, Dios de la Alianza siempre nueva:
Tú nos has vinculado a ti mismo
con fuertes lazos de amor eterno;
las palabras que nos hablas
son espíritu y vida.
Abre nuestros corazones a tus palabras,
para que nos toquen
en lo más profundo de nosotros mismos.
Que nos muevan a servirte
no de un modo ciego y servil,
sino como hijos e hijas que te quieren
y a quienes has liberado de toda esclavitud
por medio de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Primera Lectura (Dt 4:1-2, 6-8): La Ley Trae Vida y Sabiduría
Guardar la ley de Dios trae sabiduría y vida a su pueblo. Es la respuesta de lealtad del mismo pueblo al Dios cercano y liberador.
Segunda Lectura (Stgo 1:17-18, 21-22, 27): Vive Según la Palabra de Dios
La palabra de Dios nos ha traído vida. Deberíamos llevarla a la práctica, amando al prójimo, como centro y corazón de la misma práctica; entonces daremos auténtica adoración a Dios.
Evangelio (Mc 7:1-8, 14-15, 21-23): Sirvan a Dios con el Corazón
La religión verdadera consiste en una relación personal con Dios (y con la gente); no consiste en la observancia de la ley. Las tradiciones humanas con frecuencia chocan en el camino con la ley de amor de Dios.
Oración de los Fieles
Roguemos a Dios, dador de todo buen don, para que sepamos obedecer siempre sus leyes con la actitud libre de Cristo, y digamos:
R/ Padre, hágase tu voluntad.
Por la Iglesia, para que no sustituya el evangelio por los ritos y leyes de invención humana, sino que lleve al pueblo a la libertad, la amabilidad y la luz de Cristo, roguemos al Señor.
Por los líderes de los pueblos, dondequiera se encuentren, para que el Espíritu de Dios les inspire a elaborar leyes sabias que proporcionen a sus gentes libertad, bienestar y justicia, roguemos al Señor.
Por los que no conocen a Cristo, para que puedan descubrir la ley de Dios inscrita en sus corazones, y encuentren salvación por la integridad de sus vidas y por el amor a sus prójimos, roguemos al Señor.
Por los disgustados y molestos a causa de los cambios en la Iglesia, para que aprendan a apreciar los esfuerzos del pueblo de Dios para entender y vivir nuestra fe de un modo contemporáneo, y al mismo tiempo permaneciendo fiel al evangelio, roguemos al Señor.
Por todos nosotros, que estamos ahora participando de la mesa del Señor, para que aprendamos de Jesús que el amor es el corazón de la ley, y que el amor verdadero sabe cómo servir, roguemos al Señor.
Señor Dios nuestro, te pedimos que nosotros no solamente oigamos tu palabra sino que vivamos según ella, día a día, por la fuerza de Jesucristo, Señor y Salvador nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Traemos ante ti, Señor, nuestra disponibilidad
para responder a tu amor.
Fortalécenos con el cuerpo y la sangre
de tu Hijo Jesucristo,
para que con él nos entreguemos a ti
con toda nuestra mente y corazón,
y para que seamos capaces
de comunicar tu amor, paz y justicia
a todos los que nos rodean.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Introducción a la Plegaria Eucarística
Con Jesús damos gracias ahora al Padre porque nos ha dado el ejemplo del mismo Jesús para hacernos comprender que el amor es la base y el espíritu de todos los mandamientos.
Invitación al Padre Nuestro
Hermanos: Nuestros labios van a pronunciar la oración que Jesús nos enseñó. Que su Espíritu hable desde nuestros corazones para que sintamos de verdad las palabras que decimos.
R/ Padre nuestro…
Líbranos, Señor
Líbranos, Señor, de todos los males
y danos la paz en nuestros días.
Líbranos de formalismos y palabrerías
al obedecer tus mandamientos.
Ayúdanos a servirte a ti y a los hermanos
con libertad y responsabilidad
y que el amor inspire todo lo que hagamos,
mientras esperamos gozosamente
la segunda venida de nuestro Salvador Jesucristo.
R/ Tuyo es el reino…
Invitación a la Comunión
Este es Jesús, el Cordero de Dios, que dijo:
“Mi alimento es cumplir la voluntad
de quien me envió; de mi Padre,
y completar su obra y su plan.
Padre, que se haga tu voluntad y no la mía.”
Dichosos nosotros, por ser invitados ahora
A este banquete del Señor,
y por recibir de él la fuerza
para cumplir fielmente la voluntad de Dios.
R/ Señor, no soy digno…
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tu hijo ha querido compartirse con nosotros
en esta celebración eucarística.
Te pedimos, nos des su Espíritu de fortaleza
para que nosotros también
sepamos participar de su actitud
de apertura total a tu voluntad
y a las necesidades de los hermanos.
Y así cumplamos más que la ley
y te sirvamos como hijos e hijas tuyos,
en quienes tú reconoces a Jesucristo mismo,
Hijo tuyo y Señor nuestro
por los siglos de los siglos.
Bendición
Con espíritu de gratitud
por todo lo que Dios nos ha dado,
dirijamos nuestros corazones
a buscar en los mandamientos
no nuestra voluntad sino la voluntad de Dios.
La palabra de Jesús en el evangelio de hoy
y la misma actitud de Jesús
nos dicen qué quiere decir “voluntad de Dios.”
Que el Dios todopoderoso les dé fuerza
para cumplir su voluntad liberadora
y les bendiga abundantemente,
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Podemos ir en la paz del Señor y, en todo lo que hacemos, buscar su voluntad.
R/ Demos gracias a Dios.
Nuestro Señor Jesús nos ha reunido juntos y nos dice hoy: “Escúchenme, todos ustedes,y procuren entender.”
Que ojalá sepamos escuchar y entender hoy su palabra y ponerla en práctica en nuestra vida; y que el Señor esté siempre con ustedes.
Introducción por el Celebrante (Dos Opciones)
1.El Espíritu de la Ley
¿Cómo experimentan ustedes las leyes, especialmente los mandamientos de Dios? Muchos los consideran como algo que viene de fuera de sí mismos, como cargas impuestas sobre ellos. Naturalmente, si los mandamientos están fuera de ti, no los puedes amar; sientes como un rechazo hacia ellos, o los observas absolutamente en el mínimo requerido. Si entendemos que su inspiración es el amor de Dios y el amor y respeto para con los hermanos, entonces pueden convertirse en parte de nosotros mismos y vivir en nuestros corazones. Pidámosle al Señor que con generosidad y amor vayamos mucho más allá de la letra de la ley.
2.Con Todo tu Corazón
Estamos reunidos aquí, hermanos, para escuchar la palabra de Dios y para sentarnos y comer a su mesa. Escuchar quiere decir no simplemente oír lo que el Señor tiene que decirnos, sino permitir que su palabra guíe nuestra vida. Pero incluso nuestra obediencia a la palabra de Dios no debería de ser una conformidad mecánica. Dios es un Dios que nos quiere; que quiere estar cerca de nosotros, su pueblo. Si respondemos a su amor, nuestra respuesta a él, a su palabra y a sus mandamientos no puede ser otra cosa que una respuesta del corazón, una respuesta dada a él por gente libre y responsable.
Acto Penitencial
Pidamos al Señor que nos perdone
por no haber vivido siempre
según el espíritu de los mandamientos.
(Pausa)
Señor Jesús, tú dijiste: Este es mi mandamiento, ámense unos a otros como yo les he amado.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo Jesús, tú nos enseñaste:Hagan los unos por los otros lo que yo he hecho por ustedes.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, tú nos dijiste: Lo que hicieron con uno de esos más pequeños, que son míos,conmigo lo hicieron.
Señor, ten piedad de nosotros.
Perdona nuestros pecados, Señor,y ayúdanos a servirte a ti y a los otros con amor libre y generoso. Y llévanos a la vida eterna. Amén.
Oración Colecta
Roguemos para que toda nuestra vida
dé gracias y alabanzas al Señor.
(Pausa)
Padre, Dios de la Alianza siempre nueva:
Tú nos has vinculado a ti mismo
con fuertes lazos de amor eterno;
las palabras que nos hablas
son espíritu y vida.
Abre nuestros corazones a tus palabras,
para que nos toquen
en lo más profundo de nosotros mismos.
Que nos muevan a servirte
no de un modo ciego y servil,
sino como hijos e hijas que te quieren
y a quienes has liberado de toda esclavitud
por medio de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Primera Lectura (Dt 4:1-2, 6-8): La Ley Trae Vida y Sabiduría
Guardar la ley de Dios trae sabiduría y vida a su pueblo. Es la respuesta de lealtad del mismo pueblo al Dios cercano y liberador.
Segunda Lectura (Stgo 1:17-18, 21-22, 27): Vive Según la Palabra de Dios
La palabra de Dios nos ha traído vida. Deberíamos llevarla a la práctica, amando al prójimo, como centro y corazón de la misma práctica; entonces daremos auténtica adoración a Dios.
Evangelio (Mc 7:1-8, 14-15, 21-23): Sirvan a Dios con el Corazón
La religión verdadera consiste en una relación personal con Dios (y con la gente); no consiste en la observancia de la ley. Las tradiciones humanas con frecuencia chocan en el camino con la ley de amor de Dios.
Oración de los Fieles
Roguemos a Dios, dador de todo buen don, para que sepamos obedecer siempre sus leyes con la actitud libre de Cristo, y digamos:
R/ Padre, hágase tu voluntad.
Por la Iglesia, para que no sustituya el evangelio por los ritos y leyes de invención humana, sino que lleve al pueblo a la libertad, la amabilidad y la luz de Cristo, roguemos al Señor.
Por los líderes de los pueblos, dondequiera se encuentren, para que el Espíritu de Dios les inspire a elaborar leyes sabias que proporcionen a sus gentes libertad, bienestar y justicia, roguemos al Señor.
Por los que no conocen a Cristo, para que puedan descubrir la ley de Dios inscrita en sus corazones, y encuentren salvación por la integridad de sus vidas y por el amor a sus prójimos, roguemos al Señor.
Por los disgustados y molestos a causa de los cambios en la Iglesia, para que aprendan a apreciar los esfuerzos del pueblo de Dios para entender y vivir nuestra fe de un modo contemporáneo, y al mismo tiempo permaneciendo fiel al evangelio, roguemos al Señor.
Por todos nosotros, que estamos ahora participando de la mesa del Señor, para que aprendamos de Jesús que el amor es el corazón de la ley, y que el amor verdadero sabe cómo servir, roguemos al Señor.
Señor Dios nuestro, te pedimos que nosotros no solamente oigamos tu palabra sino que vivamos según ella, día a día, por la fuerza de Jesucristo, Señor y Salvador nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Traemos ante ti, Señor, nuestra disponibilidad
para responder a tu amor.
Fortalécenos con el cuerpo y la sangre
de tu Hijo Jesucristo,
para que con él nos entreguemos a ti
con toda nuestra mente y corazón,
y para que seamos capaces
de comunicar tu amor, paz y justicia
a todos los que nos rodean.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Introducción a la Plegaria Eucarística
Con Jesús damos gracias ahora al Padre porque nos ha dado el ejemplo del mismo Jesús para hacernos comprender que el amor es la base y el espíritu de todos los mandamientos.
Invitación al Padre Nuestro
Hermanos: Nuestros labios van a pronunciar la oración que Jesús nos enseñó. Que su Espíritu hable desde nuestros corazones para que sintamos de verdad las palabras que decimos.
R/ Padre nuestro…
Líbranos, Señor
Líbranos, Señor, de todos los males
y danos la paz en nuestros días.
Líbranos de formalismos y palabrerías
al obedecer tus mandamientos.
Ayúdanos a servirte a ti y a los hermanos
con libertad y responsabilidad
y que el amor inspire todo lo que hagamos,
mientras esperamos gozosamente
la segunda venida de nuestro Salvador Jesucristo.
R/ Tuyo es el reino…
Invitación a la Comunión
Este es Jesús, el Cordero de Dios, que dijo:
“Mi alimento es cumplir la voluntad
de quien me envió; de mi Padre,
y completar su obra y su plan.
Padre, que se haga tu voluntad y no la mía.”
Dichosos nosotros, por ser invitados ahora
A este banquete del Señor,
y por recibir de él la fuerza
para cumplir fielmente la voluntad de Dios.
R/ Señor, no soy digno…
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tu hijo ha querido compartirse con nosotros
en esta celebración eucarística.
Te pedimos, nos des su Espíritu de fortaleza
para que nosotros también
sepamos participar de su actitud
de apertura total a tu voluntad
y a las necesidades de los hermanos.
Y así cumplamos más que la ley
y te sirvamos como hijos e hijas tuyos,
en quienes tú reconoces a Jesucristo mismo,
Hijo tuyo y Señor nuestro
por los siglos de los siglos.
Bendición
Con espíritu de gratitud
por todo lo que Dios nos ha dado,
dirijamos nuestros corazones
a buscar en los mandamientos
no nuestra voluntad sino la voluntad de Dios.
La palabra de Jesús en el evangelio de hoy
y la misma actitud de Jesús
nos dicen qué quiere decir “voluntad de Dios.”
Que el Dios todopoderoso les dé fuerza
para cumplir su voluntad liberadora
y les bendiga abundantemente,
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Podemos ir en la paz del Señor y, en todo lo que hacemos, buscar su voluntad.
R/ Demos gracias a Dios.
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