LUGAR DE ENCUENTRO DE LOS MISIONEROS DE TODO EL MUNDO
MISIONEROS EN CAMINO: Esperamos a otro
NO DEJES DE VISITAR
www.caminomisionero.blogspot.com
El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

domingo, 15 de diciembre de 2013

Esperamos a otro

Los judíos pedían milagros para creer en un mesías rey poderoso. Jerusalén, capital de las naciones, todos los pueblos vendrán en procesión a nuestro santo Templo.
Los griegos exigían sabiduría. ¿Cuál fue el origen del Cosmos? ¿Cuándo será el final de nuestro mundo? ¿Cuáles son las fuerzas que mueven las estrellas? Dios nos dará respuesta.
Yo exijo menos. Sólo quiero que Dios me cuide. Que me libre del mal, de la pobreza, del cáncer, del dolor, de la vejez de la tristeza y de la soledad. Y que me escuche cuando yo le hablo, y que se note que está ahí, que yo sienta su ayuda cuando le ruego.
Y es verdad que yo tengo derecho a pedirle a mi padre todo lo que yo quiero, porque para eso soy hijo. Pero es también verdad que mi padre tiene el deber de darme solamente lo mejor.
Y esta es mi fe. Gritarle siempre todo lo que ansío, pedirle que me libre de todo lo que yo creo que es mal, es mi derecho, y es mi modo de expresar ante Él que creo que me quiere y que me cuida... Y esperar siempre sólo la fuerza de su Espíritu.
No espero más, pero siento la certeza absoluta de que su fuerza está en mi vida y me hace caminar, orar, creer, que me libera del mal de mis pecados y me atrae hacia Él.
No espero a Otro, no, no soy tan necio como para inventarme mi dios a mi medida, a la medida de mi mente pequeña, de mis deseos, siempre tan estrechos.
Aunque he de confesar en tu presencia que suelo ser tan necio que no escucho tu voz y no me entero de lo que Tú me pides.
Y escucharte... ¡eso sí que sería mi vida!


José Enrique Galarreta

0 comentarios:


WebJCP | Abril 2007