El obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, difundió un mensaje a horas de celebrarse la fiesta de la Natividad del Señor. En su mensaje, el prelado llamó la atención sobre el actual contexto social y pidió a los catamarqueños rogar por la paz, sobre la que indicó que debe gestarse en la interioridad para luego poder plasmarse en la vida social.
El obispo encabezó su mensaje haciendo alusión al clima de conflictividad social generado por los saqueos en comercios de más de 40 ciudades del país: “Con dolor debemos reconocer que llegados al fin de este año los argentinos nos encontramos sumidos en confrontaciones muy marcadas. Estamos enfrentados, divididos, sospechamos unos de otros y no logramos ponernos de acuerdo en proyectos que ayuden a todos los argentinos, empezando por los más necesitados”.
En el preludio de su mensaje también llamó la atención sobre la situación de los adolescentes y niños “atrapados por la droga, que viven sin presente ni futuro”, y además rescató “la falta de reconciliación” que existe entre los argentinos como “gran herida social”, sobre la cual también se habían referido todos los obispos en su habitual mensaje para esta fecha, dado a conocer a comienzos de mes.
No obstante el panorama, monseñor Urbanc animó a mirar “los signos de vida y salud del cuerpo social”: se refirió a la solidaridad, las obras de bien y las posibilidades que brinda la Argentina.
“Que esta celebración del Nacimiento de nuestro Salvador nos impulse a reflexionar sobre cómo nuestro lenguaje, los silencios y las descalificaciones impiden que nos escuchemos e inducen a que dejemos de lado el auténtico diálogo que necesitamos en la familia, comunidades, instituciones y personas en particular”, deseó el prelado.
El obispo también recordó que el Papa propuso el lema “Bienaventurados los que buscan la Paz” con motivo de la próxima jornada mundial de oración por la paz, que se celebrará en todo el mundo el 1 de enero de 2013.
En este sentido, el prelado invitó a pedir para que “el Niño de Belén, Príncipe de la Paz, irradie su Luz en las oscuridades de los corazones para que sepamos ver cuántas cosas bellas hay y que las cuidemos y multipliquemos para que vivamos en paz”.
“Que la Virgen Madre, San José su casto esposo, y el mismo Niño Jesús los colmen de bendiciones en estos días para que sean instrumentos eficaces de Paz. ¡Muchas Felicidades!”, concluyó monseñor Urbanc.+
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