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MISIONEROS EN CAMINO: Evangelio seglar para el Domingo 30º del Tiempo Ordinario (23 - Octubre - 2011)
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sábado, 22 de octubre de 2011

Evangelio seglar para el Domingo 30º del Tiempo Ordinario (23 - Octubre - 2011)

Publicado por Ciudad Redonda

NOTAS BÍBLICAS
(por equipo coordinador, con asesoramiento de un biblista)
Las autoridades judías someten "a prueba" (22,35) a Jesús con tres preguntas relativas a la Ley de Dios (la "Torá").
La primera se la plantean unos enviados de los fariseos aliados con los herodianos: : ¿Es lícito [según la Ley] dar impuesto al César? (22,17). La vimos el domingo pasado.
La segunda se la plantean los saduceos sobre de quién será mujer una resucitada que se casó y enviudó siete veces (22,28).
La tercera la proponen hoy los fariseos por boca de un "experto en la Ley" (22,35): "¿Cuál es el mandamiento mayor de la Ley?
Debido a las respuestas de Jesús a estas preguntas -y una de contraofensiva que les hace Jesús a ellos-, "desde aquel día nadie se atrevió ya a hacerles preguntas" (22,46)
La Torá contiene más de seiscientos mandamientos: 613. ¿Cuál es el grande?
Jesús responde uniendo dos mandamientos y setenciando que "de ellos penden toda la Torá y los Profetas" (22,40), o sea, toda la Palabra de Dios. En 7,12 ya había identificado "la Torá y los Profetas" con la llamada "regla de oro".
Los mandamientos elegidos por Jesús están en el libro del Levítico: el primero en 6,5 y forma parte del párrafo llamado "Shemá" y que los judíos como
Jesús recitan todos los días; el segundo está en 19,18 y forma parte de una sección que detalla los comportamientos sociales queridos por Dios. Ya otros maestros de la Ley anteriores a Jesús habían hecho la misma selección: el amor a Dios y el amor al prójimo.
La medida del amor que se ha de tener a Dios es la "totalidad", con la totalidad de la existencia: con "todo" el corazón, con "toda" el alma y con "toda" la mente (22, 37). Aquí es el único lugar donde Mateo emplea la palabra "mente" (en su lugar la Torá que cita usa el término "fuerzas").
La medida del amor que se ha de tener al prójimos es "uno mismo" (22,39): como te amas "a ti mismo". Medida ya dictada en la "regla de oro" (7,12)


COMENTARIOS DE SEGLARES

DESDE LOS ABUELOS
(Mujer, casada, madre tres hijos, cinco nietos, voluntaria de Cáritas)

Este evangelio es la esencia de las enseñanzas de Jesús . Me dice que lo mas importante es amarle "sobre todas las cosas", por lo tanto me está diciendo que lo tengo que tener siempre presente en mi vida y que está por encima de todas las cosas materiales y por encima de todos los hombres.
Me dice que tengo que rezarle , que tengo que leer su palabra, que tengo que darle gracias por todo lo que me da a diario y que tengo que asistir a su Eucaristía tantas veces como pueda, para que así con su gracia y su espíritu me conceda la capacidad de amar a mi prójimo como Él quiere que lo ame, y que a veces me resulta tan complicado de hacer , sobre todo cuando se trata de perdonar y de ponerme en la piel de la persona que sufre.
Tengo que acercarme a Dios para que me proteja de mí misma y de hacerme una religión cómoda y a mi medida.

DESDE LAS PERSONAS SIN HOGAR
(Novios, pertenecen a comunidad cristiana, voluntarios de patrulla de calle en ONG católica)

El amor y la capacidad de amar es uno de los dones más maravillosos que ha puesto Dios en los hombres. El amor es lo que nos mueve a acercarnos al prójimo. Desde nuestro voluntariado con las personas sin hogar, observamos que las personas no sólo necesitan una ayuda material, sino también, y sobre todo, de nuestro amor y acompañamiento. Amar al hermano supone estar cerca de él, empatizar con él, con su historia; supone también sufrir junto a él cuando está angustiado y desesperado, motivarle y confiar en sus posibilidades incluso, cuando él mismo haya dejado de hacerlo, alegrarnos con sus logros y con sus avances, aceptar sus limitaciones y las nuestras.
Sólo podemos entender el mandamiento del que Dios nos habla, acercándonos a las diferentes personas y realidades que les acompañan. En este encuentro con el hermano también nos encontramos con Dios mismo, que se nos hace presente siempre en cada uno de ellos, devolviéndonos muchísimo más de lo que nosotros somos capaces de ofrecerles.

PARA REZAR
(mujer, soltera, trabaja, pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

Dios Padre Bueno y Compasivo
Tú eres Todo Amor y Misericordia,
y Tú nos enseñas hoy que nuestra vida
sólo tiene sentido cuando te amamos a Ti,
y cuando reflejamos tu Amor en el prójimo.
¡Toda nuestra existencia es tuya y depende de Ti!
Te pedimos, Dios Padre nuestro, que nos ayudes
a ordenar nuestra vida de tal modo que Tú
ocupes en ella nuestro corazón, alma y mente,
para que tu Amor sea el centro de nuestra vida
y para lograr alcanzar la Salvación que Tú nos das.
¡Sólo por el amor que mostremos a nuestro alrededor
reconocerán que somos discípulos e hijos tuyos!
Te pedimos, Dios Padre y Maestro Bondadoso,
que Tú nos enseñes a amar sin condiciones,
y que nos muestres el camino cierto que nos conduce
al amor perfecto junto a Ti y con los hermanos.
Ayúdanos con tu Sabiduría a ser prudentes y pacientes
en medio de nuestra sociedad, familia, trabajo y amigos
para equilibrar el amor y la justicia en nuestra vida.
¡Dios Padre nuestro, ten Misericordia de nosotros
y no permitas que nada ni nadie nos separe de Ti,
pues sólo encontramos Consuelo, Paz y tu Salvación
si permanecemos siempre en tu Amor y Misericordia!
Concédenos Tú, Dios Padre nuestro, la capacidad
de amar gratuitamente a todos nuestros hermanos,
desde tu corazón Misericordioso y lleno de infinito Amor,
para ser nosotros el reflejo de tu Amor en el mundo
y lograr llevar la fraternidad y tu Palabra de Vida,
por todos los lugares, al corazón de cada persona. Amén.

PARA VIVIR ESTA SEMANA
(matrimonio, tres hijos, él trabaja, el matrimonio pertenece a comunidad cristiana y a movimiento seglar)

Tan sencillo como esto, podemos hablar y hablar del mensaje del evangelio, de muchos matices, de muchas luces que nos ayudan en el día a día, del jugo que a veces somos capaces de extraer de la Palabra, de lo bonitas que pueden llegar a ser algunas celebraciones, algunos pasos de Semana Santa, lo a gusto que podemos encontrarnos en una oración a solas con Jesús...
Pero... si se nos olvida lo esencial, el amor al hermano, ¿cómo podemos decir que estamos amando a Dios sobre todas las cosas?
Sería una total hipocresía el sentirnos orgullosos de nuestro Dios, de nuestra religión, de nuestros valores si sólo nos quedamos en esto.
¿Y cómo podemos amar al prójimo? : haciendo a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros, siendo amables, serviciales, sin malos modos, siempre con una sonrisa, haciéndonos uno con su alegría y también con su dolor, no esperando nada a cambio, disculpando siempre, perdonando...
¿Y quién es nuestro prójimo?: cualquier persona que pase junto a nosotros en ese momento, el hermano más desfavorecido, el que nos pide ayuda.
Tratemos esta semana de aprovechar el momento presente, no pasemos de largo junto al prójimo sin dedicarle el tiempo que cada uno necesita, la ayuda que precisa, el detalle que le puede alegrar la vida esa mañana, la palabra justa de cariño cuando se encuentra deprimido, nuestro ánimo, aunque nosotros no lo tengamos.
Viviendo en esa dinámica, seguro que cumplimos con el primer mandamiento, y así Dios se manifestará en nuestras vidas, sintiendo una especial cercanía que llenará nuestras vidas de alegría y esperanza.

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WebJCP | Abril 2007