El bien

Nos quejamos a veces de que en los distintos medios de comunicación se nos ofrece de un modo habitual resúmenes de aquello más negativo que ocurre en el mundo, en la sociedad y que por su contenido o por su esencia llama la atención y ejerce sobre quienes recibimos la información una reacción adversa.
Decimos que se nos informa más sobre los acontecimientos negativos, los sucesos o desgracias que parecen llenar el mundo, y no se nos explica cuanto de bueno ocurre quizás a nuestro lado mismo. Si con mayor frecuencia se nos comunica cuánto va mal, podríamos darnos cuenta que la causa de esta información es que el mal es algo ocasional y que por este mismo motivo llama la atención y requiere ser comentado y explicado para que no se repita esta mala acción.

Por la propia experiencia personal, sabemos que el mal es algo como esporádico, lo normal es lo positivo, lo bueno y por esta misma razón nos quejamos del mal que en cualquiera de sus formas nos visita o nos invade.

De forma natural en el corazón de cada persona crecen sentimientos buenos, como crece el deseo del bien, de lo noble y de lo hermoso, que el Señor nos ofrece, aunque quizás cada uno no logremos hacerlo brillar suficientemente.

La responsabilidad de cada persona está precisamente en hacer crecer el bien para tener medios con los cuales se pueda luchar contra el mal.

Texto: Hna. Carmen Solé.
Publicado por Mi Vocación