Tan vuestra como nuestra es la misión

Publicado por OMPRESS

Durante mis años como misionero he aprendido que los que estamos en este "frente" somos los más afortunados porque recibimos el cariño y el agradecimiento con sobreabundancia de nuestros hermanos africanos, pero dependemos de vuestra oración y de los medios materiales de quienes nos "ayudais" desde la riqueza espiritual y material de este mundo. Tan vuestra como nuestra es la misión.
No es malo ser ricos, al contrario... lo nefasto es ser miserables, ricos sólo para sí. ¡Animaos! la mies es mucha y los obreros ... Pero sabed una cosa: quien gusta de la miel del llamado Tercer Mundo, o cuarto, o... ya no puede dejar de saborearla... ¡Y eso te complicará grandemente la vida. Y serás feliz!

Queridos jóvenes: Escuchad y acoged el mensaje: Abrid bien ojos y oídos; prestad al Señor vuestras manos y vuestros pies... e id por todo el mundo escuchando, sanando y anunciando su Evangelio. (Ex. 3, 7-10)
Cuando yo fui a África me sentía héroe salvador. Pronto me di cuenta de que salvador no hay más que Uno y de que los héroes trabajan en la sombra. Los pobres me han evangelizado y son ellos quienes han reafirmado mi fe y mi confianza en el Señor. En medio de la guerra, de los horrores y de la penuria más grande, son ellos quienes me han dado las muestras de fe y de confianza más irracionales de lo que yo pudiese imaginar con mi evangelio lleno de razón occidental.

Ellos han sido "mis profetas” ¡Cuántas veces he escuchado esa frase suave pronunciada desde el fondo del corazón: "todo lo que Dios hace es bueno"!: ante el hijito muerto (Adjoua), ante el propio sida en fase terminal (Amy), ante la imposibilidad de alimentar a los hijos desde hace dos días (Fatou), ante la falta total de medios (Atchoumoutio), ante el deshaucio de la casa con los 8 de familia (Dérou), ante la violación de guerra (Elisabeth),... Y no es opio, es la fe que mantiene viva la esperanza y viva la existencia y viva la bondad.
La vida me ha obligado a volverme a la tierra de mis padres. No me quejo... no tengo derecho a hacerlo en medio de mi vida privilegiada. Mi misión ha tomado otros derroteros. Echo terriblemente en falta a mis queridos africanos, pero "todo lo que Dios hace es Gracia", para ellos y para mí. Alguno de vosotros tomará el relevo y el sentido que Dios da a su vida y que tanto busca se le desvelará de repente, como por iluminación... y será feliz!

Vuestro hermano Manu Rubio, Costa de Marfil