¡Han desfigurado a Jesús!
Han explicado todos los detalles de su vida
sin dejar ni uno solo.
Ya no interesas, Jesús.
Ya no divides.
Ya no escandalizas.
Se ha desvelado el misterio,
y lo hemos entendido todo.
Murió en una cruz,
pero es que iba a resucitar.
Se opuso a la ley,
pero fue porque era Dios.
Sufrió mucho,
pero fue porque luego iba a gozar.
Produjo escándalo,
pero es que entonces no le entendían.
Lo condenaron a muerte,
pero fue por equivocación.
Denunció a los fariseos,
pero es que eran unos hipócritas.
Quebrantó el sábado,
pero es que los judíos lo habían convertido
en cueva de ladrones…
Ya no interrogas, Jesús.
Ya no divides.
Ya no escandalizas.
Se ha destapado la caja
Y ha aparecido el misterio sin misterios.
Pero no, y mil veces no.
Te han secuestrado,
pero yo te recuperaré como eres,
sin explicaciones,
intacto,
desnudo de vestidos teológicos y coronas litúrgicas.
Te quiero desnudo, Cristo,
como fuiste, como eres hoy,
como serás mañana,
desafiante,
interpelante y amigo.
¡Inexplicable!
Estoy harto de explicaciones.
No me expliquéis el misterio,
que me lo matáis.
¡Y además es mentira!
¡Las explicaciones son mentira todas!!
Yo quiero ante el misterio solo estar,
quiero estar y adorarlo.
Mirar sin ver.
Estudiar sin entender.
Comer sin digerir.
¡No quiero digerir a Jesucristo!
¡Marchaos todos los teólogos y todas las iglesias!,
que quiero ante el misterio solo estar,
sólo estar y adorarlo.
* * *
Murió en una cruz porque se ganó la muerte,
no porque luego fuera a resucitar.
Se opuso a la ley porque vivió sin ley,
no porque fuera Dios.
Sufrió mucho porque amó mucho,
no porque luego fuera a gozar.
Produjo escándalo porque era escandaloso,
no porque no lo entendieran.
(¡Vaya si te entendían, Jesús!).
Lo condenaron a muerte porque era reo de muerte,
no por equivocación.
Denunció a los fariseos
porque se apoyaban en sus obras y en la ley,
no porque fueran unos hipócritas.
Quebrantó el sábado
porque el sábado está al servicio del hombre,
no porque los judíos fueran unos exagerados.
Se puso en contra del templo porque el único templo es la fe,
no porque lo hubieran convertido en cueva de ladrones…
* * *
Marchaos.
Marchaos todos y dejadme solo con él.
Dejadme solo,
a la intemperie,
con él.
No me expliquéis nada.
Marchaos
y dejadme solo.
Que quiero ante el misterio solo estar,
sólo estar y adorarlo.
Y seguirlo, seguirte, siempre, siempre,
a tu calor, caliente, caminando…
(Fuente: Patxi Loidi, Mar adentro. Plegarias para orar, Ed. Sal Terrae, 2002)
Han explicado todos los detalles de su vida
sin dejar ni uno solo.
Ya no interesas, Jesús.
Ya no divides.
Ya no escandalizas.
Se ha desvelado el misterio,
y lo hemos entendido todo.
Murió en una cruz,
pero es que iba a resucitar.
Se opuso a la ley,
pero fue porque era Dios.
Sufrió mucho,
pero fue porque luego iba a gozar.
Produjo escándalo,
pero es que entonces no le entendían.
Lo condenaron a muerte,
pero fue por equivocación.
Denunció a los fariseos,
pero es que eran unos hipócritas.
Quebrantó el sábado,
pero es que los judíos lo habían convertido
en cueva de ladrones…
Ya no interrogas, Jesús.
Ya no divides.
Ya no escandalizas.
Se ha destapado la caja
Y ha aparecido el misterio sin misterios.
Pero no, y mil veces no.
Te han secuestrado,
pero yo te recuperaré como eres,
sin explicaciones,
intacto,
desnudo de vestidos teológicos y coronas litúrgicas.
Te quiero desnudo, Cristo,
como fuiste, como eres hoy,
como serás mañana,
desafiante,
interpelante y amigo.
¡Inexplicable!
Estoy harto de explicaciones.
No me expliquéis el misterio,
que me lo matáis.
¡Y además es mentira!
¡Las explicaciones son mentira todas!!
Yo quiero ante el misterio solo estar,
quiero estar y adorarlo.
Mirar sin ver.
Estudiar sin entender.
Comer sin digerir.
¡No quiero digerir a Jesucristo!
¡Marchaos todos los teólogos y todas las iglesias!,
que quiero ante el misterio solo estar,
sólo estar y adorarlo.
* * *
Murió en una cruz porque se ganó la muerte,
no porque luego fuera a resucitar.
Se opuso a la ley porque vivió sin ley,
no porque fuera Dios.
Sufrió mucho porque amó mucho,
no porque luego fuera a gozar.
Produjo escándalo porque era escandaloso,
no porque no lo entendieran.
(¡Vaya si te entendían, Jesús!).
Lo condenaron a muerte porque era reo de muerte,
no por equivocación.
Denunció a los fariseos
porque se apoyaban en sus obras y en la ley,
no porque fueran unos hipócritas.
Quebrantó el sábado
porque el sábado está al servicio del hombre,
no porque los judíos fueran unos exagerados.
Se puso en contra del templo porque el único templo es la fe,
no porque lo hubieran convertido en cueva de ladrones…
* * *
Marchaos.
Marchaos todos y dejadme solo con él.
Dejadme solo,
a la intemperie,
con él.
No me expliquéis nada.
Marchaos
y dejadme solo.
Que quiero ante el misterio solo estar,
sólo estar y adorarlo.
Y seguirlo, seguirte, siempre, siempre,
a tu calor, caliente, caminando…
(Fuente: Patxi Loidi, Mar adentro. Plegarias para orar, Ed. Sal Terrae, 2002)
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