LUGAR DE ENCUENTRO DE LOS MISIONEROS DE TODO EL MUNDO
MISIONEROS EN CAMINO: LA HOMILÍA MÁS JOVEN: UNA FAMILIA QUE NUNCA SE ABURRIÓ
NO DEJES DE VISITAR
www.caminomisionero.blogspot.com
El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

domingo, 26 de diciembre de 2010

LA HOMILÍA MÁS JOVEN: UNA FAMILIA QUE NUNCA SE ABURRIÓ



1.- A veces, mis queridos jóvenes lectores, las estructuras litúrgicas nos la juegan y el resultado nos llega a desconcertar. Resulta que este domingo es el que sigue a la Navidad y la Iglesia quiere que, si hemos contemplado al Hijo de Dios hecho hombre nacido en el seno de una familia, reflexionemos ya desde el principio, sobre como era esta familia para aprender como debe ser la nuestra. Las lecturas escogidas hacen referencia a unos hechos históricos que todavía no hemos celebrado, siguiendo el calendario litúrgico. Olvidaos de ello, podrían haber escogido otro domingo. Lo importante es que aprendamos, celebremos y recemos.

Se dice que hoy en día la familia está en crisis. Se habla también de la familia tradicional. Creo que es un error plantear el tema desde estos principios. El núcleo humano ha ido evolucionando y progresando desde el inicio de la hominización. Particularmente ha ido mejorando y refinándose en el seno del pueblo judío, depositario de los planes salvíficos de Dios.

2.- En primer lugar debemos precisar como debe ser la realidad del hombre adulto, que está en sus cabales. Lo primero a precisar son sus aficiones, aquello que le gusta y que configura su personalidad. Un humano sin aficiones es un ser amorfo, aunque sea un ser viviente. Otro particular es su profesión, aquella manera que tiene de contribuir al bien de la sociedad y encontrando en él su sustento. Otro aspecto, que muchos ignoran o quieren olvidar, es su vocación. Aquella manera de comportarse que responde a una llamada de Dios. Siente uno que está sumergido en este mundo y que debe desempeñar un papel. Las circunstancias le pueden ayudar a descubrir cual es su responsabilidad. Puede solicitar la ayuda de Dios para descubrirlo o preguntarle en sincera oración: Señor, ¿qué esperas de mí? ¿Qué me tienes reservado? ¿Qué aptitudes me has dado para que yo las ponga en práctica?

El último vector de la personalidad, que no es el último en importancia, es el estado de vida. Pueden haber coincidencias entre algunos vectores o no haberlas, se puede poner el acento en un vector o más que en otro. Como hasta aquí la explicación ha sido muy teórica, voy a poner un ejemplo de personalidad dispar. Un individuo puede ser apasionadamente aficionado al coleccionismo, o a la arqueología, o a la pintura. Se siente relativamente feliz ocupándose en ello. Por otra parte ha logrado un contrato de trabajo en una empresa y lo que hace, sin entusiasmarle, le proporciona un jornal, que le permite una vida digna. Cuando se adentró en la juventud, se planteó como debía ser su vida. Pensó en ser útil a los demás o que Dios le llamaba al compromiso en una ONG o en un movimiento cristiano. Un paso adelante, y se preguntó si debía escoger el matrimonio y pensar en la descendencia, o quedarse soltero. En este último caso, cómo debía transcurrir su soltería: simplemente solo, acompañando a su familia o consagrándose a Dios.

3.- Una persona puede disfrutar en lo que trabaja, supongamos un médico, entretenerse coleccionando monedas, participar y realizar sus más fundamentales convicciones, con aquella persona que es capaz de compartir y participar en sus mismos ideales. Con ella se comprometerá en amor y, en consecuencia tendrán hijos, que serán los hitos que señalan este amor, tan desbordante, que es capaz por ello de ser procreador, colaborador con Dios para que en el mundo aparezcan y se preparen nuevos santos. Dominándolo todo la fidelidad y amor de Dios y a Dios. El respeto a sus normas.

4.- Una familia fiel a estos planteamientos, no es una familia aburrida o amorfa. Es lo que nos quieren proclamar este año los textos litúrgicos de este domingo.

La Sagrada Familia se encontraba en Belén como en su casa, allí tenía sus raíces José, allí gozaría de la relación familiar con algunos parientes que no había conocido anteriormente. Era un artesano de la construcción, por lo que encontrar trabajo que les permitiese vivir decentemente, no le costaría demasiado. No siendo una gran población, superaba en mucho a Nazaret y además estaban cerca de la capital… Pues no, quedarse allí no estaba en los planes de Dios y a causa de la persecución de Herodes, y para librarse de ella, les toca huir a Egipto, tierra multisecular de refugiados políticos. Y vuelta a empezar. José había sido esta vez el confidente de Dios. María se fiaba de su protección, accedería con criterios de fidelidad, más que de “realización personal” de la que tantos son adeptos. Para muchos hoy en día, su triunfo consiste en realizarse se dice y se repite. Para ellos, prosperar era realizar los planes del Señor. Los dos adultos habían aceptado el matrimonio, un estado que sin suponer la supresión de la individualidad, convierte en íntima comunidad a sus miembros. Desaparece el tu y el yo, para ser siempre el nosotros.

5.- Una preciosa leyenda señala una roca a poca distancia del lugar que la tradición y la arqueología señalan como el del nacimiento, en la que descansaron y en la que Santa María aprovechó para amamantar al Niño. Hasta imaginan los cronistas, que una palmera se inclinó para ocultarlos. Y hasta que se derramo una gota de leche materna sobre el gran peñasco que de inmediato se tornó blanco del todo.

6.- En Egipto de nuevo se les indicó desde lo alto que volviesen. Inicialmente pensaron en quedarse en Judea, pero el padre de familia estudió la situación política y decidió que era mejor volver a Nazaret. Este pequeño detalle nos enseña que fidelidad no es esclavitud, ni convertirse en robots de Dios, sino en compañeros de ilusiones. Las decisiones que José tomaba eran el resultado de la iniciativa que el Señor les proponía, que ellos creían que de Él venía, y de la prudencia y experiencia de José y de María. Irse a Nazaret era aceptar el riesgo del posible fracaso o de que el reyezuelo de turno, hijo del que había pretendido eliminar al Niño, se comportase con la misma perversidad que su padre. Pero José era un hombre libre y responsable, tomó esta decisión y allí se fueron. No, no se aburrieron nunca. El Chiquillo progresaba, creciendo, espabilándose, aumentando la notoriedad de su santidad.

7.- Esta es la familia que se nos propone hoy. No se acuerdan de ella ni los profesionales dedicados a la ayuda conyugal y orientadores en situaciones de divorcio, ni los expertos en paidología, ni los trabajadores sociales. Como cristianos debemos aprender de ella, confiar en ella, solicitar su ayuda, seguros de lo acertado de este modelo de familia, porque es el escogido por el Hijo de Dios para su estancia en la tierra.

Es cuestión, mis queridos jóvenes lectores, de que preparéis vuestro futuro asegurando la fidelidad a Dios y la mutua. Sirviendo a la prole y a los de fuera. Parece que José murió pronto y María no se encerró en su viudedad. La intercesión en las bodas de Caná y el interés puesto en la salud de su Hijo, pese a haberse hecho ya mayor, (se desplazó con familiares para auxiliarle cuando decían ciertos intrigantes que había perdido el juicio), la asistencia a la ejecución del Señor en el Calvario, demuestran que era una mujer solícita con las necesidades de los otros.

8.- No era una familia complicada, ni difícil, tampoco la vulgar convivencia de incomunicados que vivían juntos, como tanto acontece hoy en día. Vivían al unísono sus ilusiones y sus inquietudes, se lo dice explícitamente la Madre al Hijo, cuando lo encuentra después de haberse separado de ellos, en la visita ritual a Jerusalén. Jesús era ya un mayor de edad, (dicho en su vocabulario un “esclavo de la Ley”) pero para ellos era, como siempre pasa con los padres, su niñito. Y les costaba, como les costará a los vuestros, mis queridos jóvenes lectores, aceptarlo como adulto, no os irritéis en demasía ni os desaniméis por ello.

0 comentarios:


WebJCP | Abril 2007