LUGAR DE ENCUENTRO DE LOS MISIONEROS DE TODO EL MUNDO
MISIONEROS EN CAMINO: Homilías y Reflexiones para el XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario (Lc 21, 5-19) - Ciclo C
NO DEJES DE VISITAR
www.caminomisionero.blogspot.com
El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

sábado, 13 de noviembre de 2010

Homilías y Reflexiones para el XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario (Lc 21, 5-19) - Ciclo C


Publicado por Iglesia que Camina

CUANDO NOS QUEDAMOS EN LAS PIEDRAS

“Algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos.” Curioso, ¿verdad? La importancia y la belleza del templo está en sus piedras, en su arquitectura, en los cuadros de pintores clásicos. Esta visión de los templos aún no ha desaparecido.

A veces uno piensa si no estaremos haciendo Iglesias más para el turismo que para otra cosa. Durante mis años de universidad en Roma me llamaba la atención ver la cantidad de gente que andaba por las grandes Basílicas. Todo el mundo mirando los artesonados o las paredes. Apenas veía a nadie en la Capilla del Santísimo. Basílicas para turistas y no precisamente para quienes se quieren encontrar en una cita con Dios.

Está bien que las Iglesias sean bonitas, pero lo importante de las Iglesias no son sus paredes ni sus torres sino la vida que hay en ellas. Las Iglesias como espacio donde está Dios sacramentalmente en el Sagrario y adonde acudimos para saludarle y pasarnos un rato con Él.

La verdadera belleza de las Iglesias es una comunidad que celebra el misterio de su fe, hace memoria del misterio pascual y alimenta y fortalece su fe en Jesús. Una comunidad orante que pone sus corazones en diálogo con Dios, una comunidad que canta su fe, que alaba a Dios y donde todos renovamos nuestras conciencia de sentirnos hijos de un mismo Padre y, por tanto, hermanos los unos de los otros.

Las Iglesias de piedra pueden ser arquitectónicamente bonitas, pero también nuestras cosas son bonitas. En las ciudades hay edificios muy bellos. Las Iglesias tienen que ser la prolongación de nuestras casas, “Iglesias Domésticas”, que cada domingo se encuentran en una misma Iglesia formando una misma comunidad de fe, de esperanza y de caridad.

Las Iglesias son lugares de comunión con Dios y de comunión con los hermanos. Lugares donde la mejor belleza es la Dios que nos habla y la comunidad que le escucha. Todo el resto puede ser una sencilla distracción. Para Jesús, ese templo maravilloso de Jerusalén está condenado a desaparecer porque ahora Él será el gran templo de la presencia de Dios. La comunidad y cada uno de los fieles. Del templo de piedra pasamos a los templos vivos de carne y hueso.

No sé por qué pero a mí me encantan esas Iglesias chiquitas en las que, quieras o no, lo primero que destaca es el Sagrario, la “casita de Jesús” en medio de su comunidad. Las paredes no distraen ni uno siente la tentación de disparar fotos a diestra y siniestra sino que invitan a rezar.


-------------------

¿DESTRUCCIÓN O PERSECUCIÓN?

Muchos están preocupados con eso del fin del mundo. Ahora está a las puertas el año 2012 año en el que según el Calendario Maya será el fin del mundo. A lo largo de mi vida ya no sé cuántas veces ha habido anuncios y profecías del fin del mundo y hasta donde yo sé el mundo sigue adelante.

Todos los cataclismos que anuncia Jesús son simples imágenes. La verdadera señal de que el Reino de Dios se está realizando es la fidelidad al Evangelio que pone en crisis al mundo y tiene como consecuencia las persecuciones.

La persecución es la reacción del mundo que se resiste a ser destruido en silencio por el testimonio fiel de los creyentes al Evangelio. Por eso mismo, la persecución es buena señal de Evangelio porque es señal de que los creyentes viven su fe y al vivirla ponen en crisis los criterios y los valores del mundo. Una Iglesia perseguida es una Iglesia que preocupa. No me preocupa la persecución. Al contrario, mucho más me preocupa que nos aplaudan y que hablen bien de nosotros. Eso sería señal de que la Iglesia no inquieta, no preocupa, no molesta.

A Jesús le persiguieron y le dieron muerte precisamente por eso, su vida echaba por tierra todo el andamiaje de sus criterios y valores. Y eso sí era un peligro para la institución religiosa y política. Una Iglesia aplaudida es una Iglesia que se ha acomodado al mundo; por tanto, una Iglesia que ha perdido sentido y ya no sirve para nada. Me gusta la Iglesia criticada, perseguida y maltratada. Es señal de una Iglesia que vive, una Iglesia fermento. Está bien que cuidemos las estructuras de la Iglesia, pero lo importante es cuidar la vida, la fidelidad de la Iglesia al Evangelio.



-----------------

¡QUÉ BODA TAN LINDA!

Esto me trae a la memoria nuestras celebraciones. ¡Qué Misa tan bonita! El Coro estaba estupendo. ¡Qué bonitas voces! ¡Qué boda tan preciosa! La novia estaba que daba gusto. Las flores eran importadas, porque hasta en eso está el detalle.

Pero nadie dice: ¡Cómo participaba la gente, cómo respondía a las oraciones! ¡Y los novios cómo sentían la presencia de Jesús metido en sus vidas bendiciendo su amor!

La tentación de quedarnos siempre con lo exterior, con lo secundario, por no decir “con lo vanidoso de nuestras vidas”.

¿Hemos vivido realmente la Misa como memoria del Resucitado en medio de nosotros?
¿Hemos vivido lo que dice la primera oración de la boda “que estos hijos tuyos vivan el sentido que ahora descubren en la fe”? Porque esta es la verdad. Si no descubrimos y vivimos el sacramento del matrimonio, todo lo demás es follaje inútil.

Perdonen la sinceridad, pero quisiera saber si las “mamás-suegras” han puesto tanto empeño en preparar a sus hijos para la boda como luego ponen para que la Iglesia parezca un jardín en flor.

¿Cuándo será que descubramos lo esencial y no nos quedemos enredados en lo secundario? Lo esencial es para toda la vida. Las flores duran unas horas y luego hay que tirarlas porque comienzan a oler mal.

Lo accidental puede ayudar como clima y ambiente, pero que lo ambiental no nos haga olvidar lo que es esencial y la verdadero y auténtico. ¿Tendrá que venir de nuevo Jesús a poner las cosas en orden y a desmontar muchas superfluidades? La verdadera solemnidad está en la gracia y en el sentido del sacramento. Sin eso el resto está de sobra y es más vanidad de la gente que verdad de Dios en la vida de los novios.



-----------------------

NO EL MUCHO SABER

Todos tenemos la idea de que
cuanto más sepamos más buenos podemos ser.
El saber es importante,
pero el vivir es más importante.
El saber es importante,
pero el amar es más importante.
El saber es importante,
pero el servir a los demás es más importante.

Los libros son buenos,
pero la oración es mejor.
Los libros nos regalan ideas,
pero la contemplación nos regala experiencia.

El tiempo dedicado a los libros es interesante,
pero el tiempo dedicado a orar es mejor.
Los libros nos dan las ideas de los demás,
pero son mejores tus propias ideas.
Está bien conocer lo que piensan otros,
pero mejor es conocer lo que piensas tú mismo.

Los libros nos hablan de Dios.
Orar es hablar con Dios.
Los libros nos hablan de los hombres.
Mejor es el tiempo que dedicas a escuchar a los hombres.
Las ideas quedan en la cabeza.
El amor y el servicio tocan el corazón.
Los libros no todos los entienden.
Todos entienden una sonrisa y un gesto de amor.

Lee, pero no dejes de orar.
La lectura nos pone en contacto con los escritores.
La oración y contemplación nos pone en contacto con Dios.



------------------

LA TERCERA EDAD

Señor te doy gracias,
por mi primera edad, por mi segunda edad
y, ahora, por mi tercera edad.

Por mi primera edad, porque en ella pude soñar y sembrar mi camino de ilusiones.
Por mi segunda edad porque mis ilusiones comenzaron a hacerse realidad
y pude gozar de la verdad de mis sueños.
Por mi tercera edad, porque hoy también puedo volver a soñar.
Siento que la realidad se me escapa de las manos, pero aún me permites soñar cosas nuevas, realidades nuevas.
Sobre todo, porque en esta mi Tercera edad vuelvo a revivir lo que ya he vivido.

Y lo siento como algo nuevo.
Otra vez mi espíritu vuelve a reverdecer contemplando el camino andado y sintiendo la alegría y la felicidad de tanto caminar por la vida.
Sí, ya lo sé, me doy cuenta de que a estas alturas, la vida es distinta,
pero es una vida mucho más serena.
La siento como los atardeceres, sentado en una roca a la orilla del mar.
¡Todo es tan suave!
Todos los colores son tan armoniosos que parecen un solo color.

Dicen, Señor, que Tú has muerto en la plenitud de tus treinta y tres años.
¡Cuánto me hubiera gustado llegases a mi edad… y hubieses experimentado esta serenidad de los atardeceres de la vida!

0 comentarios:


WebJCP | Abril 2007