LUGAR DE ENCUENTRO DE LOS MISIONEROS DE TODO EL MUNDO
MISIONEROS EN CAMINO: Los últimos serán los primeros
NO DEJES DE VISITAR
www.caminomisionero.blogspot.com
El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

sábado, 21 de agosto de 2010

Los últimos serán los primeros


XXI Domingo del Tiempo Ordinario (Lc 13, 22-30) - Ciclo C
Por Juan Jáuregui

Hay un antiguo chiste de Mingote que puede considerarse como la versión cómica del evangelio de hoy: dos señoras están hablando a la puerta de la Iglesia y una le dice a la otra: “Al cielo, lo que se dice al cielo, únicamente iremos las católicas de toda la vida”.

El fariseísmo fue contemporáneo de la vida de Jesús y, sin embargo, la tentación del fariseísmo ha sido un peligro real para la Iglesia del pasado y del presente. Y lo mismo se puede decir del particularismo religioso. Les costó mucho a los judíos aceptar que el Dios de Israel era, al mismo tiempo, el Dios de todos los hombres…

Quiero subrayar el peligro de los católicos de toda la vida de los que ironizaba Mingote.

El peligro de creer que la salvación se consigue por prácticas externas y no por una conversión del corazón, por un esfuerzo por entrar por la puerta estrecha y exigente del mensaje de Jesús. Los contemporáneos de Jesús se sentían tranquilos para llamar a su puerta porque habían comido y bebido con El y le habían oído enseñar en sus plazas.

Nosotros podemos decirle que somos de una familia católica de toda la vida, que venimos todos los domingos a Misa…que hasta hemos hecho los primeros Viernes, llevamos el escapulario de la Virgen del Carmen y se nos dirán no se cuántas misas después de nuestra muerte… Con todo esto, tenemos asegurada la salvación. Creer que ésta es la vida cristiana que nos pide Jesús, que esto es entrar por la puerta estrecha, significa hacer del mensaje de Jesús un subproducto que poco o nada tiene que ver con lo que El nos pide…Y nos podemos llevar la sorpresa de los contemporáneos de Jesús: “Hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos”.

Hay teólogos que son los primeros en hablar de Dios y en atreverse a hacer toda clase de afirmaciones, sin apenas nunca buscar una relación personal con El y abrirse a su llamada. Y, por el contrario, hay personas sencillas, que no saben hablar de Dios, pero saben hablarle y gritarle desde el fondo de su corazón con la confianza de un hijo hacia su Padre. Estos serán los primeros en experimentar la bondad de Dios.

Hay moralistas y predicadores que somos los primeros en precisar las obligaciones éticas y exigir con rigor el cumplimiento de los deberes cristianos al pueblo fiel. Pero estos moralistas y predicadores no somos tan radicales a la hora de vivir personalmente estas exigencias…Y, por otro lado, hay hombres y mujeres sencillos, de una honradez total interior, que no saben dar muchas explicaciones de su forma de actuar, que incluso hablan poco de “ética”, pero que saben escuchar con responsabilidad la llamada de su conciencia e intentan seguirla. Estos serán los primeros en encontrarse con Dios.

Hay creyentes revolucionarios que son los primeros en lanzar consignas de justicia y solidaridad para crear una sociedad más humana y justa, pero sin que manifiesten en su vida personal un esfuerzo serio por ser más humanos, por vivir con esa austeridad que predican, por estar de verdad cerca de los necesitados. Y hay hombres y mujeres que no gritan demasiado, pero que son generosos, comparten lo que tienen con sencillez, intentan estar cerca de los pobres y de los que sufren, también estos serán los primeros en disfrutar del reino definitivo de la justicia.

Precisamente éste fue uno de los rasgos más llamativos de la persona de Jesús: el no quedarse en las apariencias, sino saber llegar al corazón y a la autenticidad de las personas. Es lo que le llevó a preferir a la mujer que amaba mucho, aunque hubiese pecado mucho, sobre el que se creía haber pecado poco y amaba también poco. Es lo que le llevó a decir que había “últimos” paganos mejores que los “primeros” judíos. Y que hoy también le podría hacer decir que existen personas, a las que calificamos de “últimas” y que son mucho mejores que los que nos consideramos “católicos de toda la vida…”

0 comentarios:


WebJCP | Abril 2007