Publicado por DABAR
Jesús nos introduce en ese tan complejo, y a la vez tan sencillo, mundo de la Trinidad. Un solo Dios en el que habitan tres personas: Padre, Hijo y Espíritu.
Digo complejo porque nos empeñamos en entender, con lo sencillo que es confiar,… o ¿no es tan sencillo?
Jesús nos abre a las dos realidades: “cuando venga el Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena”… y comprenderemos; y en cuanto a la confianza, él mismo es ejemplo y camino de confianza en Dios.
El Espíritu; el de Jesús, el de Dios o él en sí mismo (¡qué más da!), es el empuje, el ánimo, el que sopla, el que ilumina, el que nos hace andar en la luz, en la verdad… , es todo aquello que debemos pedir al Padre: concédeme la fuerza del Espíritu para creer, esperar y amar.
Tantas veces no entendemos situaciones y momentos de la vida que de pronto te desinstalan, es como si la vida que conocemos se detuviera y tuviéramos que reemprenderla de nuevo desde otra perspectiva, o incluso desde otro “plano” diferente.
Hay desengaños afectivos que nos rompen: familia, parejas, amigos,...; hay enfermedades propias o cercanas que nos descoloran; hay momentos laborales que nos hunden: incluso momentos de fuerte frustración e impotencia que nos colocan en un hoyo del que no vemos salida.
Todos nosotros conocemos y tenemos experiencia de momentos así.
Yo, personalmente, también he tenido momentos así, unos más intensos que otros, unos más fáciles y otros más difíciles, unos más cortos y otros larguísimos; pero siempre, antes o después he sentido una fuerza que no me pertenece, que no soy yo y mi voluntad o valentía o aguante…, no, una fuerza “regalada” y, hasta hace poco, no pedida, que me empujaba, que me animaba, que me apoyaba. A veces sentida en lo más profundo de mi realidad, a veces en personas que se me han dado, que se me han “derramado” en esos momentos, a veces en la soledad y el silencio…
Esta fuerza, este Espíritu, no es un “resuelveproblemas”, no es la solución fácil y grata, es la fuerza que nos sostiene en la dificultad, la que nos ayuda a afrontarla, a reconocerla y a vivirla, unas veces desde la aceptación y otras desde la oportunidad.
He dicho aceptación, que no resignación y oportunidad como camino.
El Espíritu se nos regala, se nos da, pero hay que aceptarlo, abrirle paso, acogerlo, saberlo ver en mis hermanos, en todos los que se acercan a mí diaria u ocasionalmente, en sus actos, en sus palabras, en sus silencios. Verlo en las oportunidades, en los momentos cálidos y sencillos, en la dificultad, en la alegría, en el tumulto y en el sosiego.
Hay que dejarse impregnar, abrirle paso en nuestra vida para que pueda “trabajar”, transformar y realizar la voluntad de Dios en nosotros.
Pidámoslo al Padre, o al Hijo, ¡qué más da!, pero pidámoslo como acto de confianza en un Dios que se nos entrega en Amor.
PROVERBIOS 8, 22 31
Así dice la sabiduría de Dios: «El Señor me estableció al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas. En un tiempo remotísimo fui formada, antes de comenzar la tierra. Antes de los abismos fui engendrada, antes de los manantiales de las aguas. Todavía no estaban aplomados los montes, antes de las montañas fui engendrada. No había hecho aún la tierra y la hierba, ni los primeros terrones del orbe. Cuando colocaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba la bóveda sobre la faz del abismo; cuando sujetaba el cielo en la altura, y fijaba las fuentes abismales. Cuando ponía un limite al mar, cuyas aguas no traspasan su mandato; cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él, como aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia: jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombres».
ROMANOS 5,1 5
Hermanos: Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos; y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Más aún, hasta nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce constancia, la constancia, virtud probada, la virtud, esperanza, y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.
JUAN 16,12 15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. El me glorificará, porque recibirá de mi lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará».
PRIMERA LECTURA
• Contexto. -Es uno de los dos grandes discursos sobre la Sensatez o Sabiduría (el otro en 1,20-33), tras precavernos el autor contra las malas compañías (6,12ss) y la mujer prostituta (cap.7). El cap. 8 es una unidad literaria, dividida en tres estratos (1.10; 12-21 y 22-31). La liturgia sólo se fija en la tercero.
-En los vs. 1-10, la Sensatez, en forma de mujer (# Prov 7), empieza a hablar sin que nadie le haya dado la palabra. Su discurso no se dirige a gente selecta sino a todo el mundo, por eso habla en lugares públicos invitando, con machaconería, a prestar atención a sus consejos, más preciosos que cualquier riqueza (vs. 10-1l). ¿Qué valores son éstos? Tal vez se refiera a los proverbios de los cap. 10-30 (Prov 1-9 sirven de introducción). El que se consagra a la sabiduría practica la verdad y justicia, evita el engaño y el mal comportamiento.
-En la segunda estrofa (vs. 12-21), la Sensatez se presenta a sí misma adornada con las cualidades de todo buen consejero real: inteligencia, madurez mental, saber obrar y valentía. Salomón las ponderó, Y. también el futuro Mesías. De la sabiduría depende el recto orden social y el justo ejercicio del poder que exigen actuar conforme a derecho y justicia, siendo un bien superior al oro y la plata; la sabiduría lo otorga no sólo a los poderosos (vs. 15s) sino también a los pobres (vs. 20ss). Por la sabiduría nuestra conducta será justa, auténtica; por eso hay que amarla y desearla ardientemente.
• Texto. -En esta tercera estrofa (vs. 22-31), la Sensatez intenta convencernos de su capacidad y habilidad para implantar el orden entre los mortales. Se mueve entre el Dios creador (v.22) y las criaturas (v. 31, final de la estrofa). Es primogénita y mediadora, y, cuando Dios impone orden y estabilidad en el universo, está junto a El como primera criatura. El orden de nuestro mundo depende de ella.
-Al principio de la estrofa habla de sus relaciones con la divinidad (el nombre del Señor sólo aparece en el v.22; el v. 13a es una glosa). Engendrada (v.22), en sentido figurado, tejida con nervios y huesos como todo embrión humano en el seno de su madre (v.23), fue dada a luz con dolor por el Señor (v.24). Anterior al mundo que contemplamos (cfr. el doble ‘antes’ de los vs. 23-26), está junto a Dios cuando lo organiza (cfr. las conjunciones 'cuando' en los vs. 26-29), pero no juega papel activo alguno en la creación (v.30); es como un niño de pecho en el que Dios pone sus complacencias y sus delicias consisten en estar junto a los hombres (vs. 30ss). En la Capilla Sixtina, Miguel Ángel, al pintar la creación de Adán, representa a la sabiduría como a un niño jugando en el taller de su padre.
-La Sensatez establece un lazo entre Dios y los humanos para que la verdad y la justicia reinen en nuestro mundo.
• Reflexiones. -Todo hombre debe escuchar, hacer caso, amar... la Sensatez porque proporciona vida, verdad, justicia... (vs.31-36); pero especialmente los políticos para que, adornados con las cualidades inherentes de la madurez y valentía, implanten la justicia, el derecho, la verdad... y así eviten tanto corrupción, engaño... ¡los pueblos lo están anhelando!
-Por ser la primogénita, los Padres han visto en la Sensatez o Sabiduría personificada un símbolo del Verbo, de Jesús, primicia de toda la creación (Col 1, 15; Ap 3,14). Otros Padres, como Ireneo, la consideran símbolo del Espíritu Santo.
SEGUNDA LECTURA
El texto no es, a primera vista, muy trinitario sino habla de la relación del ser humano con Dios en una típica terminología paulina, la de la justificación. Y esto es muy significativo del modo en que Pablo habla de Dios Uno y Trino. No especula sino intenta presentar la realidad humana en contacto con ese Dios. Se trata, en términos técnicos, de una Trinidad funcional y no ontológica. Y tal es la forma de que resulte significativa para los creyentes.
El Hijo Jesucristo es el fautor de nuestra nueva relación con Dios, la cual, en este texto, recibe el nombre de justificación, pero que puede llamarse de otros modos, lo que aquí mismo aparece al denominarnos hijos de Dios. Es lo mismo Todo es un don recibido por medio del Señor Jesús para unirnos con el Padre de la manera más profunda que nos resulta posible.
Ello crea una manera de ser del creyente que supera las dificultades y lo hace esperanzado aun en medio de ellas.
Y ahí está la clave de todo: el amor de Dios hacia los seres humanos mediado también por el Espíritu.
Puede ser que en Pablo no haya una coherencia total en la presentación y lenguaje sobre los Tres de la Trinidad, en especial en lo relativo al Espíritu Santo.. Pero lo esencial es vivir el punto central de sentirse querido, amado, por Dios con las consecuencias que eso tiene.
El Padre es Padre, porque lo es de su Hijo Jesús y de sus hijos los seres humanos. Y ello no por magia sino porque los ama y con ello y en ello los hace hijos. En eso consiste, al final, la Trinidad.
1. Aclaración de términos
V.13 La verdad: la revelación de quién y cómo es Dios. Guiar hasta la verdad plena. ¿Hasta o en? ¿Hasta la verdad o en la verdad? La traducción litúrgica opta por hasta. El texto griego aconseja en. Comunicar lo que está por venir: no es prever el futuro, sino aclarar lo que la verdad significa en cada época.
2. Texto
Jesús habla a sus discípulos de un proceso de maduración para poder llegar a la comprensión plena de lo que han vivido en su compañía. Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora. Comprender la verdad que Jesús ha traído no es algo que los discípulos puedan hacer de una vez por todas; es más bien un camino, un proceso.
Este proceso, este camino, no lo van a hacer ni lo van a recorrer los discípulos en solitario y por su cuenta y riesgo. Van a contar con el Espíritu, que les guiará en la verdad plena.
Hablar de la Verdad que Jesús ha traído es hablar del Padre, en quien Jesús tiene sus raíces. Todo lo que tiene el Padre es mío.
El Espíritu tiene sus raíces en Jesús y en el Padre. Por eso puede desentrañar la Verdad. Hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
3.Comprensión actualizante
La liturgia del día nos invita a centrar nuestra atención en Dios: Padre, Hijo y Espíritu.
El punto de partida con garantía absoluta debe ser Jesús, explicado por el Espíritu.
Al acercarnos a Jesús empezamos descubriendo en él una persona humana extraordinaria.
Poco a poco, este descubrimiento inicial se nos va quedando corto. El Espíritu nos va haciendo descubrir en Jesús una persona divina, que nos revela en Dios al Padre, con quien Jesús está en cercanía y familiaridad humanamente inexplicables.
El trato con Jesús, el conocimiento de él nos van llevando a la certeza total de Dios, uno y trino, aunque no acertemos a explicar esa Trinidad.
Desde Jesús, Dios va adquiriendo perfiles cada vez más y mejor delimitados, que explican y dan respuesta a nuestras más hondas aspiraciones y anhelos.
Gracias a Jesús, estamos absolutamente seguros de que nosotros no fabricamos ni explicamos a Dios a partir de nosotros mismos, sino que somos nosotros quienes adquirimos explicación a partir de Dios y que, por eso, nuestra vida tiene sentido pleno.
¿INVENTAMOS NOSOTROS A DIOS?
Una fiesta que era tradicional en las primaveras de nuestros mayores y marcaba algunas de las faenas que debían acometer en los ciclos de la plantación de los huertos. Hoy, urbanitas incluso los del mundo rural, la asociamos con un mundo que explota en la inmensa variedad de formas vitales a las que podemos asomarnos en los parques, si guardamos alguna sensibilidad curiosa por el mundo natural.
Es posible que al mirar la televisión, sin mirar por la ventana los brotes del jardín o las yemas de los árboles callejeros, descubramos la inmensidad de un cosmos en el que estamos inmersos como pequeñísimas partes de un conjunto que nos desborda y maravilla.
La perplejidad se apodera de nosotros sintiendo el peso volátil de nuestra identidad en tan vasto escenario y cayendo en un mutismo, más reflejo de impotencia que de indiferencia, porque nos deja mudos un mundo tan hermoso, pero, a la vez, interesados en lo que somos y en lo que seremos. ¡Cómo será nuestro futuro!
Nos hacemos muchas preguntas porque ni la cabeza ni el corazón se resignan a la apariencia, bien visible, de acabar nuestros días disueltos en la materia, convertidos en polvo interplanetario, viajando a velocidades de vértigo arrastrados por las tormentas y explosiones que se van sucediendo en la larga historia cósmica.
Siempre hay alguien que, ante la insistente pretensión humana de elevarnos por encima del polvo y soñar con realidades trascendentes, nos recuerda nuestra condición y remite nuestros sueños a la evidencia. Todo es muerte, o, como se dice ahora, todo es entropía.
Siempre, también, resistimos la invitación a abrazar el nihilismo y, con excepciones temporales y personales, porque hay épocas en que parece ponerse de moda y da la impresión de extenderse hasta convertirse en cultura general, mantenemos la esperanza o la ilusión de otro mundo y otra realidad más allá de tanta evidencia miope. Tiene que haber algo más.
Nuestras aspiraciones y nostalgias dan pie para pensar con esperanza o… con ilusión. Entonces decimos que tiene que haber algo y construimos fantasías que respondan a nuestros deseos. Fabricamos dioses y futuro. De nuevo el aguafiestas revisa nuestras proyecciones y destroza nuestros tenderetes y quioscos religiosos. Alguien se une a la destrucción con acusaciones de inventos, negocios, tinglados y opios.
Y, efectivamente, reconocemos que en un mundo lleno de drogas, opios y ocios, evasiones y futbol, bufones y aduladores variados, la religión también puede ser, en ocasiones, una invención, un tinglado,… pero que hay algo más escondido en esa expresión externa, procedente de un recoveco interior muy profundo, que nadie logra extirpar de la sociedad humana, ni siquiera con la ayuda de cirujanos bien cualificados en la larga lista de técnicos laicistas y ateos.
JESÚS NOS DES-CUBRE, RE-VELA, DES-VELA Y DES-NUDA
Todavía perplejos con la inmensidad del cosmos y nuestra pequeñez soñadora, tal como canta el libro de Los Proverbios en la primera lectura, recibimos la visita inesperada de Jesús, el de Nazaret, a quien muchos habían anunciado y a quien esperábamos de otra manera, y nos dice que Dios lo envía para… ¿Para qué?
Para re-velar (¿se acuerdan Uds de cuando las fotos se revelaban en un cuarto oscuro y aparecía, de repente, una imagen?) a Dios y revelarnos a nosotros mismos. O sea, para mostrar la imagen que se corresponde con la realidad. Para des-velar (¿se acuerda alguien cuando, de repente, nos abrían los juguetes para Reyes?). Para des-cubrir (¿se acuerdan cuando la policía, de repente, resolvía el caso del robo en…?). Para des-nudar (¿se acuerdan de aquello del nudo gordiano o del nudo en la garganta o del nudo en el problema de matemáticas?)
Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora”. Poco a poco, en un proceso apasionante de resistencias y aclaraciones, de oscuridades y de claridad, de búsquedas impacientes y cansancios agotadores, de entusiasmos y frustraciones, de credibilidad y desconfianza. Poco a poco, tal y como somos los humanos de lentos, críticos y, por otra parte, necesitados. Así es nuestro proceso de relación con una Dios que se nos presenta como respuesta a nuestra ansiedad más profunda y fuerte, a la vez, que como misterio fugitivo y desbordante.
No conviene imaginarlo, nos confundiremos. Mejor esperar que se nos descubra. Y nadie mejor que Jesús para conocer bien a Dios y conocernos bien a nosotros mismos.
PARA CONSIDERAR Y REFLEXIONAR EN GRUPOS
El Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
(Jn 16, 13)
Preguntas y cuestiones
- ¿Me siento amado por Dios?.
- Revisar el concepto de Dios Uno y Trino. ¿Me sirve por algo o es un mero dogma abstracto?
Dios, a quien debemos la vida y la belleza de un mundo que nos desborda con sus manifestaciones, a quien sentimos en el interior de todo lo que nos rodea. Abre nuestros ojos para que tu presencia nos anime a buscar y encontrar a quien necesita nuestra ayuda para que te ayudemos a hacer un mundo más humano y solidario.
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El Pan que simboliza la vida con sus esfuerzos, trabajos y angustias es la expresión de nuestras búsquedas y el alimento de nuestro ánimo, al ofrecerlo queremos que lo transformes como signo de nuestra propia transformación para cambiar el mundo. Unimos también el vino de la alegría que anima nuestro corazón y nos empuja a la relación, la conversación y la generosidad, sin olvidar que hace presentes a todas las víctimas de la violencia y nos convoca a la construcción de la paz y la unión.
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La vida es una bella experiencia cargada de emociones, tensiones y fatigas. La disfrutamos con la misma intensidad que la sufrimos, la admiramos con la misma frecuencia que la maldecimos. Pero, en verdad, la queremos y sentimos la necesidad imperiosa de hacerla grata y placentera para todos.
La muerte nos refleja el apego que sentimos por ella. La insatisfacción nos grita cómo nos gustaría mejorarla y la convivencia nos acusa de las dificultades que en ella introducimos.
Pero no estamos solos. Jesús vino para vivir con nosotros y participar de nuestras emociones aportándonos la paz de tu perdón y la esperanza de tu acción en la historia.
Testigos son todos los que deciden participar contigo en la hermosa tarea de hacernos más humanos ayudando a tantos hermanos.
Todo ello nos llena de alegría y gratitud que reflejamos en nuestro canto y celebramos en esta fiesta de la vida a la que cada semana somos convocados
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Dios de amor y perdón, de esperanza y alegría, de ánimo y superación, haznos portadores del sentido festivo de la vida y de la dimensión comunitaria de nuestra fe, para que vivamos con tu estilo y hagamos posible una comunidad realmente unida, solidaria y humana
LA MISA DE HOY
MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, el Dios que se nos manifiesta en comunidad, en relación y en apertura, el Dios con corazón familiar, palabras humanas y calidez de amigo. El Dios que nos convoca a la celebración de esta vida que explota en luz, calor y formas, en este tiempo que anuncia ya el verano que arropa y contagia, como Él.
ACTO PENITENCIAL
Porque Dios es relación comunitaria y nos ha contagiado esa tendencia de necesitar a los otros con quien no siempre nos llevamos bien, le expresamos nuestras limitaciones
-Tú que eres amor comprensivo y abierto aceptando nuestra condición defectuosa y difícil. Señor, ten piedad
-Tú que eres el cauce de Dios con nosotros haciéndote Palabra, imagen y camino de perdón y esperanza. Cristo, ten piedad
-Tú que impulsas y animas nuestro caminar para superar nuestras frustraciones y desalientos. Señor, ten piedad
Dios nos hace presente su aceptación, nos acoge en su corazón y, así, nos hace presente su perdón para que lo hagamos llegar y disfrutar a los demás.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
Desde la alegría y la admiración que despierta la contemplación de un universo hecho con tanta sabiduría, el corazón se remonta al Espíritu que anima toda la realidad desde el interior. Un juego creativo e imaginativo que expande gozo, contagia vitalidad y denota un sentido, una orientación, un universo, que indica la finalidad que le ha inoculado su creador.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 8)
Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder?
Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Todo lo sometiste bajo sus pies: rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar.
Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
Ya no hay miedo a Dios, estamos en paz con Él. Jesús, el Cristo y Señor, se ha encargado de restablecer la paz en el corazón temeroso de una humanidad que no termina de fiarse y entender que Dios pueda ser tan generoso. Pero es verdad, en Jesús hemos encontrado esa relación impensable de ser queridos y aceptados como los hijos son queridos y aceptados en la casa de sus padres.
MONICIÓN A LA LECTURA EVANGÉLICA
En la complicada búsqueda de plenitud y en la incesante aspiración a la felicidad, la humanidad ha buscado, imaginado e inventado muchas formas e imágenes de Dios para hacérselo a su medida. Un día, para superar lo falso y confirmar lo cierto, Dios decide ponerse en contacto con nosotros y hablarnos. Pero no lo hace de golpe, lo inicia en un proceso, con Jesús, que con su Espíritu nos irá haciendo descubrir algo nuevo de Alguien que nos desborda, pero que nos explica nuestra propia realidad.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Ante Ti, Señor, que muestras interés con lo que has hecho y nos has confiado, presentamos las muchas necesidades que sentimos y vemos
-Para que los creyentes seamos transmisores de tu Palabra de amor y perdón dirigida a todos los que se sienten alejados de Ti. Roguemos al Señor
-Para que los más necesitados de la tierra, cerca o lejos, sientan tu preocupación y nos vean solidarios y sensibles ayudándoles. Roguemos al Señor
-Para que nuestras relaciones humanas se tiñan del amor que se da en la relación de la comunidad divina. Roguemos al Señor
-Para que seamos estrellas que ayudan a seguir el camino de la vida a quienes no encuentran la estrella polar con la que guiarse. Roguemos al Señor
Oración: Escucha, pues, Dios bueno y cercano, nuestra oración. Ella refleja la inquietud de nuestra vida, los problemas de nuestra convivencia y la necesidad de quienes sufren. Atiéndela por eso y porque te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Entrada: Juntos como hermanos; Alabaré, alabaré; Me adelantaré (tercera estrofa).
Salmo: Señor, Dios nuestro (1CLN-501).
Aleluya: 2CLN-E 4.
Ofertorio: Quiero estar, Señor, en tu presencia, del disco “Cantos para participar y vivir la Misa”
Santo: de Palazón
Comunión: Como brotes de olivo (1CLN-528) Cerca de Ti, Señor (1CLN-702)
Final: Por tantas cosas (1CLN-615)
Director: José Ángel Fuertes Sancho •Paricio Frontiñán, s/n• Tlf 976458529 Fax 976439635 • 50004 ZARAGOZA
Tlf. del Evangelio: 976.44.45.46 - Página web: www.dabar.net - Correo-e: dabar@dabar.net
Digo complejo porque nos empeñamos en entender, con lo sencillo que es confiar,… o ¿no es tan sencillo?
Jesús nos abre a las dos realidades: “cuando venga el Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena”… y comprenderemos; y en cuanto a la confianza, él mismo es ejemplo y camino de confianza en Dios.
El Espíritu; el de Jesús, el de Dios o él en sí mismo (¡qué más da!), es el empuje, el ánimo, el que sopla, el que ilumina, el que nos hace andar en la luz, en la verdad… , es todo aquello que debemos pedir al Padre: concédeme la fuerza del Espíritu para creer, esperar y amar.
Tantas veces no entendemos situaciones y momentos de la vida que de pronto te desinstalan, es como si la vida que conocemos se detuviera y tuviéramos que reemprenderla de nuevo desde otra perspectiva, o incluso desde otro “plano” diferente.
Hay desengaños afectivos que nos rompen: familia, parejas, amigos,...; hay enfermedades propias o cercanas que nos descoloran; hay momentos laborales que nos hunden: incluso momentos de fuerte frustración e impotencia que nos colocan en un hoyo del que no vemos salida.
Todos nosotros conocemos y tenemos experiencia de momentos así.
Yo, personalmente, también he tenido momentos así, unos más intensos que otros, unos más fáciles y otros más difíciles, unos más cortos y otros larguísimos; pero siempre, antes o después he sentido una fuerza que no me pertenece, que no soy yo y mi voluntad o valentía o aguante…, no, una fuerza “regalada” y, hasta hace poco, no pedida, que me empujaba, que me animaba, que me apoyaba. A veces sentida en lo más profundo de mi realidad, a veces en personas que se me han dado, que se me han “derramado” en esos momentos, a veces en la soledad y el silencio…
Esta fuerza, este Espíritu, no es un “resuelveproblemas”, no es la solución fácil y grata, es la fuerza que nos sostiene en la dificultad, la que nos ayuda a afrontarla, a reconocerla y a vivirla, unas veces desde la aceptación y otras desde la oportunidad.
He dicho aceptación, que no resignación y oportunidad como camino.
El Espíritu se nos regala, se nos da, pero hay que aceptarlo, abrirle paso, acogerlo, saberlo ver en mis hermanos, en todos los que se acercan a mí diaria u ocasionalmente, en sus actos, en sus palabras, en sus silencios. Verlo en las oportunidades, en los momentos cálidos y sencillos, en la dificultad, en la alegría, en el tumulto y en el sosiego.
Hay que dejarse impregnar, abrirle paso en nuestra vida para que pueda “trabajar”, transformar y realizar la voluntad de Dios en nosotros.
Pidámoslo al Padre, o al Hijo, ¡qué más da!, pero pidámoslo como acto de confianza en un Dios que se nos entrega en Amor.
CONCHA MORATA
concha@dabar.net
concha@dabar.net
DIOS HABLA
PROVERBIOS 8, 22 31
Así dice la sabiduría de Dios: «El Señor me estableció al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas. En un tiempo remotísimo fui formada, antes de comenzar la tierra. Antes de los abismos fui engendrada, antes de los manantiales de las aguas. Todavía no estaban aplomados los montes, antes de las montañas fui engendrada. No había hecho aún la tierra y la hierba, ni los primeros terrones del orbe. Cuando colocaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba la bóveda sobre la faz del abismo; cuando sujetaba el cielo en la altura, y fijaba las fuentes abismales. Cuando ponía un limite al mar, cuyas aguas no traspasan su mandato; cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él, como aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia: jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombres».
ROMANOS 5,1 5
Hermanos: Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos; y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Más aún, hasta nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce constancia, la constancia, virtud probada, la virtud, esperanza, y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.
JUAN 16,12 15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. El me glorificará, porque recibirá de mi lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará».
EXEGESIS
PRIMERA LECTURA
• Contexto. -Es uno de los dos grandes discursos sobre la Sensatez o Sabiduría (el otro en 1,20-33), tras precavernos el autor contra las malas compañías (6,12ss) y la mujer prostituta (cap.7). El cap. 8 es una unidad literaria, dividida en tres estratos (1.10; 12-21 y 22-31). La liturgia sólo se fija en la tercero.
-En los vs. 1-10, la Sensatez, en forma de mujer (# Prov 7), empieza a hablar sin que nadie le haya dado la palabra. Su discurso no se dirige a gente selecta sino a todo el mundo, por eso habla en lugares públicos invitando, con machaconería, a prestar atención a sus consejos, más preciosos que cualquier riqueza (vs. 10-1l). ¿Qué valores son éstos? Tal vez se refiera a los proverbios de los cap. 10-30 (Prov 1-9 sirven de introducción). El que se consagra a la sabiduría practica la verdad y justicia, evita el engaño y el mal comportamiento.
-En la segunda estrofa (vs. 12-21), la Sensatez se presenta a sí misma adornada con las cualidades de todo buen consejero real: inteligencia, madurez mental, saber obrar y valentía. Salomón las ponderó, Y. también el futuro Mesías. De la sabiduría depende el recto orden social y el justo ejercicio del poder que exigen actuar conforme a derecho y justicia, siendo un bien superior al oro y la plata; la sabiduría lo otorga no sólo a los poderosos (vs. 15s) sino también a los pobres (vs. 20ss). Por la sabiduría nuestra conducta será justa, auténtica; por eso hay que amarla y desearla ardientemente.
• Texto. -En esta tercera estrofa (vs. 22-31), la Sensatez intenta convencernos de su capacidad y habilidad para implantar el orden entre los mortales. Se mueve entre el Dios creador (v.22) y las criaturas (v. 31, final de la estrofa). Es primogénita y mediadora, y, cuando Dios impone orden y estabilidad en el universo, está junto a El como primera criatura. El orden de nuestro mundo depende de ella.
-Al principio de la estrofa habla de sus relaciones con la divinidad (el nombre del Señor sólo aparece en el v.22; el v. 13a es una glosa). Engendrada (v.22), en sentido figurado, tejida con nervios y huesos como todo embrión humano en el seno de su madre (v.23), fue dada a luz con dolor por el Señor (v.24). Anterior al mundo que contemplamos (cfr. el doble ‘antes’ de los vs. 23-26), está junto a Dios cuando lo organiza (cfr. las conjunciones 'cuando' en los vs. 26-29), pero no juega papel activo alguno en la creación (v.30); es como un niño de pecho en el que Dios pone sus complacencias y sus delicias consisten en estar junto a los hombres (vs. 30ss). En la Capilla Sixtina, Miguel Ángel, al pintar la creación de Adán, representa a la sabiduría como a un niño jugando en el taller de su padre.
-La Sensatez establece un lazo entre Dios y los humanos para que la verdad y la justicia reinen en nuestro mundo.
• Reflexiones. -Todo hombre debe escuchar, hacer caso, amar... la Sensatez porque proporciona vida, verdad, justicia... (vs.31-36); pero especialmente los políticos para que, adornados con las cualidades inherentes de la madurez y valentía, implanten la justicia, el derecho, la verdad... y así eviten tanto corrupción, engaño... ¡los pueblos lo están anhelando!
-Por ser la primogénita, los Padres han visto en la Sensatez o Sabiduría personificada un símbolo del Verbo, de Jesús, primicia de toda la creación (Col 1, 15; Ap 3,14). Otros Padres, como Ireneo, la consideran símbolo del Espíritu Santo.
EQUIPO DABAR
SEGUNDA LECTURA
El texto no es, a primera vista, muy trinitario sino habla de la relación del ser humano con Dios en una típica terminología paulina, la de la justificación. Y esto es muy significativo del modo en que Pablo habla de Dios Uno y Trino. No especula sino intenta presentar la realidad humana en contacto con ese Dios. Se trata, en términos técnicos, de una Trinidad funcional y no ontológica. Y tal es la forma de que resulte significativa para los creyentes.
El Hijo Jesucristo es el fautor de nuestra nueva relación con Dios, la cual, en este texto, recibe el nombre de justificación, pero que puede llamarse de otros modos, lo que aquí mismo aparece al denominarnos hijos de Dios. Es lo mismo Todo es un don recibido por medio del Señor Jesús para unirnos con el Padre de la manera más profunda que nos resulta posible.
Ello crea una manera de ser del creyente que supera las dificultades y lo hace esperanzado aun en medio de ellas.
Y ahí está la clave de todo: el amor de Dios hacia los seres humanos mediado también por el Espíritu.
Puede ser que en Pablo no haya una coherencia total en la presentación y lenguaje sobre los Tres de la Trinidad, en especial en lo relativo al Espíritu Santo.. Pero lo esencial es vivir el punto central de sentirse querido, amado, por Dios con las consecuencias que eso tiene.
El Padre es Padre, porque lo es de su Hijo Jesús y de sus hijos los seres humanos. Y ello no por magia sino porque los ama y con ello y en ello los hace hijos. En eso consiste, al final, la Trinidad.
FEDERICO PASTOR
federico@dabar.net
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EVANGELIO
1. Aclaración de términos
V.13 La verdad: la revelación de quién y cómo es Dios. Guiar hasta la verdad plena. ¿Hasta o en? ¿Hasta la verdad o en la verdad? La traducción litúrgica opta por hasta. El texto griego aconseja en. Comunicar lo que está por venir: no es prever el futuro, sino aclarar lo que la verdad significa en cada época.
2. Texto
Jesús habla a sus discípulos de un proceso de maduración para poder llegar a la comprensión plena de lo que han vivido en su compañía. Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora. Comprender la verdad que Jesús ha traído no es algo que los discípulos puedan hacer de una vez por todas; es más bien un camino, un proceso.
Este proceso, este camino, no lo van a hacer ni lo van a recorrer los discípulos en solitario y por su cuenta y riesgo. Van a contar con el Espíritu, que les guiará en la verdad plena.
Hablar de la Verdad que Jesús ha traído es hablar del Padre, en quien Jesús tiene sus raíces. Todo lo que tiene el Padre es mío.
El Espíritu tiene sus raíces en Jesús y en el Padre. Por eso puede desentrañar la Verdad. Hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
3.Comprensión actualizante
La liturgia del día nos invita a centrar nuestra atención en Dios: Padre, Hijo y Espíritu.
El punto de partida con garantía absoluta debe ser Jesús, explicado por el Espíritu.
Al acercarnos a Jesús empezamos descubriendo en él una persona humana extraordinaria.
Poco a poco, este descubrimiento inicial se nos va quedando corto. El Espíritu nos va haciendo descubrir en Jesús una persona divina, que nos revela en Dios al Padre, con quien Jesús está en cercanía y familiaridad humanamente inexplicables.
El trato con Jesús, el conocimiento de él nos van llevando a la certeza total de Dios, uno y trino, aunque no acertemos a explicar esa Trinidad.
Desde Jesús, Dios va adquiriendo perfiles cada vez más y mejor delimitados, que explican y dan respuesta a nuestras más hondas aspiraciones y anhelos.
Gracias a Jesús, estamos absolutamente seguros de que nosotros no fabricamos ni explicamos a Dios a partir de nosotros mismos, sino que somos nosotros quienes adquirimos explicación a partir de Dios y que, por eso, nuestra vida tiene sentido pleno.
ALBERTO BENITO
alberto@dabar.net
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NOTAS PARA LA HOMILIA
¿INVENTAMOS NOSOTROS A DIOS?
Una fiesta que era tradicional en las primaveras de nuestros mayores y marcaba algunas de las faenas que debían acometer en los ciclos de la plantación de los huertos. Hoy, urbanitas incluso los del mundo rural, la asociamos con un mundo que explota en la inmensa variedad de formas vitales a las que podemos asomarnos en los parques, si guardamos alguna sensibilidad curiosa por el mundo natural.
Es posible que al mirar la televisión, sin mirar por la ventana los brotes del jardín o las yemas de los árboles callejeros, descubramos la inmensidad de un cosmos en el que estamos inmersos como pequeñísimas partes de un conjunto que nos desborda y maravilla.
La perplejidad se apodera de nosotros sintiendo el peso volátil de nuestra identidad en tan vasto escenario y cayendo en un mutismo, más reflejo de impotencia que de indiferencia, porque nos deja mudos un mundo tan hermoso, pero, a la vez, interesados en lo que somos y en lo que seremos. ¡Cómo será nuestro futuro!
Nos hacemos muchas preguntas porque ni la cabeza ni el corazón se resignan a la apariencia, bien visible, de acabar nuestros días disueltos en la materia, convertidos en polvo interplanetario, viajando a velocidades de vértigo arrastrados por las tormentas y explosiones que se van sucediendo en la larga historia cósmica.
Siempre hay alguien que, ante la insistente pretensión humana de elevarnos por encima del polvo y soñar con realidades trascendentes, nos recuerda nuestra condición y remite nuestros sueños a la evidencia. Todo es muerte, o, como se dice ahora, todo es entropía.
Siempre, también, resistimos la invitación a abrazar el nihilismo y, con excepciones temporales y personales, porque hay épocas en que parece ponerse de moda y da la impresión de extenderse hasta convertirse en cultura general, mantenemos la esperanza o la ilusión de otro mundo y otra realidad más allá de tanta evidencia miope. Tiene que haber algo más.
Nuestras aspiraciones y nostalgias dan pie para pensar con esperanza o… con ilusión. Entonces decimos que tiene que haber algo y construimos fantasías que respondan a nuestros deseos. Fabricamos dioses y futuro. De nuevo el aguafiestas revisa nuestras proyecciones y destroza nuestros tenderetes y quioscos religiosos. Alguien se une a la destrucción con acusaciones de inventos, negocios, tinglados y opios.
Y, efectivamente, reconocemos que en un mundo lleno de drogas, opios y ocios, evasiones y futbol, bufones y aduladores variados, la religión también puede ser, en ocasiones, una invención, un tinglado,… pero que hay algo más escondido en esa expresión externa, procedente de un recoveco interior muy profundo, que nadie logra extirpar de la sociedad humana, ni siquiera con la ayuda de cirujanos bien cualificados en la larga lista de técnicos laicistas y ateos.
JESÚS NOS DES-CUBRE, RE-VELA, DES-VELA Y DES-NUDA
Todavía perplejos con la inmensidad del cosmos y nuestra pequeñez soñadora, tal como canta el libro de Los Proverbios en la primera lectura, recibimos la visita inesperada de Jesús, el de Nazaret, a quien muchos habían anunciado y a quien esperábamos de otra manera, y nos dice que Dios lo envía para… ¿Para qué?
Para re-velar (¿se acuerdan Uds de cuando las fotos se revelaban en un cuarto oscuro y aparecía, de repente, una imagen?) a Dios y revelarnos a nosotros mismos. O sea, para mostrar la imagen que se corresponde con la realidad. Para des-velar (¿se acuerda alguien cuando, de repente, nos abrían los juguetes para Reyes?). Para des-cubrir (¿se acuerdan cuando la policía, de repente, resolvía el caso del robo en…?). Para des-nudar (¿se acuerdan de aquello del nudo gordiano o del nudo en la garganta o del nudo en el problema de matemáticas?)
Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora”. Poco a poco, en un proceso apasionante de resistencias y aclaraciones, de oscuridades y de claridad, de búsquedas impacientes y cansancios agotadores, de entusiasmos y frustraciones, de credibilidad y desconfianza. Poco a poco, tal y como somos los humanos de lentos, críticos y, por otra parte, necesitados. Así es nuestro proceso de relación con una Dios que se nos presenta como respuesta a nuestra ansiedad más profunda y fuerte, a la vez, que como misterio fugitivo y desbordante.
No conviene imaginarlo, nos confundiremos. Mejor esperar que se nos descubra. Y nadie mejor que Jesús para conocer bien a Dios y conocernos bien a nosotros mismos.
JOSE ALEGRE ARAGÜES
pepe@dabar.net
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PARA CONSIDERAR Y REFLEXIONAR EN GRUPOS
El Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
(Jn 16, 13)
Preguntas y cuestiones
- ¿Me siento amado por Dios?.
- Revisar el concepto de Dios Uno y Trino. ¿Me sirve por algo o es un mero dogma abstracto?
PARA LA ORACION
Dios, a quien debemos la vida y la belleza de un mundo que nos desborda con sus manifestaciones, a quien sentimos en el interior de todo lo que nos rodea. Abre nuestros ojos para que tu presencia nos anime a buscar y encontrar a quien necesita nuestra ayuda para que te ayudemos a hacer un mundo más humano y solidario.
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El Pan que simboliza la vida con sus esfuerzos, trabajos y angustias es la expresión de nuestras búsquedas y el alimento de nuestro ánimo, al ofrecerlo queremos que lo transformes como signo de nuestra propia transformación para cambiar el mundo. Unimos también el vino de la alegría que anima nuestro corazón y nos empuja a la relación, la conversación y la generosidad, sin olvidar que hace presentes a todas las víctimas de la violencia y nos convoca a la construcción de la paz y la unión.
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La vida es una bella experiencia cargada de emociones, tensiones y fatigas. La disfrutamos con la misma intensidad que la sufrimos, la admiramos con la misma frecuencia que la maldecimos. Pero, en verdad, la queremos y sentimos la necesidad imperiosa de hacerla grata y placentera para todos.
La muerte nos refleja el apego que sentimos por ella. La insatisfacción nos grita cómo nos gustaría mejorarla y la convivencia nos acusa de las dificultades que en ella introducimos.
Pero no estamos solos. Jesús vino para vivir con nosotros y participar de nuestras emociones aportándonos la paz de tu perdón y la esperanza de tu acción en la historia.
Testigos son todos los que deciden participar contigo en la hermosa tarea de hacernos más humanos ayudando a tantos hermanos.
Todo ello nos llena de alegría y gratitud que reflejamos en nuestro canto y celebramos en esta fiesta de la vida a la que cada semana somos convocados
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Dios de amor y perdón, de esperanza y alegría, de ánimo y superación, haznos portadores del sentido festivo de la vida y de la dimensión comunitaria de nuestra fe, para que vivamos con tu estilo y hagamos posible una comunidad realmente unida, solidaria y humana
LA MISA DE HOY
MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, el Dios que se nos manifiesta en comunidad, en relación y en apertura, el Dios con corazón familiar, palabras humanas y calidez de amigo. El Dios que nos convoca a la celebración de esta vida que explota en luz, calor y formas, en este tiempo que anuncia ya el verano que arropa y contagia, como Él.
ACTO PENITENCIAL
Porque Dios es relación comunitaria y nos ha contagiado esa tendencia de necesitar a los otros con quien no siempre nos llevamos bien, le expresamos nuestras limitaciones
-Tú que eres amor comprensivo y abierto aceptando nuestra condición defectuosa y difícil. Señor, ten piedad
-Tú que eres el cauce de Dios con nosotros haciéndote Palabra, imagen y camino de perdón y esperanza. Cristo, ten piedad
-Tú que impulsas y animas nuestro caminar para superar nuestras frustraciones y desalientos. Señor, ten piedad
Dios nos hace presente su aceptación, nos acoge en su corazón y, así, nos hace presente su perdón para que lo hagamos llegar y disfrutar a los demás.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
Desde la alegría y la admiración que despierta la contemplación de un universo hecho con tanta sabiduría, el corazón se remonta al Espíritu que anima toda la realidad desde el interior. Un juego creativo e imaginativo que expande gozo, contagia vitalidad y denota un sentido, una orientación, un universo, que indica la finalidad que le ha inoculado su creador.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 8)
Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder?
Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Todo lo sometiste bajo sus pies: rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar.
Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
Ya no hay miedo a Dios, estamos en paz con Él. Jesús, el Cristo y Señor, se ha encargado de restablecer la paz en el corazón temeroso de una humanidad que no termina de fiarse y entender que Dios pueda ser tan generoso. Pero es verdad, en Jesús hemos encontrado esa relación impensable de ser queridos y aceptados como los hijos son queridos y aceptados en la casa de sus padres.
MONICIÓN A LA LECTURA EVANGÉLICA
En la complicada búsqueda de plenitud y en la incesante aspiración a la felicidad, la humanidad ha buscado, imaginado e inventado muchas formas e imágenes de Dios para hacérselo a su medida. Un día, para superar lo falso y confirmar lo cierto, Dios decide ponerse en contacto con nosotros y hablarnos. Pero no lo hace de golpe, lo inicia en un proceso, con Jesús, que con su Espíritu nos irá haciendo descubrir algo nuevo de Alguien que nos desborda, pero que nos explica nuestra propia realidad.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Ante Ti, Señor, que muestras interés con lo que has hecho y nos has confiado, presentamos las muchas necesidades que sentimos y vemos
-Para que los creyentes seamos transmisores de tu Palabra de amor y perdón dirigida a todos los que se sienten alejados de Ti. Roguemos al Señor
-Para que los más necesitados de la tierra, cerca o lejos, sientan tu preocupación y nos vean solidarios y sensibles ayudándoles. Roguemos al Señor
-Para que nuestras relaciones humanas se tiñan del amor que se da en la relación de la comunidad divina. Roguemos al Señor
-Para que seamos estrellas que ayudan a seguir el camino de la vida a quienes no encuentran la estrella polar con la que guiarse. Roguemos al Señor
Oración: Escucha, pues, Dios bueno y cercano, nuestra oración. Ella refleja la inquietud de nuestra vida, los problemas de nuestra convivencia y la necesidad de quienes sufren. Atiéndela por eso y porque te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
CANTOS PARA LA CELEBRACION
Entrada: Juntos como hermanos; Alabaré, alabaré; Me adelantaré (tercera estrofa).
Salmo: Señor, Dios nuestro (1CLN-501).
Aleluya: 2CLN-E 4.
Ofertorio: Quiero estar, Señor, en tu presencia, del disco “Cantos para participar y vivir la Misa”
Santo: de Palazón
Comunión: Como brotes de olivo (1CLN-528) Cerca de Ti, Señor (1CLN-702)
Final: Por tantas cosas (1CLN-615)
Director: José Ángel Fuertes Sancho •Paricio Frontiñán, s/n• Tlf 976458529 Fax 976439635 • 50004 ZARAGOZA
Tlf. del Evangelio: 976.44.45.46 - Página web: www.dabar.net - Correo-e: dabar@dabar.net








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