Por OMPRESS
* No se pagará rescate alguno por la liberación del misionero secuestrado en Filipinas
* Encuesta sobre la delincuencia en El Salvador
* Testimonio misionero de Mons. Antonio Zerdin, obispo de S. Ramón, Perú
* El misionero Juan Manuel Pérez nombrado hijo adoptivo de la ciudad de El Seybo, República Dominicana
No se pagará rescate alguno por la liberación del misionero secuestrado en Filipinas
OMPRESS-FILIPINAS (3-11-09) El pasado 11 de octubre era secuestrado el misionero Michael Sinnott en Filipinas. El 22 de octubre los secuestradotes hacían llegar un video, en el que el sacerdote aparece sonriente, pidiendo dos millones de dólares de rescate.
La portavoz de la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, ha manifestado que “el gobierno filipino y la Iglesia no pagarán rescate alguno por la liberación del padre Sinnott, pero seguirán los esfuerzos de policía y ejército para liberar al misionero”.
En el video hecho llegar por los secuestradotes, el padre Sinnott declara que “los secuestradotes reciben órdenes de Abu Jayad, que viven a la intemperie y en condiciones difíciles; que tiene buena salud aunque no tenga sus medicinas”.
Hay que recordar que en julio se le implantaron en una operación cuatro by-pass. Entre tanto, militares, rebeldes del MILF (Frente Moro de Liberación Islámico), Iglesia y autoridades locales han intensificado esfuerzos en la provincia de Lanao del Norte para identificar el lugar donde está detenido el misionero.
Encuesta sobre la delincuencia en El Salvador
OMPRESS-EL SALVADOR (3-11-09) La encuesta “La victimización y la percepción de inseguridad en El Salvador en 2009” fue realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la UCA, entre el 21 de julio y el 6 de agosto, con una muestra de 2.414 personas.
Los resultados del sondeo se hicieron públicos el 21 de octubre en una conferencia de prensa llevada a cabo en la Sala del Consejo Universitario y presidida por Jeannette Aguilar, directora del IUDOP, y el P. Andreu Oliva, vicerrector de Proyección Social.
Los datos reflejan que el 16,4% de la población fue víctima directa de un asalto o hecho delictivo en los doce meses previos a la realización del sondeo, mientras que el restante 83,6% declaró no haber sufrido ninguno de estos extremos en el último año. Además, se logró determinar que la victimización por violencia general perjudica sobre todo a las personas que residen en el Área Metropolitana de San Salvador y en las zonas urbanas, y que los afectados son, en su mayoría, jóvenes y personas con mayor escolaridad y mejor condición económica.
En la encuesta también se consultó por los diversos tipos de victimización, y acá destaca que los delitos que más están afectando a la población son los asaltos a mano armada (7,3%), las amenazas de muerte (6,6%), los robos en el hogar (5,4%), la extorsión (4,8%) y la “renta” (3,9%). Una comparación de estas cifras con las de otra encuesta sobre la misma temática realizada por el IUDOP en 2004 —estudio que no incluyó los delitos de “renta” y extorsión— muestra que actos criminales como los asaltos a mano armada y el robo en el hogar han disminuido. Sin embargo, las amenazas de muerte han aumentado.
En relación a los hechos delictivos, el P. Oliva explicó que el sondeo “nos arroja que hay un cambio importante en los tipos de delitos que se dan con frecuencia. Están apareciendo nuevos delitos y han tomado un protagonismo muy grande en el porcentaje total: extorsiones, renta y amenazas de muerte. En total, estos suman un 15,3% de los delitos de los cuales la población es víctima”.
Asimismo, el Vicerrector de Proyección Social aseguró que existen otros actos delictivos que no aparecen en los medios de comunicación y que van en crecimiento: uso de drogas, narcotráfico, peleas callejeras y violencia intrafamiliar.
Por otro lado, la encuesta midió la sensación subjetiva de inseguridad en la población. Al respecto, el 26,6% dijo sentirse muy inseguro; el 28,8%, algo inseguro; y el 27,8% declaró sentirse algo seguro. Sólo un 16,8% afirmó sentirse muy seguro. Estos datos, de acuerdo al P. Oliva, “no significan que todos hayan sido víctimas, sino que la población se siente cada vez más expuesta e insegura. Esto afecta la calidad de vida de los ciudadanos”.
Entre los espacios públicos que son percibidos por la población como más inseguros están los autobuses o microbuses (90%), el mercado (80,5%), parques y plazas públicas (78%), el centro de la ciudad donde se vive (67,1%) y la salida del lugar de trabajo (60,9%).
A partir de los elementos arrojados por el estudio, el P. Oliva considera que existe una “necesidad de una Policía que funcione, que no esté corrompida por el mismo crimen organizado, que tenga los medios en los aspectos de investigación y combata al crimen (…). Si la Policía no es percibida como un aliado, la población no hará denuncias. Esto aumentará la impunidad”.
Testimonio misionero de Mons. Antonio Zerdin, obispo de S. Ramón, Perú
OMPRESS-ROMA (3-11-09) La noche del miércoles 14 de octubre de 2009, en la Basílica de Letrán, durante la vigilia misionera por la diócesis de Roma, dio su testimonio el obispo franciscano Mons, Antonio Zerdin del Vicariato Apostólico de S. Ramón en Perú.
“Por los misteriosos caminos de la Providencia me encuentro de obispo del Vicariato Apostólico de S. Ramón en la selva central del Perú, con los mismos pueblos indígenas en donde inició la noble aventura de la evangelización, complejo proceso rico de adjetivos en el que en ocasiones he evangelizado y en ocasiones he sido evangelizado. El pueblo Shipibo me ha dado un nombre: Rai Bea, y juntos hemos construido una iglesia comunitaria de animadores en la fe y un templo en el que se reúnen, cuando es posible, para celebrar la Eucaristía y la Confirmación de los jóvenes de las nuevas generaciones en la fe. Por miles de caminos y ríos… en la profundidad de la selva amazónica, nos esforzamos de ser y de convertirnos en semilla de la Palabra que Dios plantó en la inmensa selva amazónica, precisamente entre las personas que están perdiendo la selva, su selva y que están luchando por su preservación.
Hace pocas semanas, los obispos, fuimos invitados por el Presidente de la República del Perú para que interviniéramos como mediadores en la lucha de resistencia indígena, que ha causado numerosas víctimas inocentes. Como coordinador de la comisión de la pastoral nativa a nivel de la Conferencia Episcopal peruana, me siento involucrado en este camino de Iglesia al servicio de los pueblos originarios de la selva amazónica y de la Cordillera de los Andes.
En el Centro de Capacitación Intercultural Nopoki, que se encuentra en una provincia de mi Vicariato, y que es una sección de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, jóvenes indígenas de diferentes grupos étnicos están estudiando una propuesta de vida digna inspirada en Jesucristo y descubren su inmensa compatibilidad con la vida y la cultura ancestral de la que son hijos.”
El misionero Juan Manuel Pérez nombrado hijo adoptivo de la ciudad de El Seybo
OMPRESS-R. DOMINICANA (3-11-09) El Consejo Municipal de Regidores de Santa Cruz de El Seybo, encabezado por el Presidente, Elías José Peguero, y el Síndico Municipal, Juan Reynaldo Valera, nombró al misionero dominico Juan Manuel Pérez “Hijo adoptivo de la ciudad”.
El Centro Campesino “Augusto Pelegrín” de Santa Cruz de El Seybo fue el lugar donde se dieron cita más de 500 personas de toda la región oriental del país para reconocer la labor incansable de Fr. Juan Manuel Pérez en los años que trabajó defendiendo a los campesinos de los abusos de los terratenientes y las multinacionales. En la mañana del 25 de octubre se volvieron a oir proclamas, canciones y deseos de una tierra para todos en unas instalaciones que por muchos años acogieron a muchas personas del campo y de la ciudad para el desarrollo de encuentros de formación humana y religiosa.
“La Comunidad de Santa Cruz de El Seybo se dedicó durante muchos años, a inculcar valores religiosos a nuestros munícipes. Independientemente o de manera consustancial con su ejercicio sacerdotal, se dedicó a la formación de hombres y mujeres de esta comunidad, con la finalidad de que ellos conocieran y defendieran sus derechos consagrados universalmente, en la Constitución y las Leyes de la República Dominicana. Que producto de un ejercicio sacerdotal digno y ejemplar que dejó huellas indelebles, que han marcado para siempre el accionar de nuestros hombres y mujeres del campo”.
Después fue la Federación de Campesinos “Roberto Duvergé” quien en voz de su presidente, Manuel Peguero, y la Comisión nacional de los Derechos Humanos, representada por José Aníbal Guzmán, entregaron una placa a Fr. Juan Manuel reconociéndolo como “Padre de la lucha campesina de El Seybo, luchador incansable por los derechos de los campesinos”.
Fr. Juan Manuel, visiblemente emocionado y reconociendo a muchas personas de las presentes por su nombre, agradeció todas las muestras de cariño de quienes se congregaron en el Centro Campesino a la vez que recordaba sus años en El Seybo como “los más ricos de su actividad pastoral donde realmente sentía que su trabajo daba fruto y que hoy es semilla germinada en tantas personas que siguen luchando por los intereses de los más débiles”.
* Encuesta sobre la delincuencia en El Salvador
* Testimonio misionero de Mons. Antonio Zerdin, obispo de S. Ramón, Perú
* El misionero Juan Manuel Pérez nombrado hijo adoptivo de la ciudad de El Seybo, República Dominicana
No se pagará rescate alguno por la liberación del misionero secuestrado en Filipinas
OMPRESS-FILIPINAS (3-11-09) El pasado 11 de octubre era secuestrado el misionero Michael Sinnott en Filipinas. El 22 de octubre los secuestradotes hacían llegar un video, en el que el sacerdote aparece sonriente, pidiendo dos millones de dólares de rescate.
La portavoz de la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, ha manifestado que “el gobierno filipino y la Iglesia no pagarán rescate alguno por la liberación del padre Sinnott, pero seguirán los esfuerzos de policía y ejército para liberar al misionero”.
En el video hecho llegar por los secuestradotes, el padre Sinnott declara que “los secuestradotes reciben órdenes de Abu Jayad, que viven a la intemperie y en condiciones difíciles; que tiene buena salud aunque no tenga sus medicinas”.
Hay que recordar que en julio se le implantaron en una operación cuatro by-pass. Entre tanto, militares, rebeldes del MILF (Frente Moro de Liberación Islámico), Iglesia y autoridades locales han intensificado esfuerzos en la provincia de Lanao del Norte para identificar el lugar donde está detenido el misionero.
Encuesta sobre la delincuencia en El Salvador
OMPRESS-EL SALVADOR (3-11-09) La encuesta “La victimización y la percepción de inseguridad en El Salvador en 2009” fue realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la UCA, entre el 21 de julio y el 6 de agosto, con una muestra de 2.414 personas.
Los resultados del sondeo se hicieron públicos el 21 de octubre en una conferencia de prensa llevada a cabo en la Sala del Consejo Universitario y presidida por Jeannette Aguilar, directora del IUDOP, y el P. Andreu Oliva, vicerrector de Proyección Social.
Los datos reflejan que el 16,4% de la población fue víctima directa de un asalto o hecho delictivo en los doce meses previos a la realización del sondeo, mientras que el restante 83,6% declaró no haber sufrido ninguno de estos extremos en el último año. Además, se logró determinar que la victimización por violencia general perjudica sobre todo a las personas que residen en el Área Metropolitana de San Salvador y en las zonas urbanas, y que los afectados son, en su mayoría, jóvenes y personas con mayor escolaridad y mejor condición económica.
En la encuesta también se consultó por los diversos tipos de victimización, y acá destaca que los delitos que más están afectando a la población son los asaltos a mano armada (7,3%), las amenazas de muerte (6,6%), los robos en el hogar (5,4%), la extorsión (4,8%) y la “renta” (3,9%). Una comparación de estas cifras con las de otra encuesta sobre la misma temática realizada por el IUDOP en 2004 —estudio que no incluyó los delitos de “renta” y extorsión— muestra que actos criminales como los asaltos a mano armada y el robo en el hogar han disminuido. Sin embargo, las amenazas de muerte han aumentado.
En relación a los hechos delictivos, el P. Oliva explicó que el sondeo “nos arroja que hay un cambio importante en los tipos de delitos que se dan con frecuencia. Están apareciendo nuevos delitos y han tomado un protagonismo muy grande en el porcentaje total: extorsiones, renta y amenazas de muerte. En total, estos suman un 15,3% de los delitos de los cuales la población es víctima”.
Asimismo, el Vicerrector de Proyección Social aseguró que existen otros actos delictivos que no aparecen en los medios de comunicación y que van en crecimiento: uso de drogas, narcotráfico, peleas callejeras y violencia intrafamiliar.
Por otro lado, la encuesta midió la sensación subjetiva de inseguridad en la población. Al respecto, el 26,6% dijo sentirse muy inseguro; el 28,8%, algo inseguro; y el 27,8% declaró sentirse algo seguro. Sólo un 16,8% afirmó sentirse muy seguro. Estos datos, de acuerdo al P. Oliva, “no significan que todos hayan sido víctimas, sino que la población se siente cada vez más expuesta e insegura. Esto afecta la calidad de vida de los ciudadanos”.
Entre los espacios públicos que son percibidos por la población como más inseguros están los autobuses o microbuses (90%), el mercado (80,5%), parques y plazas públicas (78%), el centro de la ciudad donde se vive (67,1%) y la salida del lugar de trabajo (60,9%).
A partir de los elementos arrojados por el estudio, el P. Oliva considera que existe una “necesidad de una Policía que funcione, que no esté corrompida por el mismo crimen organizado, que tenga los medios en los aspectos de investigación y combata al crimen (…). Si la Policía no es percibida como un aliado, la población no hará denuncias. Esto aumentará la impunidad”.
Testimonio misionero de Mons. Antonio Zerdin, obispo de S. Ramón, Perú
OMPRESS-ROMA (3-11-09) La noche del miércoles 14 de octubre de 2009, en la Basílica de Letrán, durante la vigilia misionera por la diócesis de Roma, dio su testimonio el obispo franciscano Mons, Antonio Zerdin del Vicariato Apostólico de S. Ramón en Perú.
“Por los misteriosos caminos de la Providencia me encuentro de obispo del Vicariato Apostólico de S. Ramón en la selva central del Perú, con los mismos pueblos indígenas en donde inició la noble aventura de la evangelización, complejo proceso rico de adjetivos en el que en ocasiones he evangelizado y en ocasiones he sido evangelizado. El pueblo Shipibo me ha dado un nombre: Rai Bea, y juntos hemos construido una iglesia comunitaria de animadores en la fe y un templo en el que se reúnen, cuando es posible, para celebrar la Eucaristía y la Confirmación de los jóvenes de las nuevas generaciones en la fe. Por miles de caminos y ríos… en la profundidad de la selva amazónica, nos esforzamos de ser y de convertirnos en semilla de la Palabra que Dios plantó en la inmensa selva amazónica, precisamente entre las personas que están perdiendo la selva, su selva y que están luchando por su preservación.
Hace pocas semanas, los obispos, fuimos invitados por el Presidente de la República del Perú para que interviniéramos como mediadores en la lucha de resistencia indígena, que ha causado numerosas víctimas inocentes. Como coordinador de la comisión de la pastoral nativa a nivel de la Conferencia Episcopal peruana, me siento involucrado en este camino de Iglesia al servicio de los pueblos originarios de la selva amazónica y de la Cordillera de los Andes.
En el Centro de Capacitación Intercultural Nopoki, que se encuentra en una provincia de mi Vicariato, y que es una sección de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, jóvenes indígenas de diferentes grupos étnicos están estudiando una propuesta de vida digna inspirada en Jesucristo y descubren su inmensa compatibilidad con la vida y la cultura ancestral de la que son hijos.”
El misionero Juan Manuel Pérez nombrado hijo adoptivo de la ciudad de El Seybo
OMPRESS-R. DOMINICANA (3-11-09) El Consejo Municipal de Regidores de Santa Cruz de El Seybo, encabezado por el Presidente, Elías José Peguero, y el Síndico Municipal, Juan Reynaldo Valera, nombró al misionero dominico Juan Manuel Pérez “Hijo adoptivo de la ciudad”.
El Centro Campesino “Augusto Pelegrín” de Santa Cruz de El Seybo fue el lugar donde se dieron cita más de 500 personas de toda la región oriental del país para reconocer la labor incansable de Fr. Juan Manuel Pérez en los años que trabajó defendiendo a los campesinos de los abusos de los terratenientes y las multinacionales. En la mañana del 25 de octubre se volvieron a oir proclamas, canciones y deseos de una tierra para todos en unas instalaciones que por muchos años acogieron a muchas personas del campo y de la ciudad para el desarrollo de encuentros de formación humana y religiosa.
“La Comunidad de Santa Cruz de El Seybo se dedicó durante muchos años, a inculcar valores religiosos a nuestros munícipes. Independientemente o de manera consustancial con su ejercicio sacerdotal, se dedicó a la formación de hombres y mujeres de esta comunidad, con la finalidad de que ellos conocieran y defendieran sus derechos consagrados universalmente, en la Constitución y las Leyes de la República Dominicana. Que producto de un ejercicio sacerdotal digno y ejemplar que dejó huellas indelebles, que han marcado para siempre el accionar de nuestros hombres y mujeres del campo”.
Después fue la Federación de Campesinos “Roberto Duvergé” quien en voz de su presidente, Manuel Peguero, y la Comisión nacional de los Derechos Humanos, representada por José Aníbal Guzmán, entregaron una placa a Fr. Juan Manuel reconociéndolo como “Padre de la lucha campesina de El Seybo, luchador incansable por los derechos de los campesinos”.
Fr. Juan Manuel, visiblemente emocionado y reconociendo a muchas personas de las presentes por su nombre, agradeció todas las muestras de cariño de quienes se congregaron en el Centro Campesino a la vez que recordaba sus años en El Seybo como “los más ricos de su actividad pastoral donde realmente sentía que su trabajo daba fruto y que hoy es semilla germinada en tantas personas que siguen luchando por los intereses de los más débiles”.
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