Por CAMINO MISIONERO
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 19, 13-15
Trajeron a unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron, pero Jesús les dijo: «Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos».
Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí.
Queridos Amigos, al finalizar esta semana, los invito a dar gracias al Señor por todo aquello que hemos tenido oportunidad de vivir, poniendolo en oración, para transformarlo en experiencia y poder discernir los pasos a seguir en nuestras vidas.
Los invito a orar por todos aquellos hermanos que en estos días salen al encuentro del Señor ofrendando una labor apostólica a los que más necesitan de sus servicios, y también muy especialmente por todos los reunidos en el Tercer Congreso Americano Misionero, para que sople fuertemente el Espíritu sobre ellos, para que puedan contagiarnos a iniciar esa gran Misión Continental que estamos por comenzar como Iglesia.
En el evangelio de hoy el Señor nos vuelve a llamar la atención para templar nuestra alma a imagen de los inocentes niños, puntos que hemos orado y meditado este último martes (si quieres repasarlos, haz click aquí), es por ello que hoy te dejo una hermosa oración que la extraje de la Fundación Felices Los Niños y nos ayudará un poco a encarnar la Palabra del Evangelio.
Tomemos este día como preparación para vivir profundamente el Día del Señor, compartiendo la Palabra y la Eucaristía en Comunidad.
Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí.
Compartiendo la Palabra
Queridos Amigos, al finalizar esta semana, los invito a dar gracias al Señor por todo aquello que hemos tenido oportunidad de vivir, poniendolo en oración, para transformarlo en experiencia y poder discernir los pasos a seguir en nuestras vidas.
Los invito a orar por todos aquellos hermanos que en estos días salen al encuentro del Señor ofrendando una labor apostólica a los que más necesitan de sus servicios, y también muy especialmente por todos los reunidos en el Tercer Congreso Americano Misionero, para que sople fuertemente el Espíritu sobre ellos, para que puedan contagiarnos a iniciar esa gran Misión Continental que estamos por comenzar como Iglesia.
En el evangelio de hoy el Señor nos vuelve a llamar la atención para templar nuestra alma a imagen de los inocentes niños, puntos que hemos orado y meditado este último martes (si quieres repasarlos, haz click aquí), es por ello que hoy te dejo una hermosa oración que la extraje de la Fundación Felices Los Niños y nos ayudará un poco a encarnar la Palabra del Evangelio.
Tomemos este día como preparación para vivir profundamente el Día del Señor, compartiendo la Palabra y la Eucaristía en Comunidad.
Ser como Niños
Si tienes la sonrisa de un niño,
darás una de las mayores expresiones de amor.
Si tienes la mirada de un niño,
serás transparencia pura.
Si tienes la ilusión de un niño,
llegarás a ser grande.
Si celebras tu cumpleaños y decoras tu habitación como un niño,
llenarás de alegría tu vida.
Si cantas y ríes fuerte como los niños,
será para expresar que eres la persona más feliz del mundo.
Si tienes la amistad de los niños,
no exigirás a tus amigos que sean mejores que tú.
Si oras como un niño,
no será para que el mundo vea cuán bueno eres.
Si abrazas como los niños,
serás fuerte, grande, desinteresado, y todo por amor.
Si tropiezas como un niño,
podrás levantarte enseguida y sin vergüenza.
Si tu alma es pequeña como la de un niño,
podrás entrar al Reino de los Cielos.
Simplemente como las almas de los niños.
Simplemente que aprendas a ser Feliz como son...
Felices los Niños
Si tienes la sonrisa de un niño,
darás una de las mayores expresiones de amor.
Si tienes la mirada de un niño,
serás transparencia pura.
Si tienes la ilusión de un niño,
llegarás a ser grande.
Si celebras tu cumpleaños y decoras tu habitación como un niño,
llenarás de alegría tu vida.
Si cantas y ríes fuerte como los niños,
será para expresar que eres la persona más feliz del mundo.
Si tienes la amistad de los niños,
no exigirás a tus amigos que sean mejores que tú.
Si oras como un niño,
no será para que el mundo vea cuán bueno eres.
Si abrazas como los niños,
serás fuerte, grande, desinteresado, y todo por amor.
Si tropiezas como un niño,
podrás levantarte enseguida y sin vergüenza.
Si tu alma es pequeña como la de un niño,
podrás entrar al Reino de los Cielos.
Simplemente como las almas de los niños.
Simplemente que aprendas a ser Feliz como son...
Felices los Niños
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