LUGAR DE ENCUENTRO DE LOS MISIONEROS DE TODO EL MUNDO
MISIONEROS EN CAMINO: LETANÍA DEL HIJO PRÓDIGO EN LA NOCHE DEL ENCUENTRO
NO DEJES DE VISITAR
www.caminomisionero.blogspot.com
El blog donde encontrarás abundante material para orar y meditar sobre la liturgia del Domingo. Reflexiones teológicas y filosóficas. Videos y música para meditar. Artículos y pensamientos de los grandes guías de nuestra Iglesia y Noticias sobre todo lo que acontece en toda la vida eclesial
Fireworks Text - http://www.fireworkstext.com
BREVE COMENTARIO, REFLEXIÓN U ORACIÓN CON EL EVANGELIO DEL DÍA, DESDE LA VIVENCIA MISIONERA
SI DESEAS RECIBIR EL EVANGELIO MISIONERO DEL DÍA EN TU MAIL, DEBES SUSCRIBIRTE EN EL RECUADRO HABILITADO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA

domingo, 15 de septiembre de 2013

LETANÍA DEL HIJO PRÓDIGO EN LA NOCHE DEL ENCUENTRO

Me amas como río que fluye
y me lleva dentro, en su corriente,
por cascadas, pozos, remansos y afluentes.

Me amas, invisible, cual el aire que respiro,
pero haciéndote presente como viento,
brisa, cierzo o huracán al instante.

Como la primavera que renace, así me amas
despertándome y seduciéndome
con tu savia, perfumes y flores.

Como el verano que abre horizontes
con su calor, luz, sueños y frutos,
entras en mi alma y vientre amándome.

Como el otoño tranquilo y maduro,
después de haberme vestido de colores,
me amas despojándome y serenándome.

Como el invierno que, en paz y silencio,
cubre de nieve cumbres, llanuras y valles,
así me amas siempre, sin cansarte.

Me amas como sutil lagartija
que busca luz, sol y calor febrilmente
recorriendo los entresijos de mi vientre.

Como ciervo que brama y corre veloz
a las fuentes de agua viva que calman su sed,
así me amas, alcanzas y sorbes.

Como pelícano que se entrega y desvive
por alimentar a su crías más débiles,
así me amas Tú, alimentándome.

Y a veces me amas como corzo arrogante
que, que en época de berrea, todos los días
suspira y reclama encontrarme y rozarme.

Me amas con un corazón desbocado
que se entrega sin importarle los riesgos
cuando percibe gemidos humanos.

Me amas con unos ojos que me traspasan,
desnudan y llevan, en armonía,
al primer paraíso y a la tierra prometida.

Me amas con tus entrañas tiernas y cálidas
que generan, dan y cuidan la vida anhelada,
siempre nueva, hermosa y, a la vez, desvalida.

Me amas al alba, entre trinos y danzas,
con la fuerza, la pasión y el mimo
de quien ha descansado y busca nuevos caminos.

Y, al atardecer, cansado y casi en silencio,
me abrazas más fuerte que la última vez,
porque tu amor es así y solo puede querer.

Así me amas y siento tu querer, una y mil veces,
en mi rostro, en mi mente, en mi vientre,
en mi corazón... ¡en todo mi ser!

Por eso no me extraña tu forma de comportarte:
que anheles mi vuelta a pesar de mis andanzas,
que otees el horizonte desde tu atalaya,
que me veas, a lo lejos, antes que nadie,
que se te enternezcan las entrañas,
que salgas corriendo a mi encuentro,
que me abraces con fuerza y llenes de besos...

Y tampoco me extraña tu anillo, traje y banquete,
y el que no dudes en acogerme como hijo,
pues no quieres renunciar a ser Padre.


Florentino Ulibarri

0 comentarios:


WebJCP | Abril 2007